De forma enrevesada, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha adelantado la estadística de paro registrado que publicará mañana el ministerio de Empleo. Para huir de la acusación de avanzar datos de forma interesada, Rajoy ha recurrido a una fórmula taimada sin pronunciar la cifra que se conocerá mañana oficialmente. Según el presidente, el paro habría bajado entre marzo y julio en 340.000 personas, lo que arroja un descenso del paro de alrededor de 64.000 personas.
Esta cifra situaría el número total de parados al borde de perder el nivel de los 4,7 millones, regresando al nivel de agosto de 2012. El paro registrado difiere del dato de desempleo conocido recientemente mediante la Encuesta de Población Activa (EPA) en que solo cuenta a aquellos que están inscritos oficialmente en las oficinas de Empleo (el antiguo INEM). Es frecuente que una vez que se pierde la prestación, los parados dejen de renovar su tarjeta de desempleo al no tener esperanza de encontrar un trabajo por la mediación de los servicios de empleo, el llamado efecto desánimo. Además, el dato de la tasa de paro conocido la semana pasada se refería al segundo trimestre del año, y julio ya está comprendido en el tercer trimestre del año.
Dado la informalidad del anuncio, no se puede calcular cuál será la cifra de paro registrado desestacionalizado, el indicador que se envía a Bruselas y que corrige en gran medida los efectos del verano en el mercado de trabajo. En junio el paro registrado descendió en 127.000 personas, el dato más abultado de la serie histórica. Sin embargo, descontando el efecto del calendario, el paro subió ligeramente.