A menudo, la sanidad privada se presenta a sí misma como un apoyo o complemento para el sector público, lo que exige una frecuente autoevaluación que confirme este propósito. Hasta la irrupción de la pandemia, este análisis se realizaba a través de RESA, un informe que tuvo periodicidad anual entre los años 2012 y 2019, y cuya novena edición, correspondiente al presente ejercicio, acaba de ser presentada por la Fundación IDIS —Instituto para el desarrollo e integración de la sanidad—, tras cuatro años de parón.
En su regreso, el Estudio RESA 2023. Indicadores de resultados sanitarios en la sanidad privada, ha sido elaborado por IQVIA en base a la información proporcionada por más de 500 centros. Los indicadores —más de un centenar, de los que una treintena eran nuevos con respecto a ediciones anteriores— se han ajustado a datos procedentes de más de cinco millones de urgencias atendidas, alrededor de 4,5 millones de consultas de especialista, más de 700.000 altas o cerca de dos millones de pruebas de diagnóstico por imagen.
Para desgranar los detalles del informe, la Fundación IDIS organizó un acto de presentación en el que participaron Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad; el doctor Juan Abarca, Ángel de Benito y Marta Villanueva, presidente, secretario general y directora general de IDIS, respectivamente; y Nicolás Guerra, director general de las clínicas IMQ. El evento también sirvió como puesta de largo para reconocer la labor de 170 organizaciones asistenciales del entorno público y privado, mediante el Reconocimiento QH que otorga la fundación.
Respecto a los resultados del estudio, Pilar Aparicio destacó que “los datos nos sirven para valorar cómo estamos, pero también para analizar la actual tendencia y comprobar qué tenemos que hacer para mejorar la calidad que ofrecemos a los pacientes y a todas las personas que asisten al sistema sanitario”. En este sentido, la directora general de Salud Pública puso en valor “la normativa sanitaria que tenemos en España”, ya que “afecta a todos y todas, sea el sector público o el privado, y que es especialmente garantista”.
Por su parte, Juan Abarca apuntó en su valoración que “el Estudio RESA es un ejercicio de responsabilidad por parte del sector, de búsqueda de la mejora continua, y constituye un impulso para fomentar la publicación de resultados en salud, lo cual es esencial para avanzar en la calidad de la asistencia, el aspecto que precisamente hoy se valora aquí con la entrega de los Reconocimientos QH”.
Mejor accesibilidad, excepto en citas para especialista
Los encargados de concretar los detalles de RESA 2023 fueron Villanueva y Guerra, quienes precisaron para comenzar que “la accesibilidad del sistema mejora en términos generales”. Para sostener esta afirmación, la directora general de IDIS inició su análisis concretando que “los días de espera para intervenciones quirúrgicas han descendido hasta los 27,3, mientras que en 2019 eran de 30,5”. En relación con los tiempos de espera para citas con el especialista, “ahora rondan los 15 días y los tiempos para la citación en radiodiagnóstico se sitúan en 9,8 días para mamografía, 7,7 para resonancia magnética o cuatro para TAC. Todos ellos mejoran con respecto a 2019”, apuntó.
Sin embargo, pese a que los datos positivos son la tónica general del informe, especialmente en materia de citación a pruebas de radiodiagnóstico o de laboratorio, los tiempos para consultas externas han experimentado un incremento significativo en todas las especialidades. Así, los pacientes esperan 22,7 días para ser atendidos en dermatología, 16,2 en obstetricia, 12,4 en traumatología y 12,3 en oftalmología. Todas estas especialidades crecen con respecto a 2019 e IDIS achaca el aumento a “la posibilidad de que los datos reflejen la acumulación de consultas no urgentes que no pudieron ser atendidas durante la pandemia y al incremento del número de asegurados”.
Al margen de la accesibilidad, RESA recoge que la estancia media hospitalaria sí descendió hasta los 2,9 días de media —3,57 en 2019—, así como la estancia media preoperatoria a 0,34 días. De estos promedios, IDIS extrae la conclusión de que “la sanidad privada es resolutiva, ya que la tasa de retorno al hospital después del alta es solo del 3,1% en retorno a urgencias a las 72 horas por el mismo diagnóstico, 4,5% de reingreso en hospitalización a 30 días del alta, 1,2% de reingreso por causas quirúrgicas a los siete días y 0,5% de ingreso postcirugía ambulatoria —a los 30 días del alta—”, confirmó Villanueva.
Una de las novedades del informe con respecto a ediciones anteriores es la incorporación de indicadores centrados en el concepto de seguridad del paciente, en este caso avalados por la estadounidense AHRQ —Agency for Healthcare Research and Quality—, como es el caso de la mortalidad en GRD, que se sitúa en un 0,13%, o la incidencia de otras complicaciones, por debajo del 1%. “Es destacable el 91,9% de intervenciones de cirugía segura, como ejemplo de la mejora continua del sector”, subrayó la directora general de IDIS.
En materia de procesos clínicos, el estudio recoge indicadores específicos como la fractura de cadera, el infarto de miocardio o el cáncer, entre otros. En el primero, el texto especifica que los pacientes permanecen ingresados un promedio de 7,9 días, mientras que para el segundo la estancia media es de 5,2 días y en los procesos oncológicos se sitúa en 1,6 —para el cáncer de mama—, 6,4 —pulmón— y 3,1 —próstata—, con una tasa de reingreso del 2,2%, 17,6% y 4,9%, respectivamente. Sobre estos aspectos, Villanueva aseguró que “se pone de manifiesto la capacidad del sistema privado para gestionar de forma eficiente y resolutiva patologías de alta complejidad”.
En la misma línea, Nicolás Guerra consideró durante la presentación del estudio que “la apuesta para que la asistencia sea de calidad es patente, con más de un 80% de unidades y servicios con reconocimientos de calidad, algunos de los cuales han experimentado un crecimiento importante como bloque quirúrgico o consultas externas”.
Un reconocimiento a la calidad asistencial
El evento concluyó con la puesta de largo de los Reconocimientos QH en sus diferentes categorías: centros de especialidades y policlínicos privados, hospitales privados, hospitales públicos, otros centros públicos y mutuas. El objetivo que busca la Fundación IDIS es, en palabras de Ángel de Benito, “incentivar a los centros asistenciales, sean públicos o privados, a que proporcionen los mejores resultados sanitarios y de salud posibles en términos de acceso, eficiencia, calidad y seguridad, resolución asistencial y experiencia de paciente”.
De esta forma, durante el evento —que suponía la décima convocatoria de los reconocimientos— se otorgaron 13 sellos nuevos, 71 de renovación y 11 mejoras de categoría, tras evaluar 127 solicitudes. El Comité Auditor encargado de valorar el trabajo de los centros presentados estuvo constituido por Avelino Brito, director general de la Asociación Española para la Calidad (AEC); Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes; José Soto, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y el propio secretario general de la Fundación IDIS.