Las energías renovables ya suponen más de la mitad de la potencia eléctrica instalada en España. Según los últimos datos de Red Eléctrica (REE), a enero de 2020 estas fuentes de generación (hidráulica, hidroeólica, eólica, fotovoltaica, solar térmica, térmica renovable y residuos renovables) ya sumaban una potencia de 55.265 megavatios (MW), el 50,2% de los 110.078 MW instalados en el sistema eléctrico nacional.
La barrera del 50% se superó antes, en diciembre. REE ha corregido ligeramente los datos de cierre de 2019, con lo que al finalizar el pasado ejercicio las energías limpias ya habían superado por muy poco la mitad del parque de generación nacional, con 55.046 MW sobre un total de 110.086 MW. La estimación inicial que el operador del sistema eléctrico realizó en las previsiones de cierre del año que publicó el 19 de diciembre era ligeramente inferior, del 49,3%.
Que las renovables ya superen la mitad de la potencia instalada es otro pequeño hito en el proceso de transición energética en España, que está propiciando situaciones impensables hasta hace poco, como que se plantee la construcción de megaparques fotovoltaicos a las puertas de Madrid, en un contexto de burbuja de peticiones de permisos para instalar nuevas plantas de renovables.
Al calor del boom de nuevas instalaciones, España lleva meses sumando sucesivos récords de generación eólica y fotovoltaica, con episodios como el del pasado diciembre, cuando el sistema eléctrico peninsular logró producir electricidad sin carbón en la Península durante un día por primera vez desde que existen registros. El pasado 20 de febrero, la energía solar logró rebasar (solo durante unos minutos) la producción instantánea de las centrales nucleares, según contó El Periódico de la Energía.
En 2019, la potencia de las fuentes renovables creció casi un 13% con la conexión a la red de 6.456 MW, cifra récord que, según REE, representó “un aldabonazo a la transición energética y al cumplimiento de la senda de integración fijada en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, con horizonte 2030”.
En concreto, se conectaron 189 nuevas instalaciones de renovables: 93 fotovoltaicas (3.975 MW), 86 eólicas (2.319 MW) y diez de otras tecnologías renovables (162 MW). Esa avalancha fue sin embargo inferior a lo previsto, ya que de esa nueva potencia hubo 5.689 MW correspondientes a instalaciones que se adjudicaron potencia en las subastas celebradas en 2017, frente a los 8.000 MW que se habían previsto instalar antes de 2020 con estas pujas.
Pese a ello, la incorporación de esos nuevos parques elevó la potencia instalada del sistema eléctrico nacional por encima de los 110 GW, lo que supuso un récord histórico. A enero de este año, la potencia nacional había caído ligeramente, hasta 110.078 MW, tras la retirada de 227 MW de carbón en Baleares, comunidad autónoma que ese mes logró por primera vez generar electricidad sin recurrir a esa fuente, que está en declive por el encarecimiento de los derechos de emisión y el desplome de los precios del gas. Esa baja en Baleares ha quedado compensada con la adición de otros 217 MW fotovoltaicos y 2 MW eólicos a lo largo de enero.
Ese mes, las renovables aportaron el 41,6% del total de la electricidad generada. En el conjunto de 2019, el peso de las energías verdes en el mix de generación fue del 37,5%. En lo que va de 2020, y según datos provisionales de REE, su cuota ha subido hasta superar el 43%, el porcentaje más elevado desde 2016. Ese año, a estas alturas del ejercicio habían suministrado el 47,5% gracias a un ejercicio especialmente lluvioso.
Pese al auge de las renovables, en lo que va de 2020 la nuclear se mantiene como la primera fuente de generación en España con el 23,3% del mix, seguida de cerca por la eólica con el 22%. A continuación figuran los ciclos combinados de gas (15,1%), hidráulica (15%), cogeneración (10,9%), carbón (3,8%) y fotovoltaica (3,7%). El resto corresponde a otras fuentes.