La Sala de Regulación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que despacha los asuntos relacionados con posibles incumplimientos de la normativa sectorial de las empresas energéticas o de telecomunicaciones, se ha quedado bajo mínimos.
En cuestión de semanas, y en un momento en el que el Gobierno, en funciones, tiene poco margen de maniobra para proponer nuevos candidatos como consejeros del organismo, la Sala de Supervisión Regulatoria de la CNMC se ha quedado sin tres de sus cinco vocales, tras el reciente fallecimiento del vicepresidente del organismo, Ángel Torres, y el cese de otras dos consejeras, el último, esta misma semana.
Esos tres miembros del consejo de la CNMC estaban adscritos a esa Sala, que ha quedado así reducida a apenas dos integrantes: los consejeros Xabier Ormaetxea, propuesto por el PNV y ex diputado en el Parlamento vasco durante cinco legislaturas, y Pilar Sánchez, experta en competencia propuesta por el PSOE en 2020 y que ya fue vicepresidenta de la antecesora de la CNMC, la CNC.
La ley de la CNMC establece que las salas del Consejo solo están “válidamente constituidas” si a las sesiones asiste el presidente, o persona que le sustituya, el Secretario del Consejo y, al menos, dos consejeros. Por lo que en la situación actual los números no salen.
Los consejeros de la CNMC, incluyendo la presidencia y la vicepresidencia (ahora vacante) son nombrados por el Gobierno, previa aprobación del Congreso de los Diputados. Desde el Ministerio de Asuntos Económicos, responsable de proponer al Congreso los nombres de los candidatos entre personas de reconocido prestigio y competencia profesional en el ámbito de actuación de la Comisión, indican que “en principio” un Gobierno en funciones no puede tomar esa decisión.
Sin embargo, no se descarta que, ante la posibilidad de que el Ejecutivo esté en esta situación de impás durante meses, con posible repetición electoral incluida, sean designados nuevos consejeros en el organismo. El departamento de Calviño señala que se podría hacer “si hubiese razones de urgencia y necesidad para la gestión ordinaria de la institución”.
En el organismo que preside Cani Fernández se remiten a lo que decida el ministerio. Aunque recuerda la entidad que tiene la opción de rotar a consejeros de la otra Sala, la de Competencia, o que los asuntos los despache el Pleno en conjunto.
“Teniendo en cuenta la situación generada, el Pleno del Consejo de la CNMC tiene la competencia para arbitrar las decisiones oportunas para garantizar la estabilidad y la continuidad en la toma de decisiones”.
“Entre ellas, se incluyen la rotación de consejeros de la Sala de Competencia a la de Regulación y la adopción por el pleno de aquellos asuntos que, por su complejidad o necesidad de debate, estime oportuno”.
Circunstancias excepcionales
El organismo revisa la composición de sus salas una vez al año, en diciembre. Pero la ley establece que “cuando concurran circunstancias excepcionales que lo justifiquen, podrá adoptar otras medidas tendentes a garantizar el adecuado funcionamiento de las salas”.
Este sería el caso. Una clara candidata a rotar de sala es la consejera María Jesús Martínez, nombrada en octubre y actualmente adscrita a la Sala de Competencia. Martínez sido directora de Energía de la CNMC y directora general de Política Energética y Minas en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. También se sienta en la Sala de Competencia Bernardo Lorenzo, que presidió la extinta Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) hasta que el PP decidió suprimir esta institución y fusionar los reguladores en la CNMC hace ya diez años.
Con las bajas de las últimas semanas, el pleno de la CNMC, que reúne a los miembros de las salas de Competencia y Regulación y se pronuncia, por ejemplo, sobre los proyectos normativos del Gobierno y elabora las circulares que fijan la retribución de los sectores regulados, ha pasado este verano de los habituales diez vocales a solo siete.
La Sala de Regulación la forman el vicepresidente de la CNMC y cuatro consejeros. Se encarga de la supervisión, control y resolución de conflictos en los mercados y sectores de comunicaciones electrónicas; electricidad y gas natural; postal; comunicación audiovisual; tarifas aeroportuarias, y ferroviario.
Sus sanciones, cuando las aplica, suelen ser de menor importe que las de la Sala de Competencia (la que vigila posibles cárteles), pero algunas son muy relevantes. Es el caso de la impuesta justo antes de las vacaciones de agosto a Naturgy por manipular el mercado de la generación eléctrica con “precios excesivos”.
La energética fue multada con 6 millones de euros, más una indemnización de otros 35,5 millones para resarcir a los consumidores de electricidad. La Fiscalía ya investiga estos hechos para determinar si Naturgy cometió un delito contra los consumidores, tras una denuncia de la asociación Facua.
Esa sanción a Naturgy, por una infracción “grave” de la Ley del Sector Eléctrico, se impuso el 20 de julio, poco antes de las vacaciones de agosto, que es un mes inhábil en buena parte de la Administración. La resolución de la Sala de Supervisión Regulatoria no llevaba la firma del entonces vicepresidente de la CNMC. Torres estaba ya muy enfermo y falleció el pasado sábado a los 70 años.
A su baja se suma el cese de las consejeras Pilar Ortiz, aprobado por el Consejo de Ministros esta semana, y Pilar Canedo. Ortiz, técnico comercial del Estado, era consejera del organismo desde su creación en 2013 (era la única representante del PP que quedaba en el consejo) y ha abandonado el puesto para incorporarse a la Oficina Comercial de España en Bruselas, plaza que el Ministerio de Industria le adjudicó en mayo.
Por su parte, Pilar Canedo cesó el pasado 26 de julio. Ex presidenta de la Autoridad Vasca de Competencia, en su día fue propuesta por Ciudadanos y su mandato de seis años también había expirado.