Es el último día para reservar la plaza en un congreso de una universidad francesa y para hacerlo necesitas hacer una transferencia bancaria a esa institución en una cuenta francesa. Con el actual modelo que utiliza la banca perderías tu hueco en el evento porque hasta ahora el sistema que utilizan las entidades establece un plazo 24 horas para realizar transferencias internacionales.
Ahora los bancos quieren cambiar esto y hacer que las transferencias lleguen en unos segundos. El objetivo es que esto sea posible en cualquiera de los 34 países del Área Única de Pagos para el euro, conocida como SEPA por su acrónimo en inglés, donde se incluyen los países del euro más otros como, por ejemplo, Noruega. Es decir que ya sea dentro del propio país como a uno externo con este acuerdo los bancos adheridos podrán hacer que el dinero esté en la cuenta del destinatario en unos segundos. Una velocidad que ahora los bancos ofrecen cuando son traspasos entre cuentas dentro de una misma entidad. Este cambio de paradigma se produce cuando algunas fintech ya amenazan con plantar cara a los bancos como alternativa en el terreno de los pagos.
Los bancos españoles han entrado en este primer periodo de pruebas, aunque en general todavía no han anunciado lanzamientos oficiales para sus clientes. Caixabank ha sido uno de los primeros en realizar una prueba que hizo el pasado viernes 17, con una transferencia a un banco austriaco. Desde el martes 21 está disponible para sus clientes a través de la oficina física y online.
Ese día es cuando se puso en marcha la infraestructura interbancaria que hace que hace posible estas transferencias exprés. Lo hizo Iberpay, que es la Sociedad Española de Sistemas de Pago cuyos accionistas son las propias entidades y está supervisada por el Banco de España, cuya función es gestionar el Sistema Nacional de Compensación Electrónica. Este sistema lo que hace en la práctica es los bancos no vayan liquidando cuentas en cada operación, sino que vayan compensando con el total de operaciones.
El resto de entidades españolas parece que se irán uniendo de forma paulatina. Sabadell está preparado para ser receptor de transferencias con este sistema. Bankia está ya certificada y está también en periodo de pruebas, al igual que Santander. Otros bancos como BBVA están en pruebas pero solo para transferencias dentro del territorio nacional.
Cuánto costará
Fuentes del sector consultadas coinciden en apuntar que este es un servicio del banco para los clientes que requiere una fuerte inversión y que como tal, lo normal es que conlleve el pago de una comisión. Todavía no hay cifras de cuánto costará o si este pago también dependerá de la relación entre el banco y el cliente. En algunas entidades si se tiene domiciliada la nómina o se cumplen determinados requisitos las comisiones son menores.
“Es un servicio voluntario para las entidades europeas que realizan servicios de pago” apunta José Luis Martínez Campuzano en un comunicado de la patronal bancaria. Campuzano apunta que la “dificultad tecnológica que supone la inmediatez y los elevados costes que deben asumir” para poner esto en marcha son razones para ello. “El precio que apliquen los bancos por el nuevo servicio dependerá de cada entidad. Es la política comercial de cada banco, bajo un esquema de elevada competencia en el sector, la que llevará a establecer el precio del nuevo servicio”, dice Campuzano.
Algunas entidades como Evo Banco (inmerso en un recorte de plantilla, oficinas y transformación a la banca digital) envió un comunicado asegurando que este servicio será gratis para los clientes. La entidad dice que esta decisión de no cobrar es para “seguir aumentando el valor que actualmente ofrecemos a todos los clientes”. “El servicio estará disponible para los clientes del banco a lo largo de las próximas semanas, una vez se complete el período de pruebas técnicas que llevará a cabo la Sociedad Española de Sistemas de Pago (Iberpay)”, apunta en el mismo comunicado.
La competencia de las fintech
Este escenario, además de mejorar el servicio para los clientes, hay que verlo en un momento donde las fintech han comenzado a convertirse en competencia para los bancos en el terreno de los pagos. Empresas como Revolut o Transferwise ofrecen mandar el dinero a otros países mediante una aplicación móvil. Cada una con un esquema diferente, pero usando como reclamo que su comisión es más baja que la de las entidades tradicionales.
El sistema de Transferwise es diferente. Lo que hace esta empresa es abrir cuentas en bancos alrededor del mundo, entonces cuando el usuario utiliza sus servicios Transferwise realiza un traspaso desde una de sus cuentas del banco al que quiere dirigir el dinero. Es decir, si yo quiero hacer una transferencia al banco italiano X lo que hago es dar la orden a través de la app y cuando ellos detectan que mi banco ha emitido el dinero, aunque todavía no haya llegado a ellos, realizan un traspaso desde su cuenta del banco X a la cuenta del banco X a la que yo quiero enviar el dinero. Como los traspasos entre cuentas son inmediatos se gana tiempo. El negocio de esta aplicación es ganar dinero con el cobro de una comisión por realizar este servicios.
“Los pagos instantáneos van en línea con lo que espera la gente y esto se convertirá en lo normal en el futuro. Es una catalizador que beneficiará a los consumidores de toda Europa”, dice Kristo Käärmann, cofundador y Consejero Delegado de TransferWise a eldiario.es, que añade que su empresa lo que busca es que sus comisiones sean lo más bajas posibles. Este pago varía en función del emisor y el destinatario. Käärmann señala que está entre el 0,35% y el 0,7% de la cantidad transferida. Por ejemplo, si transfieres 1.000 euros desde España a Reino Unido la comisión que se paga es de 4,98 euros.
En el caso de Revolut ofrece lo que denomina “turbo transferencias” utilizando el sistema de los bancos, pero con un coste menor y en algunos casos más rápidas que las transferencias tradicionales. “Tenemos un paquete premium donde están incluidas las 'turbo transferencias' entre otros servicios”, explica Pablo Viguera, director general de Revolut en España. Esta fintech, que ha solicitado licencia bancaria en Letonia para poder acceder al pasaporte europeo y así poder abrir cuentas propias, utiliza este tipo de transferencias como un reclamo para aumentar su base de clientes. Certificada por la FCA británica (asimilable a la CNMV), nació como una app para realizar cambio de divisas con un menor coste porque las hace al tipo de cambio del mercado y se hacen al instante desde la propia aplicación.
Además, ofrece la posibilidad de realizar retiradas de dinero en cajeros con menores comisiones. Para ello, esta startup tecnológica emite una tarjeta prepago que se puede recargar desde la aplicación. Hasta cierta cantidad el uso de este servicio es gratuito y posteriormente cobran una comisión por servicio o una cuota fija por convertirse en usuario premium. Como todavía no tienen licencia bancaria para abrir cuentas propias operan con Lloyds y Barclays, bancos con los que han comenzado a emitir cuentas.
El número de clientes de este tipo de aplicaciones todavía es reducido comparado con quienes usan los servicios bancarios. Sin embargo, parece que la banca quiere evitar que el posible crecimiento de estos les pille desprevenidos.