UGT denuncia ante la Inspección de Trabajo la situación de fraude en Deliveroo, Glovo, Uber Eats y Stuart
- La denuncia llega después de que la Inspección de Trabajo considerara que los riders de Deliveroo deberían ser asalariados, tras una denuncia de Intersindical junto a varios mensajeros
UGT ha registrado en la Dirección General de Trabajo y Seguridad Social una denuncia con el objetivo de demostrar que los trabajadores de Deliveroo, Glovo, Uber Eats y Stuart tienen una relación laboral con estas empresas para las que ejercen de repartidores, ha informado el sindicato. Por el momento, los riders trabajan para las plataformas bajo la figura de trabajadores autónomos, algo que la organización sindical pide investigar tras la resolución de la Inspección de Trabajo en Valencia que consideró que los mensajeros de Deliveroo son falsos autónomos.
La conclusión de la Inspección en Valencia, que Deliveroo ya anunció que recurirá, fue resultado de una denuncia colectiva de Intersindical junto a varios mensajeros de la empresa. UGT apunta ahora en su carta a la Dirección General que “el sistema de trabajo de Deliveroo se realiza en todas las provincias y es imitado por otras empresas que comparten métodos de trabajo e indicios de ajeneidad y dependencia comunes entre ellos”. Por ello, amplían su denuncia a las empresas detrás de las plataformas de Glovo, Uber Eats y Stuart.
Este viernes, la Intersindical valenciana ha anunciado también que, tras su éxito contra Deliveroo ante la Inspección, denunciará también a Glovo.
UGT explica en su escrito que, además de la resolución contra Deliveroo, el sindicato ha recibido denuncias concretas de trabajadores a través de su página 'Turespuestasindical.es', que les llevan a concluir que las empresas “establecen relaciones laborales encubiertas, en fraude de ley, a través de la figura de falsos autónomos”.
La organización explica que los repartidores que han atendido han puesto de manifiesto que las empresas controlan a los riders a través de las app, “con la que pueden saber en todo momento la geolocalización del trabajador e impartir órdenes, ofertas y sanciones”.
Además, consideran –al igual que ha concluido el Tribunal de Justicia de la UE para Uber y la Inspección para Deliveroo– que la infraestructura fundamental para poder realizar la actividad está en manos de la empresa y es la propia app, “sin la que no sería posible dicha actividad, o la relación con los proveedores”.
Otros indicios que llevan al sindicato a considerar a los repartidores falsos autónomos es que la aplicación organiza horarios y distribuye, según una evaluación personal, las franjas en las que el trabajador podrá recibir pedidos. Es la empresa la que decide quién trabaja y quién no, indican, y además están expuestos a un régimen sancionador: “En caso de no acatar las instrucciones o decisiones de la empresa, los trabajadores son castigados con el cese de la prestación del servicio (...) o bien a una baja calificación” que conlleva que la compañía te dé menos horas de trabajo o ninguna.
La empresa es también la que “fija unilateralmente los precios de los pedidos” y es ella también la que “hace las facturas a los trabajadores”, informan. La compañía les imparten formación antes de empezar a trabajar, tienen que llevar la imagen de la empresa por toda la ciudad (en el caso de Stuart se les proporciona un uniforme, apuntan), y mantener “un comportamiento determinado con los clientes”.
Además, UGT critica que la empresa hace recaer sobre los riders toda la responsabilidad de la relación laboral (IVA, IRPF, seguridad social de autónomos, mantenimiento del vehículo, seguros, etcétera) mientras que las empresas ingresan las ganancias por las dos vías: por el consumidor y por el trabajador.
El sindicato denuncia por todo ello que los mensajeros no son trabajadores autónomos sino que están “atrapados” en un sistema impuesto en el que las condiciones vienen dadas y solicita a la Inspección que actúe por el perjuicio que pueden tener estos modelos de trabajo para “los derechos laborales de los trabajadores y el importantísimo perjuicio para las cuentas de ingreso de la Seguridad Social”.
Un reciente informe encargado por el Parlamento Europeo a la Universidad de Leeds concluye que el 70% de las personas que prestan servicios en las app o plataformas digitales tipo Uber o Glovo están fuera de los esquemas de protección social europeos.