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El sector turístico aplaude la vacuna pero las reservas se resisten hasta 2021

Una vista de la playa de la Misericordia de Málaga.

Esther Ballesteros

5 de diciembre de 2020 22:47 h

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Optimismo y motivación, pero también cautela. Desde que Pfizer y BioNTech anunciaran la comercialización de su vacuna contra la COVID-19 y, más aún, después de que Reino Unido se convirtiese esta semana en el primer país en autorizar el uso de este tratamiento, el sector turístico en España mira hacia el futuro con ojos menos sombríos. E incluso maneja, siempre desde la prudencia, fechas para su reactivación. La industria, una de las más golpeadas por la pandemia, ve en la vacuna una de las fórmulas para salir del túnel, pero no la única. Y, aunque es consciente de que la recuperación será lenta, apunta a 2024 -si el antídoto llega ampliamente a los viajeros- como el año en que podría volver a posicionarse en los niveles alcanzados en 2019, cuando visitaron España 86 millones de viajeros internacionales.

Pese a los últimos datos dados a conocer por Frontur, que apuntan a la pérdida, en lo que va de año, de 56,8 millones de turistas extranjeros (con la consiguiente disminución del gasto en 63.000 millones de euros) respecto al ejercicio anterior, el sector se niega a tirar la toalla y, en mitad de las arenas movedizas que atraviesa, el anuncio de la vacuna arroja luz y genera confianza.

“La recuperación será lenta y constante, pero la aparición de un tratamiento contra el COVID tendrá una incidencia positiva en la demanda”, subrayan a elDiario.es fuentes de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA). En su caso, las perspectivas se centran en la recuperación del tráfico aéreo y, sobre todo, de la demanda de los pasajeros. Las aerolíneas se apoyan, a la hora de marcarse expectativas, en los datos lanzados a finales de noviembre por la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol), que apuntan a que, si en 2021 se logra que la vacuna se administre ampliamente a los viajeros, la recuperación de las operaciones aéreas a niveles pre-COVID no se produciría hasta 2024, mientras que, en caso de que la completa inmunización se demorase a 2022, la industria no funcionaría a pleno rendimiento hasta 2026.

Desde ALA, que aúna el 85% del tráfico aéreo español, señalan que el anuncio aporta optimismo en un momento en el que la demanda por parte de los pasajeros se está comportando peor que la oferta de vuelos disponible. De hecho, auguran que este será un invierno “complicado”, con un desplome de la actividad aérea de entre el 70 y el 80 por ciento y unos niveles de demanda de entre el 30 y el 40 por ciento respecto a los registrados en 2019. Unas cifras que, sin embargo, las compañías aéreas esperan revertir de cara a Semana Santa.

Del mismo modo, las agencias de viajes observan expectantes el desarrollo de la vacuna con la mirada puesta en el desentumecimiento de las reservas, aunque advierten de que aún es pronto para manejar números teniendo en cuenta la volatilidad de la situación actual. En el caso de Baleares, que, junto a Turespaña, ya trabaja en la planificación de campañas de promoción y posicionamiento como destino seguro con el objetivo de adelantar al máximo la temporada, el presidente de la Agrupación Empresarial de Agencias de Viaje (Aviba), Francesc Mulet, confía en que la noticia de los laboratorios “sea un estímulo para que la gente comience a venir a Baleares”. Sin embargo, señala que, desde que Pfizer dio a conocer el antídoto, el aumento de la demanda por parte del segundo mercado emisor en las islas ha sido “prácticamente inexistente”.

En este mismo sentido se pronuncia el CEO de la agencia de viajes online Logitravel, Joan Balaguer: “Es verdad que el anuncio de la vacuna es un rayo de esperanza para el sector turístico y nos permite ser optimistas ya de cara al próximo año, pero de momento las reservas tanto a nivel Baleares como a nivel nacional están muy contenidas debido a las restricciones y confinamientos perimetrales”.

Sí advierte una mejora notable en las búsquedas de viajes a futuro, es decir, para las salidas de mayo de 2021 en adelante. “En general, la gente está deseosa de poder volver a viajar de forma segura y tranquila. La noticia de la vacuna y el plan de vacunación nacional ayuda a visualizar un horizonte de cierta normalidad en los viajes”, subraya Balaguer, quien espera en que a partir de enero puedan activar las reservas anticipadas del próximo verano.  

Reservas de último minuto

 Los hoteleros, por su parte, se muestran realistas y prefieren la precaución. “La vacuna nos da un aliento de esperanza”, subraya el presidente de Cehat, Jorge Marichal. Asevera, no obstante, que para que el sector pueda “sobrevivir” el tratamiento médico debe ir acompañado de planes “de estructuración y de futuro”. Hace hincapié, principalmente, en la importancia de que el Gobierno active ayudas directas y apela a la implicación de las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos a la hora de flexibilizar impuestos. Y reclama al Ejecutivo central que dé impulso a los test de antígenos: “Necesitamos trabajar con seguridad”.

Mientras tanto, fuentes de la cadena Riu remarcan a elDiario.es que, por el momento, es “muy dificil” hacer perspectivas teniendo en cuenta los cambios continuos que se producen: “El Gobierno británico anunció hace dos semanas que rebajaba a cinco días la cuarentena para los viajeros internacionales y las ventas en Canarias se dispararon; el Gobierno comenzó a exigir PCR en origen y las cancelaciones se dispararon”, subraya para ilustrar la inestabilidad actual. En cualquier caso, aseguran que “esperanzados sí que estamos. Que Reino Unido, un mercado emergente importante para nosotros, empiece con la vacunación evidentemente es una buena noticia”. Señalan, eso sí, que sus establecimientos continuarán “jugando con la perspectiva de la distancia, la mascarilla, los geles hidroalcohólicos, la comida envasada... Nuestros 17 protocolos de seguridad seguirán durante mucho tiempo hasta que la población vacunada sea masiva”.

También la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), María Frontera, indica que no se han producido cambios en las reservas por parte del mercado británico tras el anuncio de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido, pero muestra su confianza en que la noticia sí impulse la actividad turística de cara a 2021. “Normalmente, en épocas habituales de actividad turística, las reservas por parte de los británicos suelen impulsarse más en enero y no en noviembre y diciembre”, precisa Frontera, quien abunda en que, debido a la incertidumbre que planea sobre la actividad turística, “parece que estas reservas se van a ralentizar más”.

Además, explica cómo se antoja la dinámica de las reservas a partir de ahora: se prevé que estas se lleven a cabo con menor antelación y que la planificación de los viajes se vea sometida al último minuto para que los viajeros puedan comprobar en qué estado se encuentran las restricciones a la movilidad, además de asegurarse que se garanticen facilidades en los viajes y, “por supuesto, que los indicadores sanitarios en todos los territorios hayan mejorado”.

Viajes como 'efecto venganza'

La recuperación paulatina del turismo cuenta, además, con un aliado: las ganas de viajar. Sobre ello reflexiona el fundador de la consultora de gestión estratégica Olea Consultancy, Manuel Ferrer, quien subraya que, salvando las diferencias entre los países en los que “la gente es más aventurera” y los otros donde se muestra “más conservadora” a la hora de conocer otros destinos, “no se han perdido en absoluto las ganas de viajar”. Es más, destaca lo que empieza a conocerse como “efecto venganza”, ya encarnado por China, donde las reservas hoteleras y de vuelos dentro del país, una vez suavizadas las restricciones, se dispararon como modo de resarcirse de las limitaciones y los embates del COVID. “Cuando se pueda viajar, los turistas viajarán como locos”, vaticina.

No sólo eso. Aplaude la llegada de la vacuna, pero afirma que si en estos momentos la población no viaja “es única y exclusivamente porque hay restricciones. Si no las hubiera, la gente viajaría mucho más, ya que no tiene miedo”. “La vacuna, desde luego, es una solución sanitaria a lo mal que lo está pasando el mundo en general, pero no tendría efecto en el sector turístico si hubiera miedo”, incide al respecto.

Además, destaca cómo en los últimos quince años viajar “no solo se ha convertido en un derecho sino también en una necesidad. Una vez cubiertas las necesidades vitales y ante una posible necesidad de recortar gastos, la gente optará por viajar y preferirá sacrificar otras alternativas de ocio”. “En un mundo en el que ha despertado la inmensa curiosidad, viajar es una forma de ver el mundo y pensar. Se ha convertido en parte de la vida”, sentencia.

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