“La negociación de Presupuestos me está pareciendo 'La escopeta nacional”
Segundo González (Pola de Allande, Asturias, 1988) está viviendo su primera tramitación de los Presupuestos en el Congreso de los Diputados con cierta sorpresa por la “falta de seriedad” del trabajo parlamentario y por situaciones “kafkianas” y “propias de Pepe Gotera y Otilio” que, según confiesa, está experimentando en la Cámara Baja. Afirma que también le ha llegado a recordar a “La escopeta nacional”, la película en la que Luis García Berlanga retrató con acidez los intercambios de favores entre empresarios y ministros del tardofranquismo.
Tras presentar un proyecto alternativo de Presupuestos Generales del Estado y posteriormente 1.600 enmiendas parciales, su grupo sólo ha conseguido incluir una enmienda sobre contratación en Ifema y otra sobre chalecos de la Guardia Civil, debido al “veto” y las “estratagemas” del PP y de sus socios.
Para el PSOE, González tiene un mensaje claro: les recuerda que tienen en su mano presionar al portavoz de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, para que su decisivo voto incline la balanza hacia el rechazo a los Presupuestos Generales del Estado, aunque el apoyo del diputado nacionalista al PP ya parece inevitable. Sobre el nuevo grupo socialista que saldrá de la vuelta al liderazgo de Pedro Sánchez, este economista y activista del 15-M se muestra cauteloso.
Los Presupuestos Generales del Estado ya han pasado las enmiendas a la totalidad y parciales y ahora se debatirá el dictamen del proyecto ¿Cómo está viviendo este primer debate de PGE desde que están en el Congreso?
Mi opinión se puede resumir en una palabra: kafkiano. El trámite de las enmiendas parciales ha sido una mezcla de La escopeta nacional y Pepe Gotera y Otilio. Primero hicimos todo el trabajo de preparación de enmiendas, un proceso bastante laborioso, territorio por territorio, sección por sección, con un montón de colectivos para hacer unos presupuestos más sociales. Una vez registradas esas más de 1.600 enmiendas, esperábamos que el trámite sería como en procesos anteriores, que habíamos estudiado para afrontar este, y sin embargo nos encontramos con un intento de PP y Ciudadanos de cercenar el debate y secuestrar los PGE. Del PP nos lo podíamos esperar, estamos acostumbrados a sus artimañas para sortear el control parlamentario o legislativo, lo que nos sorprendió es que Ciudadanos, que siempre hacen un discurso en favor de la mayor pluralidad o participación democrática y regeneración de las instituciones fueran el principal ejecutor de esta estrategia.
¿Ha sido esto lo que más le ha chocado de cómo funciona el Parlamento al que llegaron en 2015?
Me ha sorprendido la falta de seriedad de cómo se gestionan los debates presupuestarios, se retrasan constantemente las comisiones, acabamos teniendo reuniones a las once de la noche porque la Mesa de la comisión no es capaz de gestionar el debate, se tiene que repetir tres veces la misma reunión porque no tenemos suficiente información para tomar una decisión... Hablando con otros grupos me decían que la comisión de Presupuestos tenía bastante lustre y daba seriedad a la institución, pero me ha parecido todo lo contrario. No es lo que esperábamos y lo que merece la ley más importante del Estado.
Ante este panorama, le pregunto por una de las cuestiones que se han debatido en su organización política: la importancia o no de estar en las instituciones.
Creo que hay margen para cambiar las cosas dentro de la institución siempre y cuando tengamos un pie fuera. Desde mi época de activista sostenía esto para no ser absorbido por las lógicas de la institución, en este caso del Parlamento. En todo caso, los cambios se pueden hacer con muchas limitaciones, tanto a nivel legislativo como por el propio Gobierno que intenta cercenar cualquier modificación sustancial de las leyes. Y también con las limitaciones, que tendríamos aunque estuviéramos gobernando, del marco de la UE y las políticas de austeridad que se impulsaron a nivel europeo.
Sí que hay un margen para cambiar las cosas desde la oposición si se hace un buen trabajo, y creo que en esta ocasión lo hemos demostrado. Aunque resulte inmodesto, creo que hemos hecho un trabajo parlamentario mejor, más serio y riguroso, que el del resto de los grupos, hemos planteado una enmienda a la totalidad sustentada en una alternativa a los PGE, cosa que nunca había hecho ningún grupo parlamentario, y luego lo intentamos trasladar a las enmiendas parciales, para al menos paliar los efectos más perversos de estos Presupuestos que consolidan la lógica de la austeridad en pleno proceso de crecimiento, lo que creemos que no tiene ningún sentido.
¿Cuáles serían las principales líneas presupuestarias que a su juicio se deberían estar aprobando en este ejercicio?
En nuestra alternativa a los PGE dimos un 180 grados a la política económica. Planteamos que era posible un aumento del gasto de 19.500 millones de euros mediante una reforma fiscal que permitiera aumentar ingresos y con una flexibilización del objetivo de déficit sustentada en una renegociación con Bruselas. No planteamos objetivos quiméricos, planteamos que el objetivo de déficit podía quedar en 3,7 % del PIB en vez del 3,1.
Calculamos cómo ingresar 11.500 millones anuales por impuestos y una política tributaria más dura con quienes más ganan, aumentando los recursos de la Agencia Tributaria para paliar un agujero de 48.000 millones de euros de fraude fiscal. No planteamos nuestro objetivo de máximos, hicimos un análisis bastante realista y desde mi punto de vista incluso prudente de lo que se podía hacer en un año, y nos salía un crecimiento del 3,5% del PIB para este año.
Con eso se podrían empezar a revertir los recortes de la pasada legislatura, y el déficit social y se podría iniciar un cambio en el modelo de crecimiento y productivo para empezar a desarrollar sectores de mayor valor añadido que nos sacara de la lógica del crecimiento con pies de barro en el que estamos entrando de nuevo (construcción y turismo). Estos PGE son bajar un escalón más en comparación con la Unión Europea, tanto en gasto público como en ingresos y estado del bienestar y decimos que se puede subir un escalón aprovechando los vientos de cola aprovechando que hay un mayor crecimiento de la economía. En Portugal ya están cambiando de chip, y con una la lógica que permite redistribuir los efectos del crecimiento y que en España se sigue distribuyendo entre unos pocos. La economía lleva creciendo al 3% desde hace un par de años.
¿Qué semejanzas ha visto con el PSOE en este debate presupuestario, teniendo en cuenta que la lógica electoral les obligaría a pactar para conformar un hipotético gobierno alternativo?
Creo que había bastante sintonía en gran cantidad de enmiendas parciales con el PSOE, y de hecho hemos colaborado con ellos para sortear el veto del Gobierno. Por ejemplo en lo que se refiere a aumentar las pensiones tanto contributivas como no contributivas. Este año van a tener una importante pérdida de poder adquisitivo por la inflación y el 'pensionazo' que solo permite que suban un 0,25%. Lo mismo con los funcionarios, no van a ver revertidos los recortes de años anteriores. Nosotros proponíamos ir revirtiendo para que no se consolide el recorte del 10% de las dos últimas legislaturas.
Ahora esperemos que tengan esa postura coherente también en el debate de la semana que viene, y para mí esa coherencia debería implicar también intentar conseguir que Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, vote en contra de estos Presupuestos y obligue a que se devuelvan al Gobierno. Es un diputado que opera como una confluencia con el PSOE, porque si no va coliagado con los socialistas en Canarias, no saldría elegido. Por lo tanto creo que el PSOE tiene los resortes y herramientas para presionar y conseguir que este diputado vote en contra y que se devuelvan los Presupuestos al Gobierno.
¿Qué esperan del grupo parlamentario socialista tras la vuelta al liderazgo de Pedro Sánchez?
Según la última época de Pedro Sánchez, debería ser más fácil entenderse ahora con el PSOE, pero ahí soy bastante prudente, porque no sé con qué Sánchez nos vamos a encontrar, si con el del pacto con Ciudadanos que nos trajo el programa cerrado sin poder tocar una coma o el que se fue a Portugal para aprender de una experiencia de pacto progresista y que levantó el puño en Ferraz. Veremos, parece que en los últimos meses sí que tiene voluntad de echar a Mariano Rajoy, pero habrá que ver con qué nos encontramos. Nosotros tenemos las cosas claras y así las planteamos y muchas veces sufrimos las consecuencias de tener una posición coherente pero nadie nos puede criticar por no serlo.
¿Tienen alguna confianza en que por ejemplo los socialistas puedan acabar apoyando la moción de censura que han planteado contra Mariano Rajoy?
La moción de censura es una oportunidad al alcance de la mano para de desalojar al gobierno más corrupto de la historia en una situación que sería insostenible en cualquier país europeo y que no tiene precedentes. Creo que no hay tiempo que perder, hemos manifestado voluntad de retirar moción si el PSOE presenta otra. Que nos den una fecha para reunirnos y hablar de este tema, lo que no puede ser es que nos digan que la retiremos y que después ya veremos, porque los precedentes nos dicen que no nos podemos fiar del todo del PSOE. Hay que colaborar con ellos porque ahora mismo son imprescindibles para conformar un gobierno alternativo, pero hay que ser prudentes.