“Quiero ser actriz. Me imagino delante de las cámaras, pasándomelo bien. Pensaba que no iba a ser nadie, ni siquiera llegar a 1º de la ESO, y al final mírame ahora”. El testimonio de Tania en el primer capítulo de La Oportunidad, la docuserie presentada por Ayuda en Acción, simboliza la transformación del miedo en sueño, cambiar la vulnerabilidad por fortaleza. Historias de superación, historias inspiradoras que demuestran que todas y todos podemos tener y dar la oportunidad de transformar nuestro futuro.
Tanto en su caso como en el de Luis, coprotagonista de este primer capítulo situado en Extremadura, se nos presenta la realidad de jóvenes que por su temperamento —en el caso de Luis— o por las secuelas mentales del bullying en la infancia —en el de Tania— habían quedado fuera de la rueda de la formación y veían comprometido su futuro. Estaban desligados del sistema, como apunta Laura López, responsable de comunicación y posicionamiento de Ayuda en Acción: “Intentamos volver a reengancharlos para que vuelvan a creer en sí mismos”.
Se necesitan solo un par de minutos del primer capítulo para entender la importancia de las segundas oportunidades en el caso de chicos tan jóvenes como Luis y Tania, no solo a nivel formativo, también a nivel personal, con la mejora de la relación con su familia y entorno y además con la evolución y madurez adquirida durante este tiempo.
“Me pegué una charla en el espejo, me prometí que iba a cambiar todo, que no iba a ser la Tania que se dejaba hacer daño. Es decir, yo puedo cambiar como cualquier persona también puede cambiar”.
Más allá del entorno familiar
La evolución de la parte madurativa y estudiantil es constante. Se hace un acompañamiento en la transición de la Formación Profesional al mercado laboral, presentando oportunidades en las que se pone en marcha la cobertura de las necesidades sociales a las que no se pueden atender de otra forma. “Gracias a que hay personas que invierten en programas como este tenemos a gente que intentan ayudarnos en todo lo posible y humano”, comenta Luis.
El poso de esperanza que deja esta docuserie es el horizonte de convertirse en una nueva persona, dejar atrás todo lo malo y centrarse en un futuro prometedor, poniendo en el foco los problemas de muchos jóvenes en nuestro país que siguen sufriendo una situación de gran vulnerabilidad que les lleva a dejar los estudios, a seguir conductas y caminos que a veces hacen que se pierdan.
Uno de cada ocho jóvenes abandona la escuela en España
Esta docuserie refleja la importancia del modelo de intervención de Ayuda en Acción. Un modelo basado en el acompañamiento del personal docente y del alumnado, con planes planes de orientación que mejoran el desarrollo personal, el autoconocimiento, la autoconfianza, la empleabilidad, y la definición de su proyecto profesional.
A veces los encuentros son clave. Para Luis y Tania, el cruzarse con sus orientadores y Ayuda en Acción no solo les ha dado la confianza necesaria para creer en si mismo y seguir adelante, sino también, las ganas de aprender, de mirar el día de mañana con esperanza y de aprovechar esa nueva oportunidad para construir su futuro.