La importancia de promover la economía circular en las organizaciones
“Las empresas que no sean sostenibles no podrán sobrevivir. La sostenibilidad es una oportunidad de negocio que aporta beneficios a las organizaciones: a sus colaboradores, sobre la cuenta de resultados, en el ahorro de costes y muchos más”. Estas palabras, recogidas en el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, reflejan la realidad de los negocios de hoy en día, donde la sostenibilidad ha dejado de ser una opción para convertirse en una prioridad que fomenta el crecimiento y la rentabilidad, además de generar un impacto positivo en materia ambiental y social que contribuye a medio y largo plazo al progreso de las comunidades donde operan.
En este camino, la economía circular juega un papel muy importante. Se trata de un nuevo modelo de producción y consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo, promueve la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos. “Teniendo en cuenta que todo lo que genera la naturaleza es un recurso o alimento para otro ser vivo, la economía circular supone imitar este flujo cerrado donde no existe el desperdicio”, señalan desde Banco Santander. Mientras que su opuesto, el modelo tradicional, se basa en el patrón coger, producir, consumir y tirar, un ciclo abierto que termina en grandes cantidades de basura y contaminación.
Se estima que la Unión Europea produce más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año. Un dato que pone sobre la mesa la necesidad de redefinir la forma en la que producimos y consumimos a nivel personal y empresarial. El grupo financiero, a través del portal Santander Impulsa Empresa, explica cómo pueden las organizaciones implementar diversos modelos de economía circular de manera eficiente.
Según estos expertos, las empresas deben seguir algunos pasos previos para aplicar este modelo. Entre ellos, analizar su situación, la huella ecológica que dejan y el impacto medioambiental para conocer los riesgos a los que deben hacer frente y las fortalezas con las que cuentan; elaborar políticas internas específicas que engloben a todos los departamentos de la empresa, así como los indicadores y el modo de realizar un seguimiento de éstas; idear una hoja de ruta que indique el camino a seguir y los objetivos a cumplir, con tiempos determinados para llevarlos a cabo; y colaborar con partners y otros agentes con los que se comparta una agenda de sostenibilidad.
Muchas ideas de negocio de éxito han entendido que implementar la economía circular implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible hasta cerrar el círculo para crear valor añadido. La entidad recoge algunos de los modelos que más triunfan en la actualidad y que sirven de ejemplo de economía circular para las empresas, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico:
Modelos de suministro circular, que evitan recursos totalmente nuevos y los sustituyen con materiales renovables o recuperados. Modelos de recuperación de recursos, que emplean la tecnología para rescatar el valor de un producto y utilizarlo en el siguiente ciclo. Modelos que prolongan la vida útil del producto, a través de su reparación y la actualización. Modelos de economía colaborativa, en los que se comparten los bienes y productos y, por lo tanto, también los gastos. Modelos de product-as-a-service, donde el consumidor puede utilizar por un tiempo limitado un producto, sin obtener su propiedad.
Según Santander, cada día son más las empresas que se quieren sumar a la transición hacia una economía más verde y sostenible y, en esto, la circularidad es el futuro. “Las políticas de Responsabilidad Social Corporativa y las estrategias de Sostenibilidad van cobrando relevancia a medida que las empresas aceptan su papel como agentes esenciales del cambio”, señala. Y destaca entre las ventajas para las empresas el aumento de la competitividad, ya que “al optimizar la gestión de los residuos, reutilizar y reciclar al máximo, los costes se reducen, lo que puede traducirse en precios más bajos que otros competidores”; y una mejor imagen de marca entre los consumidores, cada vez más exigentes en sus decisiones de compra. “Anticiparse a una legislación que, a todas luces se encamina hacia la economía circular, actuará como pasaporte a otros mercados nuevos desde una posición privilegiada”.
Banco Santander tiene el objetivo de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050, no sólo en su actividad directa sino también en la derivada de su actividad de financiación, asesoramiento e inversión a sus clientes. Para ello, cuenta con una oferta de soluciones sostenibles para ayudar a las empresas en su compromiso con el cuidado y protección del medioambiente. Además, autónomos, emprendedores y compañías de cualquier tamaño pueden encontrar en Santander Impulsa Empresa contenidos relevantes y exclusivos que les servirán de guía para crecer, digitalizarse, internacionalizarse y avanzar hacia una economía más sostenible.