Los “visados dorados” en España se han vuelto a disparar por tercer año consecutivo. Son autorizaciones de residencia que se conceden desde septiembre de 2013 a extranjeros que invierten en España más de 500.000 euros en inmuebles, más de un millón en depósitos, más de dos millones en bonos del Estado o son profesionales “altamente cualificados”.
De este modo, y tras un inicio renqueante, las “visas gold” han pasado de 14.804 a finales de 2015 a 27.301 un año después. A cierre de 2017 ya son 41.094 (entre beneficiados y sus familiares) según los últimos datos disponibles, a los que ha tenido acceso eldiario.es. La mayoría de los extranjeros que acuden a este sistema para obtener su permiso de residencia en España son chinos y rusos. En total, las inversiones han ascendido a 3.026 millones de euros, un 77% de ellas en casas y pisos de lujo.
Diseñados para atraer inversión extranjera y utilizados en muchos países del mundo, los “visados dorados” se aprobaron en España en septiembre de 2013, en plena debacle fiscal y del sector inmobiliario, a través de la ley de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. El programa flaqueó en sus comienzos por la dureza de los requisitos que se imponían, hasta que en 2015 un cambio en la normativa facilitó los trámites burocráticos. Desde entonces ya no es necesario conseguir un visado provisional. Además, la autorización de residencia se otorga por dos años renovables cada cinco, y no cada dos, como inicialmente, y se facilita el reagrupamiento. De los 41.094 visados concedidos hasta ahora, 21.726 los han obtenido familiares.
Riesgos de abuso y corrupción
Pero este tipo de focos de atracción para millonarios extracomunitarios que deseen contar con una puerta de entrada a la zona Schoengen vía España, pueden traer aparejadas situaciones indeseables, según organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI). “La rápida emergencia y crecimiento de este tipo de planes podría exacerbar los riesgos de abuso y corrupción”, asegura un informe de este organismo de 2015.
En Bruselas, la ONG Global Witness ha reclamado recientemente a la Comisión Europea que controle con más cuidado este tipo de programas de “residencia comprada”. Una de sus portavoces, Naomi Hirst, explica a eldiario.es: “los riesgos de corrupción y para la seguridad de estos planes son dobles: son atractivos para los criminales y los corruptos porque ofrecen la oportunidad de evadir eventuales persecuciones en su propio país. Es una tarjeta de 'salida gratuita de la cárcel' que permite continuar sus actividades en países miembros de la UE, disfrutando de libertad de movimientos y los derechos de ciudadanía. Además, por la cantidad de dinero que mueven, estos programas tienen un riesgo de soborno para políticos y funcionarios”.
Hirst recuerda el caso de Portugal, donde dimitió en 2014 el ministro del Interior, Miguel Macedo, por un caso de corrupción vinculado a la emisión de los 'visados dorados'. Macedo fue imputado por “sospechas de prevaricación y tráfico de influencias” en la concesión de estos visados, que eran adquiridos en el país luso mayoritariamente por ciudadanos chinos, como en el caso de España.
Preguntados por cómo se evita en España este riesgo, fuentes de la secretaría de Estado de Comercio explican que para ser beneficiario de un visado o una autorización de residencia, se exige entre otras cosas “carecer de antecedentes penales en España y en los países donde haya residido en los últimos cinco años, por delitos previstos en el ordenamiento jurídico español”. Además, se realizan controles “ex ante”, con especial atención a evitar el blanqueo de capitales, y también “ex post” para asegurar que, a lo largo de la vigencia del visado/autorización de residencia, se siguen manteniendo las condiciones exigidas para su concesión.
En relación al hecho de que estos programas se desarrollen en medio de una crisis migratoria como la que tiene atrapadas a miles de refugiados en Grecia, Hirst añade que “la mayoría de las personas pueden considerar indignante que el derecho a ciudadanía se pueda vender al mejor postor”.
Inmuebles: Chino que compra en Barcelona por 649.414 euros
Los expedientes de inversión en estos años (los datos oficiales no vienen desgranados por fecha, y son acumulados) han sido 3.350. De ellos, el 93,7% de los casos son compras de inmuebles. Mayoritariamente son ciudadanos chinos (32,6%) o rusos (30,1%). El valor de las inversiones inmobiliarias ha sido de 2.332 millones de euros. Es decir, 742.855 euros de media por cada casa. En el caso de los ciudadanos venezolanos el gasto medio en inmuebles se dispara hasta los 951.551 euros, colocándose en la primera posición.
La provincia de Barcelona es, con creces, donde más se ha invertido (un 44,1% del total), seguida de Madrid (15,6%), Málaga (15,1%) y Alicante (7,4%).
Según Naomi Hirst, “en países donde las gente puede comprar pasaportes y permisos de residencia a través de invertir en una propiedad, hay una preocupación real de que puedan presionar al alza los precios de la vivienda y distorsionar el mercado. El FMI asegura también que la inversión privada ”podría tener un impacto real y directo en algunos sectores, particularmente en el de la construcción y el inmobiliario“, aunque esto se podría experimentar sobre todo en países pequeños.
Activos financieros: Ruso que invierte 1,1 millones
Un total de 53 ciudadanos rusos han utilizado la fórmula de la inversión en activos financieros (más de dos millones de euros en deuda pública o un millón en acciones de empresas españolas o depósitos bancarios en entidades financieras españolas). De media han invertido 1,1 millones de euros. Tras ellos, diez súbditos chinos han dedicado un millón de media (10 inversiones de 10 millones de euros en total), ucranianos (9 inversiones de 12 millones en total).
También ha habido 62 inversiones en proyectos empresariales “que vayan a ser desarrollados en España y que sean considerados y acreditados como de interés general”. En este caso, los ciudadanos chinos vuelven a ser mayoritarios (42%). Han sido seis proyectos con una inversión de 226 millones que ha creado 740 puestos de trabajo. Ha habido también nueve inversiones rusas (29 millones, 201 puestos) y cinco egipcias (8 millones, 175 puestos).
Profesionales altamente cualificados: Venezolanos
Otra de las fórmulas para obtener estos permisos es ser un “profesional altamente cualificado”. En este caso, la mayoría de los visados concedidos ha sido para venezolanos (959 autorizaciones, un 12% del total), brasileños (9,35% del total) e indios (8,93% del total).
Fuentes de Comercio, dependiente del Ministerio de Economía, concretan que se trata de personas que por su formación o conocimiento especializado van a desarrollar un puesto de trabajo directivo o especializado. Para ello, se analizan los currículos de los solicitantes con el puesto de trabajo a desarrollar, y que su salario esté acorde con su nivel. Por otro lado, también se entiende por “profesionales altamente cualificados” a aquellos graduados, postgraduados de universidades y escuelas de negocio de reconocido prestigio. “Es objetivo de la ley atraer el talento”, recuerda Comercio.