Pasaron más de diez horas atascados en la AP-6, sin apenas información ni medios que despejasen la nieve de la carretera, pero muchos no tienen un solo ticket de su “infernal” paso por la vía de peaje. Es lo que le pasa a Arancha y Alejandra, ambas afectadas por el caos en la también llamada autopista del Noroeste el 6 de enero. En esta vía de pago se accede sin ticket y, cuando lograron pasar el puesto de peaje, estaban abiertos al paso. ¿Pueden entonces reclamar daños por las horas perdidas en medio del temporal? Las organizaciones de consumidores aseguran que sí, para lo que será fundamental cualquier prueba que sitúe a los afectados en el lugar, entre las que destacan las fotos y vídeos.
En los últimos días, entidades de consumidores como Facua y la OCU están informando y difundiendo campañas para animar a los afectados por el colapso en la AP-6 a reclamar los daños ocasionados ante la empresa concesionaria de la autopista, Iberpistas. Facua ha puesto en marcha una plataforma de afectados para facilitar asesoramiento y está estudiando las vías para actuar, si de manera individual o colectiva, explica su portavoz Rubén Sánchez. La OCU por su parte ha puesto en marcha una acción judicial colectiva para que los afectados puedan recibir una indemnización por los daños sufridos. De momento, “447 personas se han inscrito a nuestra campaña en Movilízate para solicitar información”, explica Ileana Izverniceanu, directora de comunicación y portavoz de la entidad.
Uno de los primeros consejos de estas plataformas es reunir toda la información disponible que acredite a estas personas se hallaron en el lugar del atasco. “Lo más directo es el justificante de pago” –reconocen en la OCU– “y, si no se tiene, los afectados pueden recurrir a pruebas como: vídeos y fotos, geolocalización del teléfono, llamadas al servicio de emergencias o información”.
Arancha afirma que toma mucho la AP-6, por lo que conoce bien su recorrido. “Cuando entras no coges ticket, se paga el peaje en San Rafael, antes del tunel de Guadarrama”, explica. Ella se quedó atrapada por los coches y, tras diez horas de camino, observó que “habían levantado el peaje, todos los puntos de pago estaban llenos de nieve, menos uno o dos por los que pasábamos todos. No tengo ticket de entrada ni ticket de salida”, explica. El mismo caso es el de Alejandra, con “20 horas de viaje, 17 de ellas atascados en la nieve”. En los dos casos, ninguna tuvo acceso a ninguna estación de servicio, por lo que no tienen ningún gasto ni recibo que puedan presentar como prueba de su estancia.
Si no hay fotos, la geolocalización del teléfono
Sin embargo, durante el recorrido sí hicieron fotos y vídeos. Arancha envió también varias veces su localización por Whatsapp a familiares para saber dónde se encontraba “porque no se veía nada con la nieve” y utilizó las redes sociales para responder, entre otros, al director general de Tráfico, “para decir que era mentira que estaban los medios a todo rendimientos, como dijo. Llevaba parada tres horas y solo había visto pasar a dos quitanieves”. Alejandra también escribió comentarios en redes sociales, llamó al 112 y contactó con el servicio de emergencia por correo electrónico“. En su caso, estuvo en la carretera con ”tres niños pequeños, dos de 4 años y otro de 7, y fue un auténtico calvario“, recuerda.
Estas interacciones sociales a través de sus teléfonos móviles pueden ser la prueba que les ayude a reclamar una compensación por las horas abandonados en la nieve. Rubén Sánchez considera que las personas que no cuentan con ningún ticket ni recibo de compras en el camino pueden recurrir simplemente con estas fotos y vídeos del incidente. Su primer consejo: que guarden todas estas pruebas gráficas.
¿Y si alguien no hizo ninguna foto durante el viaje? “Rara es la familia que no se grabó un vídeo”, sostiene el portavoz de Facua, aunque añade que “se podría pedir la geolocalización del teléfono a la compañía del usuario, de las llamadas o de alguna aplicación con geolocalización”.
Qué pueden reclamar los afectados
Isabel, otra afectada por el colapso, sí pasó por un primer punto de peaje en León, pero el de antes de Guadarrama también lo cruzó sin abonar ninguna cantidad. En su caso, tuvo suerte de estar cerca de un área de servicio, donde sí efectuó algunos gastos, como repostar gasolina y algunas compras para comer.
Esos gastos pueden ser exigidos a la entidad concesionaria, según el criterio de Facua y la OCU. Las entidades consideran que hay dos tipos de daños tasables: los materiales, todo gasto ocasionado en el viaje (o como fruto de este, como perder un avión, por ejemplo), y los morales. Ambas entidades reconocen que estos últimos son más difíciles de cuantificar y que dependen de la interpretación de los jueces. La OCU estima ya que “los daños morales podrían alcanzar hasta los 1.000 euros”.
Todas las personas afectadas por el atasco contactadas por este medio sostienen que pretenden reclamar, aunque aún no se han informado sobre los pasos que seguirán. En la opinión de Arancha, Alejandra a Isabel, más que los daños materiales –que pueden no ser muy abultados– consideran que tuvieron más daños morales. “Te sientes súper desamparada. Me agobié mucho de que no tuviera eco la noticia hasta mucho tiempo después. Psicológicamente fue complicada de vivir, sobre todo por la sensación de abandono”, lamenta Alejandra.
Desde Facua prefieren no aventurarse a dar una cifra de a cuánto pueden ascenden las indemnizaciones por daños morales. Una pista puede encontrarse en la jurisprudencia. Aunque en este caso, recuerda Rubén Sánchez, el más similar que se ha recordado en estos días –el bloqueo de la autopista AP-1 en 2004– “tiene trampa”. En esa ocasión, se condenó a la concesionaria Europistas a pagar 150 euros a cada afectado por daños morales (más de 4.000 personas), al considerar que hubo negligencia. Pero la causa tenía como demandante a Ausbanc, indica Sánchez, y un informe de la UDEF apunta que su presidente Luis Pineda alcanzó un acuerdo extrajudicial con la empresa para rebajar la indemnización que debían recibir los automovilistas. A cambio, Europistas pagó a Ausbanc un total de 406.000 euros ocultados en convenios publicitarios, según publicó El Confidencial.
Hay otros ejemplos que podrían servir de referencia. En 2008, los tribunales condenaron a Aucalsa a pagar 900 euros (la mayoría por daños morales) a una pareja que quedó atrapada en su coche durante seis horas en la AP-66 por culpa de la nieve. En este caso, Ausbanc también llevó la denuncia de afectados a los tribunales: 90 personas que recibieron una indemnización total de 15.497,75 euros.