Madrid, 3 nov (EFE).- El dólar, la bolsa estadounidense en general, y sus pequeñas compañías serán los grandes beneficiados si Donald Trump gana las elecciones presidenciales de EE.UU. del 5 de noviembre, mientras que los grandes valores y los cíclicos serán los favorecidos en el caso de que Kamala Harris alcance la Casa Blanca.
Este martes, EE.UU. celebra elecciones presidenciales, unos comicios que están marcados por la incertidumbre ya que los candidatos están empatados en las encuestas, según explican los expertos, que ven sectores en bolsa que se verán beneficiados y otros perjudicados, dependiendo del ganador.
En el caso de que la demócrata llegue a la Casa Blanca, los analistas consideran que los grandes valores cotizados y los cíclicos serán los que se beneficien.
Una victoria de Trump sería positiva para la renta variable estadounidense en general, y para los pequeños valores, en particular, además de para el dólar.
Así lo considera Ebury, para quien una victoria de Trump implicaría un fuerte repunte del dólar, aunque descarta que la moneda alcance la paridad con el euro.
El jefe de estrategia de mercado de Ostrum AM (filial de Natixis IM), Axel Botte, ha asegurado que los mercados “parecen obsesionados, casi paralizados, por las próximas elecciones estadounidenses”.
“El horizonte de inversión se acorta y los precios de los activos reflejan el amplio abanico de expectativas de los participantes en el mercado”, ha dicho Botte, quien advierte de que los próximos diez días, en los que además se conocerá la decisión de tipos de la Reserva Federal (Fed), “son cruciales para la dirección del mercado en los próximo meses”.
La gestora Federated Hermes también señala que una de las grandes preocupaciones de los inversores son las elecciones estadounidenses, y aunque los mercados tienden a subir con el tiempo, independientemente de quién ocupe la presidencia, “la política gubernamental sí influye en qué sectores del mercado bursátil lo hacen mejor”, dice.
Consideran que una victoria de Trump favorecerá a valores financieros, industriales, energéticos y de pequeña capitalización, que asimismo se verán apoyados por la promesa de un mayor crecimiento económico, menores cargas regulatorios e impuestos.
La gestora opina que, en el caso de que la actual vicepresidenta estadounidense se imponga en las elecciones, “es poco probable que el statu quo cambie de forma significativa”.
Desde Schroders también apuntan que la victoria de Harris no cambiará significativamente el panorama, dado su apoyo a muchas de las políticas del actual presidente, Joe Biden, y la probabilidad de que tenga que lidiar con una legislatura dividida.
La gestora de fondos Muzinich & Co vaticina que con un gobierno de Harris probablemente sectores como el de las energías limpias, o vivienda se encuentren entre los beneficiados, mientras que la energía, la automoción, la defensa y el farmacéutico podrían sufrir un impacto negativo.
La victoria de Trump, por su parte, sería favorable para los sectores orientados al mercado interno, como la energía (producción y distribución), los servicios públicos, el sector inmobiliario, el farmacéutico, el industrial centrado en el mercado interno y las empresas centradas en las fusiones y adquisiciones.
Desde Renta4, también creen que petroleras, financieras, o criptomonedas serían las beneficiadas con Trump, y las renovables o el sector de defensa, las que obtendrían más rédito en el caso de Harris.
No obstante, auguran volatilidad en el mercado si se registra un resultado ajustado y dicen que la clave final será el reparto de poderes entre la presidencia y las Cámaras.
Pese a todas estas predicciones, desde Vontobel explican que la reacción del mercado dependerá de las diferencias políticas que se esperan entre los candidatos, de la probabilidad de que lleven a cabo dichas políticas, y su impacto económico.
Sea quien sea el ganador, muchos analistas auguran que la deuda de Estados Unidos aumentará en billones de dólares.
Al respecto, desde Natixis advierte de que tanto Harris como Trump “serán derrochadores, proponiendo políticas que degradan aún más la trayectoria fiscal a largo plazo”.
“Las políticas de Harris proporcionarán algunas compensaciones de ingresos, pero darán lugar a un crecimiento más lento y menos inversión, mientras que las de Trump promoverán el crecimiento, pero aumentarán las presiones sobre los precios y empeorarán las perspectivas de la deuda”, manifiestan.
Al respecto, el analista de IG Sergio Ávila advierte de que la perspectiva de mayores aranceles con Trump amenazaría con detener el avance en la lucha contra la inflación, algo que impactará en la política monetaria de la Fed y en el crecimiento.