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Un tablón con toda la información de los préstamos para que los bancos no puedan impedir los cambios de hipotecas

Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, este martes, en el Senado.

Daniel Yebra

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En 2023, con el Euríbor en el 3,86% de media en el conjunto del año —un máximo no visto desde 2007—, hubo cerca de 130.000 cambios de hipotecas en España. Junto a la amortización de parte de la deuda o de toda (para quien puede permitírselo), la novación (la modificación de los préstamos en la misma entidad financiera) y la subrogación (el traslado de la hipoteca a otro banco) son las únicas opciones de las familias para protegerse de una escalda de los tipos de interés como la ejecutada por el Banco Central Europeo (BCE) desde julio de 2022. Los 130.000 cambios de 2023 fueron un 43% menos que en 2006 —cuando el Euríbor promedió un 3,44%— y casi un 60% menos que en 2007 —cuando el índice respecto al que se calcula la cuota de las hipotecas se fue hasta el 4,45%—.

Los clientes con hipotecas a tipo de interés variable —el 70% del total de las vendidas en nuestro país— han tenido muchas dificultades para evitar la asfixia de la agresiva estrategia del BCE para luchar contra la inflación. Incluso más que en otros episodios similares (como se observa en el gráfico), mientras que los bancos no han parado de aumentar sus beneficios. “Las cifras indican que la mayoría de bancos retiraron la posibilidad de novar o subrogar las hipotecas de tipo variable a fijo cuando los tipos de interés empezaron a subir, atrapando a los hogares hipotecados en un 'corralito' del que no han podido escapar”, lamenta Carlos Martín Urriza, portavoz de Economía y Hacienda del grupo parlamentario de Sumar.



Una de las razones que explican que las entidades financieras hayan podido establecer este 'corralito' es la falta de competencia en el sector, que también se ha visto en “el insuficiente” incremento de la remuneración de los depósitos y del ahorro de los clientes —que no está “ni en línea con otros países, ni con episodios anteriores”, según admitió este lunes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo—. La concentración bancaria, que podría aumentar todavía más si sale adelante la OPA de BBVA sobre Sabadell, y los beneficios extraordinarios como consecuencia de la política monetaria del BCE han hecho que los bancos no hayan temblado ante la posibilidad de perder clientes.

El otro motivo que explica el 'corralito' de las hipotecas es la opacidad del mercado de los préstamos en nuestro país. Una falta de transparencia que podría mejorar si el Gobierno de coalición recoge el encargo que este lunes le ha hecho el Congreso de los Diputados. La Comisión de Economía de la Cámara Baja ha aprobado una proposición no de ley (PNL) de Sumar para que favorezca la “portabilidad” de hipotecas en un contexto de tipos de interés altos como el actual, y con un problema gravísimo de acceso a la vivienda en las grandes capitales y en los principales destinos turísticos por los elevados precios, los bajos salarios y la distorsión del alquiler turístico.



La propuesta salió adelante con los únicos votos en contra de Vox, pero con el apoyo del Partido Popular (PP), Bildu, ERC y PNV, y con la abstención del PSOE. El texto aprobado pide un tablón en la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) con la información de todos los préstamos ofertados por los bancos en España y con las condiciones que exigen a los clientes para favorecer la portabilidad en la misma entidad financiera (novación) o a otra (subrogación), “al igual que en el mercado eléctrico”, según defendió Carlos Martín Urriza en la Comisión de Economía. El diputado de Sumar puso su propio y tortuoso ejemplo para conseguir una subrogación como anécdota de las dificultades que han tenido las familias endeudados en este ciclo de subidas de los tipos de interés para aliviar el daño a sus 'bolsillos'.

“La anécdota que he vivido yo ha sido la contraria, me ha resultado más fácil de lo que parecía [cambiar de hipoteca]”, argumentó Carina Mejías Sánchez, representante del partido de extrema derecha Vox en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, quien votó en contra de la propuesta. Un PNL que, concretamente, “insta al Gobierno para que lleve a cabo los cambios normativos necesarios para que las entidades de crédito estén obligadas a publicar en la página web de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sus ofertas de crédito hipotecario junto a las condiciones que deben cumplir los clientes para acceder a las mismas”.

“No tenemos constancia de la mala praxis de los bancos”, coincidió Irene Garrido, del PP. En cambio, esta diputada del Grupo Parlamentario Popular apoyó la propuesta y pidió que, además, se diseñe “un fondo temporal para ayudar a que las familias con menos rentas hagan frente a las hipotecas ante las subidas de los tipos de interés” y la “recuperación temporal con unos criterios concretos de la deducción por adquisición o rehabilitación de la vivienda para ayudar a clases medias que también lo están pagando mal para pagar el recibo hipotecario”.

Abstención del PSOE

El representante del PSOE, Gonzalo Redondo, justificó la abstención en línea con el informe desfavorable sobre la propuesta del Ministerio de Economía, y defendió que el Gobierno ya “puso en marcha medidas para reforzar la protección del deudor vulnerable”. Entre ellas, eliminó las comisiones en 2023 y en 2024 de la novaciones y las subrogaciones.

“Compartimos la preocupación expresada desde el Grupo Parlamentario Plurinacional Sumar de otorgar máxima trasparencia e incentivar el recurso a las operaciones de la novación o subrogación de préstamos hipotecarios por parte de los hogares españoles para aliviar su carga hipotecaria”, arranca el informe del Ministerio de Carlos Cuerpo.

Pero advierte de que “debe tenerse en cuenta que la oferta concreta a un determinado cliente considera múltiples elementos que tienen incidencia en la valoración del riesgo de la operación a efectuar por la entidad de crédito —situación financiera, salario o ingresos recurrentes—. Adicionalmente, es previsible la existencia de otros parámetros como grado de vinculación o posibilidad de contratación de nuevos productos en el futuro. Todo ello hace imposible la elaboración y publicación de tablas concretas de ofertas y condiciones aplicables con carácter general en todos los supuestos”.

“Es más, una eventual publicación de supuestos podría generar unas expectativas que de no cumplirse generaría mayor frustración en los clientes. Por tanto, solo cabe publicar información general sobre operaciones previamente formalizadas a fin de que los clientes tenga una referencia sobre el nivel de tipos de interés de las operaciones que se están formalizando. Esta cuestión ya se encuentra prevista en la actual normativa de trasparencia” continúa.

“Por tanto, no se estima necesario acometer la medida propuesta por existir actualmente una herramienta a disposición del ciudadano. Cabría eventualmente reforzar el desglose de información que proporciona el Banco de España en su página web sobre tipos de interés y comisiones aplicados a los servicios bancarios”, concluye.

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