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Radiografía de las horas extra en España: la mitad no se paga ni se recompensa

Muchos trabajadores realizan horas extra más allá de su jornada laboral ordinaria. En concreto, 736.800 asalariados de un total de 15,9 millones, según los últimos resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA). Casi la mitad de estas horas, no son pagadas ni recompensadas con tiempo de descanso, una práctica ilegal. “En el sector audiovisual se da por hecho que vas a echar horas extra, está normalizado. En mi caso no suelen remunerarlas y, cuando ha ocurrido, me las han pagado en b”, cuenta Jorge (nombre ficticio), fotógrafo profesional. La Audiencia Nacional ha dictado un auto este enero en el que considera que los trabajadores carecen en la actualidad de medios para probar la realización de horas extra

Las horas extra son aquellas que se realizan sobre la duración máxima de la jornada ordinaria y el Estatuto de los Trabajadores establece que deben ser pagadas o compensadas por tiempo de descanso. No pueden exceder las 80 horas al año, salvo contadas excepciones.

La Audiencia ha planteado al Tribunal de la Justicia de la UE tres cuestiones prejudiciales sobre la normativa española en relación a las horas extra, para verificar si España garantiza las limitaciones en la jornada laboral de los trabajadores y su descanso semanal y diario. La consulta surge de un conflicto colectivo promovido por la Federación de Servicios de Comisiones Obreras, al que se sumó UGT y otros sindicatos, contra la entidad Deutsche Bank. El sector financiero no remunera la mayoría de las horas extra que trabajan sus empleados, según los datos de la EPA.

CCOO y UGT alertan de que detrás del amplio número de horas extra no pagadas está la falta de obligación de controlar las jornadas laborales. “La ley a día de hoy no exige ese registro y esa es la clave. El arco parlamentario tiene que darse cuenta de que es urgente que se regule de nuevo el artículo 34 y 35 del Estatuto de los Trabajadores para reformar eso”, afirma Isabel Araque, secretaria confederal de UGT. Según los cálculos del sindicato, la media de horas extra a la semana realizadas en 2017 “supondrían la creación 157.000 puestos de puestos de trabajo ese año”. 

La EPA arroja varios datos que permiten hacer una radiografía del panorama general de las horas extra en España.

El 64% de horas extra las realizan hombres

En total, según los datos de cierre de 2017, se realizan unas 6.131.400 horas semanales más allá de las jornadas ordinarias. De ellas, el 64% las realizan hombres y el 36%, mujeres. En número de trabajadores, los asalariados que dicen cumplir horas extra ascienden a 736.800 personas, y de nuevo los perfiles por sexo son similares (61% hombres y 39% mujeres).

Este perfil masculinizado de las horas extra ha sido abordado por CCOO, que señala en un estudio del economista Luis Zarapuz que el abuso con las horas extra “no se ajusta a los rasgos habitualmente asociados a la precariedad laboral”. El perfil más recurrente es principalmente el de “hombres, asalariados del sector privado, ubicados en algunas ramas del sector servicios, con contrato indefinido, jornada a tiempo completo y que desempeñan una ocupación laboral de técnico/profesional o directivo”. Muchos son catalogados como trabajadores de “cuello blanco”, de oficinas y puestos directivos.

Un 46% de horas no pagadas

Del total de 6.131.400 horas extra semanales, casi la mitad (el 44,6%) no fueron pagadas. La EPA considera “horas extra no pagadas” a aquellas que no están compensadas de ningún modo. “Es decir, ilegales”, recuerda a este medio Luis Zarapuz.

Las horas extra totales han disminuido en estos años de crisis: en el último trimestre de 2008 se realizaban más de 8,4 millones a la semanales, frente a los 6,1 millones de la última EPA. Lo que ha ocurrido durante la crisis es que se ha modificado la composición de las horas extra: se fue acortando la distancia entre las horas pagadas y no pagadas gracias a una gran disminución de las primeras. En 2008, las horas extra pagadas suponían más del 60%, mientras que en 2017 solo alcanzan el 55%.

Las horas no pagadas, más frecuentes en mujeres

Aunque las horas extra son más numerosas entre los hombres, los que las cumplen son pagados por ello con mayor incidencia que en el caso de las mujeres. Del total de hombres que aseguran realizarlas (450.000), el 56% recibe una compensación. En cambio, del total de mujeres asalariadas que hacen horas extra (286.300), menos de la mitad –el 45,7%– son pagadas por ello.

Las horas pagadas vuelven a subir

Desde el primer trimestre de 2012, las horas extra no pagadas superaron a las retribuidas. Así se mantuvo durante los años de la crisis y el inicio de la recuperación económica. En 2017, comenzaron a imponerse de manera continuada las horas pagadas, en los tres últimos trimestres de la EPA. Sin embargo, esta inversión presenta una diferencia por razón de sexo: mientras que sucede de manera clara para el número total de horas extra y en aquellas que realizan hombres, es menos continuado para las cumplidas por mujeres.

Y si nos fijamos en el número de asalariados que hacen horas –en lugar de en el número de horas que cumple cada sexo– aún había más mujeres que no fueron pagadas por sus horas extra que las que recibieron alguna compensación al cierre de 2017.

Más de 7 horas extra a la semana

Según el límite que fija el Estatuto de los Trabajadores, las horas extraordinarias no deberían superar las 80 al año, salvo contadas excepciones, como las destinadas a “prevenir o reparar siniestros y otros daños extraordinarios y urgentes”. Esas 80 horas pueden aumentar en la práctica si son compensadas con tiempo de descanso en los cuatro meses siguientes. En esos casos, se restan las horas recompensadas del cómputo anual del trabajador, explican en CCOO.

Si atendemos a la media de horas extra semanales que los trabajadores realizaron en el último trimestre del año, casi la mitad (el 47,6%) asegura que empeñó más de 7 horas. Distribuidas en cinco días de trabajo a la semana, suponen echar más de una hora extra cada jornada.

Horas extra por sectores y ocupación

Por sectores, los que concentran a más trabajadores que hacen horas extraordinarias son la Industria manufacturera (18,5%), seguida del Comercio (17,2%) y de la Hostelería (9,1%). En varias ramas de actividad, hay muchos más trabajadores que hacen horas extra no pagadas que las que son retribuidas, como exige la ley. Es el caso de Actividades financieras y de seguros (24.800 no pagados, por 2.100 pagados); Actividades profesionales, científicas y técnicas (27.600, por 13.100); Educación (35.400, por 4.400); Información y comunicaciones (19.700, por 9.500 pagadas).

Por ocupación, los datos muestran una gran diferencia entre los puestos ligados a horas extraordinarias pagadas y las no pagadas. Los empleados que hicieron horas extra solo pagadas ocupan sobre todo estos puestos: trabajadores de la restauración y vendedores, seguidos de los “artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y la construcción”.

En cambio, entre los que solo hacen horas no pagadas sobresalen los “técnicos y profesionales científicos e intelectuales” y los “técnicos y profesionales de apoyo”.

Tres historias sobre horas extra

Jorge es fotógrafo profesional y, de media, trabaja unas “cinco o seis horas extra a la semana”. En su empresa, todos los trabajadores echan horas de más, “incluido el jefe”. En la actualidad, no son retribuidas económicamente sino “compensadas con días libres o indirectamente, con algún trabajo extra que me guste”, explica. Aun así, las compensaciones no cubren todas las horas extra realizadas. En el pasado, su jefe le hizo rellenar un documento en el que tenía que marcar “a cero” las horas extra, aunque luego se las pagaba en negro o compensaba en días de manera informal.

Guillermo trabaja en una entidad bancaria desde hace mas de 30 años. En su sector “las horas extra son una práctica muy extendida” –cuenta– “sobre todo entre los comerciales”. En su caso, emplea entre “8 y 9 horas” semanales de más y no son remuneradas ni compensadas de otro modo. “No se habla de ese tema entre los trabajadores, se da por hecho que es así, el banco no abre la posibilidad de que se paguen”. Reconoce que en su banco si en el entorno de trabajo el resto de compañeros echa horas más allá de su jornada, cuando una persona decide no hacerlas, “eso le señala”. En su experiencia, ha visto casos en los que negarse a hacer estas horas perjudica a trabajadores con cambios a puestos peores.

Ambos trabajadores, indefinidos y con contratos a tiempo completo, coinciden en señalar que sus empresas no registran ni controlan sus jornadas laborales. Jorge, si quiere compensar sus horas, debe contabilizarlas e informar a su superior de las que ha realizado.

María es un ejemplo claro de un trabajadora con un contrato a tiempo parcial fraudulento. Su nómina dice que tiene un contrato de jornada reducida, de 20 horas a la semana, pero la realidad es que “lo que no echo nunca son 20 horas”. Según las necesidades de la tienda en la que trabaja como dependienta, emplea “30 horas, 29, 21... depende”. Las horas de más que trabaja en el comercio, minorista, no son remuneradas ni recompensadas de ningún modo. La chica, con estudios universitarios, ha aceptado este empleo porque no encontraba otro a tiempo completo relacionado con su profesión y quería sumar meses de cotización a la Seguridad Social. Vive en Andalucía, donde la tasa de paro es del 24,43%. “Sé que la culpa también la tenemos nosotros, que cogemos este tipo de trabajo. Pero, claro, del aire tampoco se vive”.

*Los nombres de los tres trabajadores son ficticios.