La reivindicación de los sindicatos de mejoras salariales en el sector de la automoción en España, dada la buena salud de la que hace gala esta industria, ha centrado la segunda jornada del XXX Encuentro de la Automoción de IESE, en la que ha vuelto a planear el escándalo del grupo Volkswagen.
Después de que ayer la patronal de los fabricantes de vehículos mostrara su satisfacción por el buen ritmo de ventas en España, que se situarán este año por encima del millón de unidades y en 2016, en algo más de 1,1 millones, los sindicatos han asegurado que ha llegado el momento de repartir los beneficios entre todos.
Así, los líderes de CCOO y UGT en Cataluña, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez, respectivamente, han defendido la necesidad de que los trabajadores de la automoción recuperen poder adquisitivo ahora que el momento del ciclo económico es otro y para evitar la conflictividad laboral.
En este sentido, Álvarez ha augurado episodios de conflictividad en los próximos meses si no se produce una mejora de las condiciones salariales, tanto en las compañías fabricantes como en las pymes de la industria auxiliar.
“Con conflictividad, será muy difícil que las fábricas mantengan el ritmo de abastecimiento necesario para continuar con su producción a tiempo real”, ha advertido.
Los dos líderes sindicales han pedido también que la mejora de la productividad en el sector pase a partir de ahora por medidas como la mejora de las infraestructuras, la reducción de los costes energéticos y la apuesta por la innovación y la formación.
En esta línea, Gallego ha apuntado que las medidas previstas en un convenio colectivo sólo suponen el 10 % de los costes de producción en la industria del automóvil, por lo que ve “mucho margen” para mejorar la competitividad en otros ámbitos.
En los pasillos del encuentro, el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, ha confirmado que los sindicatos acudirán a la próxima negociación del convenio de Seat, el principal fabricante español, con la petición de una mejora salarial al considerar que la plantilla “no tiene que pagar” los platos rotos del caso Volkswagen.
También el consejero director general de Nissan Motor Ibérica, Frank Torres, se ha mostrado convencido de que en los próximos meses podrá cerrar con los sindicatos de la planta de Barcelona una prórroga del convenio colectivo que incluirá probablemente un aumento salarial.
En declaraciones a los periodistas, ha asegurado: “Estamos trabajando en el convenio desde hace tiempo y creo que llegaremos pronto a un acuerdo que será bueno para todos”.
Por otra parte, el caso Volkswagen ha continuado planeando hoy sobre el encuentro, hasta el punto de que las últimas revelaciones sobre nuevas irregularidades han provocado la suspensión de la participación en la jornada de dos representantes de Seat: Xavier Ros (vicepresidente de recursos humanos) y Ramon Paredes (vicepresidente de Relaciones Institucionales).
Ayer, el presidente de Seat, Luca de Meo, disculpó también su ausencia asegurando que debía atender a reuniones al más alto nivel relacionadas con el escándalo de los motores trucados.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la asociación de fabricantes de vehículos Anfac, Mario Armero, se ha mostrado hoy convencido de que el escándalo de Volkswagen no afectará a las futuras ayudas PIVE, pensadas para impulsar la compra de coches más respetuosos con el medio ambiente.