“Sorgenkind”. Con esa palabra alemana, que significa “niño problemático” pero que también puede traducirse como “dolor de cabeza” aparece descrita la empresa Siemens-Gamesa en Alemania. La compañía, surgida de la fusión en 2017 de la alemana Siemens Wind Power y la española Gamesa, nacía para convertirse en un líder mundial de su sector: la energía eólica.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, los resultados no acompañan a la empresa de aerogeneradores con sede en el municipio vasco de Zamudio. El 2021, sin ir más lejos, fue un “año complejo”, según reconocían en la firma el pasado mes de noviembre, cuando tocaba presentar resultados adversos.
En el pasado ejercicio, la firma registró pérdidas por valor de 627 millones de euros. Dado que la multinacional tecnológica germana Siemens es el accionista mayoritario de Siemen-Gamesa – controla el 67% de las acciones –, en Alemania hay muchos ojos pendientes del rendimiento de la empresa especializada en la construcción de turbinas eólicas. Es más, dadas las circunstancias, no son pocos a los que parece que se les agota la paciencia con una compañía a la que en 2020 le tocaba afrontar pérdidas históricas (918 millones de euros).
El frenazo económico que supuso ese año la COVID-19, sumado a problemas asociados a las cadenas de suministro de componentes y de materias primas, son los elementos clave para explicar por qué a Siemens-Gamesa no le sopla viento a favor. También preocupan las aparentes dificultades que la firma está teniendo con sus turbinas 5X onshore. Siemens-Gamesa, según la describían esta semana en el diario económico Handelsblatt, se enfrenta a una crisis de “larga duración”.
“Los malos resultados de Siemens-Gamesa preocupan a la matriz”, podía leerse en la edición del lunes del Handelsblatt. Siemens, la matriz de Siemens-Gamesa, se ve aquí “lastrada” por el rendimiento de la firma de Zamudio.
En este contexto, sobran en Alemania analistas y comentaristas que parecen centrados en que, frente al “dolor de cabeza” que representa Siemens-Gamesa, la solución de la compañía pase por que Siemens tome el control desde Múnich. El propio Handelsblatt viene dando cuenta de la “presión” que ejercen los inversores“ que piensan así.
“Por supuesto que una integración de Siemens Gamesa sería la mejor solución. Así debe el equipo gestor de Siemens Energy poder seguir muy de cerca los procesos de Gamesa”, señalaba al Handelsblatt en este sentido Vera Diehl, de Union Investment, empresa con sede en Fráncfort dedicada a las inversiones del banco alemán DZ Bank. Siemens Energy es la empresa del grupo Siemens dedicada a la energía y la propietaria de las acciones de Siemens-Gamesa.
Siemens-Gamesa, a la baja en bolsa y entre rumores de OPA
A principios de esta semana también se hacía saber que desde Deutsche Bank se ve con buenos ojos la compra de acciones de Siemens-Gamesa ante la eventualidad de que Siemens Energy decida lanzar una oferta pública de adquisición (OPA), según ha informado la agencia económica estadounidense Bloomberg. En el momento de escribir estas líneas, la acción de Siemens-Gamesa se paga a unos 17,38 euros. Hace un año, el valor del título de la empresa estaba en 35,64 euros.
Los rumores sobre una adquisición no son nuevos. El pasado mes de mayo Siemens Energy ya se vio obligada a desmentir que estuviera planeando la toma de control de Siemens Gamesa. Desde la dirección de Siemens Energy se viene apuntado que ya está todo dicho y que no hay lugar para los rumores sobre la OPA. Jochen Eickholt, integrante del Consejo de Administración, ha planteado al Handelsblatt que si bien existen “problemas” en los servicios onshore, esos “problemas con proyectos y nuevos desarrollos no tienen que ver con la estructura de propiedad” de la compañía.
Eickholt aludía a una situación que tiende a verse como un problema en Alemania: Siemens-Gamesa no está sometida al control de Siemens Energy más allá del control que pueda ejercer a través del Consejo de Vigilancia.
Siemens Energy, una empresa “bajo presión”
Para inversores, como los que representan el analista Ingo Speich en Deka Investment, fima que gestiona los servicios de inversiones del banco teutón DekaBank, “a través de una completa integración [de Siemens-Gamesa, ndlr.], Siemens Energy podría gobernar la empresa más fácilmente, abrir estructuras y reducir los caminos de la toma de decisiones”.
Está por ver si este tipo de opiniones acaban calando en la matriz alemana de Siemens-Gamesa. Lo que parece claro es que la situación de la empresa de Zamudio “pone bajo presión” a Siemens Energy, según el análisis reciente que hacen en el semanario económico germano WirtschaftsWoche.
Porque pese al carácter “esperanzador” en el actual contexto de cambio climático que aún se reconoce en Alemania a la apuesta por las energías renovables que es Siemens-Gamesa, de momento Siemens Energy sólo puede esperar mantener los números de su volumen de negocio en positivo. Tal y como apuntan en el Handelsblatt, “el negocio con el gas y las centrales eléctricas de vapor van según lo previsto”.