El voluntariado corporativo se ha convertido en una herramienta esencial para plasmar los valores de una empresa y fomentar entre los trabajadores el respeto y la solidaridad. Pero también la motivación, el espíritu de equipo, el orgullo de pertenencia y el compromiso. Cada vez son más las grandes organizaciones que, convencidas de que deben hacer más para construir un mundo justo y sostenible, están integrando en su estrategia políticas de responsabilidad social en las que también participan activamente los empleados.
Según los últimos datos, el número de compañías españolas que ha incorporado este tipo de iniciativas en su estrategia ha crecido cerca del 70%. Aunque durante el confinamiento provocado por la emergencia sanitaria estas actividades tuvieron que conformarse con seguir un formato online, con la vuelta a la normalidad se están recuperando con fuerza.
Hace ya tiempo que Banco Santander ha alineado a toda la organización en este cambio cultural. La entidad tiene en el voluntariado corporativo una fórmula de generar valor dentro de la organización e involucrar aún más a los empleados en su modelo de banca responsable a nivel global. Solo en España, más de 4.000 trabajadores del banco apoyaron en 2021 causas, proyectos y organizaciones sin ánimo de lucro y, con ello, ayudaron de forma directa a más de 18.000 personas.
Muchos de los programas de la entidad financiera siguieron enfocándose el año pasado en aliviar los efectos de la pandemia entre las personas más vulnerables. Las iniciativas habituales continuaron funcionando y cumpliendo con todas las medidas sanitarias, bien de manera presencial o virtual. En total, la cifra de empleados que participaron en actividades sociales superó las 28.000 personas, que dedicaron más de 46.000 horas de su vida diaria a iniciativas de voluntariado.
“Estos programas nos brindan la oportunidad adicional de desarrollarnos y aprender, nos saca de nuestra zona de confort, hace crecer nuestro compromiso, nuestro orgullo de trabajar en una empresa que contribuye a mejorar las vidas de las personas y las entidades del tercer sector y nos hace sentirnos útiles a la sociedad”, señala Elena Leal, responsable de voluntariado corporativo de Santander. Los empleados del banco tienen el derecho a dedicar un determinado número de horas de trabajo a actividades de voluntariado.
Una acción global
Cada año, la entidad realiza dos eventos globales de voluntariado para sus empleados —la Semana Somos Santander y el Día Internacional de los Voluntarios— y, a nivel local, todas las geografías organizan distintas actividades como parte del compromiso de inversión en la comunidad. Son acciones que, por elección propia de los trabajadores, dedican una parte de su tiempo a la acción solidaria, altruista, sin recibir remuneración a cambio.
En España, Finanzas para Mortales, que acerca la educación financiera a los colectivos más desfavorecidos, contó en 2021 con 155 formadores voluntarios del banco y se beneficiaron 75.320 personas, un 15% más que el año anterior. Además, el programa reforzó su actividad digital, incrementó sus contenidos formativos y amplió los colectivos a los que proporciona conocimientos en finanzas básicas.
Santander Natura, para la recogida de plásticos y residuos en entornos naturales de toda la geografía española, o De mujer a mujer, para ayudar y empoderar a las mujeres víctimas de la violencia de género, son otros de los muchos proyectos que promueve el banco en nuestro país. También cuenta con propuestas para colaborar en la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión, dar apoyo a comedores sociales o acompañar a personas mayores.
El voluntariado corporativo se extiende a todos los mercados en los que está presente el Santander. Por ejemplo, en Portugal, 56 empleados del banco participaron en el Programa Junior Achievement, donde compartieron sus conocimientos y experiencia con 997 alumnos sobre temas como la ciudadanía, la educación financiera y el espíritu empresarial. Y otros 11 empleados participaron en el programa Legal pro-bono, que dio asistencia jurídica de forma gratuita a la ONG dos Sonhos.
En América Latina, Banco Santander, en colaboración con el Fideicomiso Por los Niños de México, promovió en este país actividades educativas para el desarrollo integral de la infancia que beneficiaron a 5.000 personas.
Otro ejemplo es Chile, donde voluntarios del banco formaron acompañaron y motivaron a más de 120 estudiantes adultos en el proceso de preparación para los exámenes que les permiten conseguir superar su educación media a través Santander Presente.
Por su parte, en Argentina, alrededor de 300 empleados del grupo que forman parte de la Red de Educadores Financieros se han formado como voluntarios y han dado charlas de educación financiera a jóvenes, emprendedores, adultos y personas con discapacidad. Y, en Uruguay, durante el verano pasado, empleados y sus familias retomaron la limpieza de las playas de Montevideo.
Objetivo: llegar a más personas
Con el paso del tiempo, la entidad ha avanzado en proyectos de alto impacto, multiplicando la ayuda a más personas. Las iniciativas están relacionadas principalmente con educación financiera, mentoring, coaching de colectivos en riesgo de exclusión, acompañamiento y acciones puntuales de recogidas de ropa, alimentos y juguetes para familias en dificultades. En los últimos cinco años, Banco Santander ha contado con una media de 50.000 empleados voluntarios en todo el mundo.
El grupo cuenta desde 2011 con el programa Voluntarios Santander Comprometidos y en 2018 puso en marcha el voluntariado profesional. Un ejemplo son las sesiones pro-bono en el centro corporativo de la entidad, en Boadilla del Monte (Madrid), en las que profesionales del banco especializados en distintas materias (ciberseguridad, recursos humanos, comunicación, finanzas, etc.) se reúnen con distintas ONG para trabajar en retos concretos.
Banco Santander destinó el año pasado 46 millones de euros a inversión social; llevó a cabo más de 1.400 colaboraciones con ONG y otras entidades sociales, y ayudó a más de 2,1 millones de personas. El compromiso con la educación infantil se refleja en que el grupo ha apoyado a más de 790.000 niños y jóvenes a acceder a una formación completa y de calidad. Además, ha ayudado a más de 1,3 millones de personas en riesgo de exclusión o vulnerabilidad.