Telefónica ha publicado este jueves los resultados anuales del ejercicio 2023. El año se ha visto marcado por distintos eventos extraordinarios en el último trimestre que han llevado al grupo a cerrar el curso con unas pérdidas de 892 millones de euros. Estos efectos puntuales son las provisiones para afrontar el coste del ERE realizado en España y acordado con los sindicatos, así como una revisión contable de su negocio en Reino Unido, donde opera en una empresa conjunta con Virgin.
El grupo ha expresado en sus cuentas enviadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que eliminando estos efectos habría obtenido un beneficio neto de 2.369 millones de euros, lo que supondría un crecimiento de más del 17%. De hecho, hasta septiembre, el grupo venía presentando resultados positivos, aunque algo por debajo del año anterior.
La diferencia se ha producido en el cuarto trimestre, momento en el que Telefónica se ha anotado estos dos impactos extraordinarios, entre otros. El grupo cifra en 1.185 millones de euros el impacto en las cuentas anuales del recorte de plantilla en España, que afecta a 3.421 empleados y que se ha cubierto ya con salidas voluntarias. Por otro lado, apunta a que otros efectos extraordinarios, de 2.076 millones de euros, de los que 1.786 millones corresponden a la revisión contable del fondo de comercio en Reino Unido. Esto se debe, explica la compañía, “a la subida de las tasas de descuento y condiciones macroeconómicas en el Reino Unido que afectan a las estimaciones de los flujos de caja futuros”.
El resultado contable contrasta de hecho con un ejercicio en el que Telefónica ha cerrado con más ingresos que en el curso anterior. En concreto, la facturación ha subido un 1,6%, hasta los 40.652 millones de euros. Este incremento, que cumple con los objetivos que se había marcado el grupo para el ejercicio, se deben a un aumento en la venta de terminales y a una mejora de la facturación por servicios. Además, ha incrementado su número de clientes en el conjunto de países en los que opera, especialmente en fibra.
En lo que se refiere únicamente al negocio en España, su mercado de origen, Telefónica ha cerrado el año con un crecimiento de más del 3% en los ingresos, impulsados especialmente por la venta de terminales en el país, que ha crecido un 6,5%. Además, el grupo destaca algunos apuntes como que la tasa de salida de clientes a otras compañías (churn) es la más baja en 10 años y un aumento en el número de clientes, especialmente la ganancia de 8.000 en la televisión de pago, gracias al fútbol.
Pide desregulación tras la fusión Orange-MásMóvil
Telefónica ha celebrado el resultado de la fusión de Orange y MásMóvil, que recibió esta semana el aval de la Comisión Europea con algunas obligaciones de desinversión en favor de Digi. Para la compañía tiene un efecto indirecto: deja de ser líder en el mercado español. Por ello, el presidente José María Álvarez Pallete ha reclamado la “desregulación de Telefónica”. “Necesitamos que se nos deje competir”, ha planteado.
Pallete se refiere así a las obligaciones que tiene la compañía por ser el antiguo monopolio estatal. Esto supone que Telefónica tiene que permitir la utilización de sus redes por terceros o la venta de contenidos a precios topados por las autoridades de competencia. Ahora, Pallete defiende que no tiene sentido seguir con ello.
Su consejero delegado, Ángel Vilà, ha defendido que “esa desregulación permitiría hacer cosas que hasta ahora no se planteaban”. Así ha respondido a la posibilidad de realizar adquisiciones de pequeñas operadoras en España, algo que con las limitaciones de competencia que tiene hasta la fecha no sería viable. “Existe la posibilidad, aunque no hay nada por el momento, se abren posibilidades que habrían sido imposibles”, ha enfatizado.