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El Gobierno obvia las dudas sobre la recuperación y lanza unas cuentas públicas de año electoral

El Gobierno ha presentado los principales brochazos que dibujan las cuentas públicas para 2015. El consejo de ministros ha aprobado la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio que según la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, con los de la “consolidación de la recuperación”. Estas son las cuartas cuentas públicas del Gobierno de Mariano Rajoy y como es habitual el grado de información de este primer anuncio ha sido escaso y marcado por las perspectivas económicas que encuadran los gastos del próximo ejercicio, marcados por los comicios electorales.

El ministerio de Economía, encargado de facilitar sus previsiones a Hacienda para diseñar el presupuesto, ha optado finalmente por elevar la previsión del crecimiento del PIB para 2015 hasta el 2%. El ministerio pilotado por Luis de Guindos se ha atrevido a hacer esta estimación pese a las dudas que despierta la economía del euro. Así, Economía ha rebajado sus previsiones de crecimiento para la zona del euro, pero aún mantiene el optimismo de un crecimiento del 1,6% para el próximo ejercicio. El mínimo necesario para sostener el crecimiento español.

Entre los pronósticos que sufren más cambios respecto a abril, cuando el Gobierno mandó el último cuadro macroeconómico a Bruselas acompañando al Plan Nacional de Reformas, están los de creación de empleo y contribución de la demanda nacional. Así, Economía ya da por sentado que en este ejercicio en curso no se destruirá empleo, sino que se creará en al menos un 0,7% en este año y un 1,4% en 2015. Esto traducido en puestos de trabajo según la EPA, equivale a 620.000 empleos, según los cálculos del ministro. Con todo, y pese a este optimismo, el número de parados estará por encima de los 5 millones en 2015.

En cuanto al sector exterior, hasta ahora el motor de la recuperación según Moncloa, Economía da la vuelta radicalmente a sus previsiones. De creer que el sector exterior contribuiría al crecimiento, ahora reconoce una relajación en el ritmo de las exportaciones que restará brío a la actividad económica para 2014. En cuanto a 2015, la aportación del sector exterior será mínima. Para contrarrestar, el Ejecutivo atribuye un fuerte impulso a la demanda interna, duplicando la contribución a la economía de la demanda nacional, desde el 0,7 que había previsto inicialmente para este año hasta el 1,4%.

Este tirón de la demanda nacional se justifica por parte del Gobierno mediante dos vectores: por un lado, un fuerte crecimiento del consumo privado que estará en tasas superiores al 2% en este ejercicio y el próximo pese a las fuertes contracciones que se han dado en los ejercicios anteriores.

También, y de forma sorprendente, se suaviza la previsión de recorte de gasto público. De prever que en este año se recortaría en un 1,3% y un 1,9% para 2015 ahora se reconoce, como no podía ser de otra forma, que en 2014 el gasto público crecerá en al menos dos décimas frente al ejercicio anterior. Los datos del primer semestre hacían imposible el acabar el año con un recorte de gasto público. Para el año que viene el recorte del gasto público se queda en la mitad de lo previsto, con una caída del 1%.

A favor de este encaje de bolillos, que en este ejercicio suba el gasto pero se cumpla el objetivo de déficit, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tiene a su favor el cambio de cálculo del PIB que se publicó ayer mismo y que al haber cambiado el tamaño de la economía ha dado un margen extra a las arcas públicas.

Según ha anunciado Montoro en la rueda de prensa, gracias a la nueva contabilidad, el déficit del año pasado ya no es del 6,62% sino del 6,33%. Esto hace que el punto de partida con el que Montoro tiene que hacer sus cuentas para 2014 está por debajo del objetivo marcado por Bruselas (6,5%). Así las cosas, la meta para este año, 5,8% por Bruselas y un 5,5% que se ha marcado el ministro del ramo, es más asequible que nunca. “Hemos cumplico el objetivo holgadamente”, se jactó Montoro.

Los otros colchones de los que se beneficia Montoro para mejorar el gasto en algunas partidas está la caída de lo destinado a prestaciones por desempleo, que se reduce casi un 15%, y el servicio de pago de la deuda que cae un 3%. El ministro confirmó la congelación de los salarios públicos pero una mejora de la tasa de reposición del 10% al 50% en los sectores prioritarios como Justicia u otros servicios públicos esenciales.

El ministro De Guindos ha calculado que la caída de los tipos de interés ha ahorrado en 2014 al menos 5.000 millones de euros a las arcas públicas frente a lo previsto.

Hacienda avanzó someramente algunas de las mejoras en partidas de gasto: fomento del empleo (16,5%), I+D+i (4,8%), Educación (4,5%), Cultura (4,4%) e inversión (entre 6 y 7%). Sin embargo, estas mejoras hay que tomarlas con mucha cautela hasta conocer el martes, cuando los Presupuestos llegan al Congreso, con detalles estas partidas.