Degeneración macular, ¿es evitable?

Marta Chavarrías

31 de diciembre de 2022 06:00 h

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El ojo humano es un órgano pequeño pero complejo que recibe información, la analiza y la transporta en impulsos nerviosos al cerebro. Entre las distintas partes del ojo está la mácula, una pequeña zona en el centro de la retina, y la responsable de nuestra visión central y de detalles, de dar forma a todo lo que vemos y la que nos permite reconocer objetos, leer o ver la televisión.

Pero, a medida que envejecemos, su función va perdiendo facultades, lo que puede derivar en degeneración macular (DMAE), una dolencia común a partir de los 50 años con factores de riesgo o predisposición genética y que se presenta en distintos niveles. 

De la pérdida de visión fina a la de la visión central

La degeneración macular es una de las enfermedades maculares más frecuentes. Aunque se desconoce el número exacto de personas con DMAE en España, los datos estiman que se sitúan entre las 750.000 y 800.000. La cifra se situaría hasta el millón si hablamos de discapacidad visual.

La degeneración macular consiste en el deterioro de los componentes normales de la mácula que, en los casos más leves, puede que no presente síntomas. Pero, cuando progresa, tal como reconoce la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), suele hacerlo con la presencia de síntomas como:

  • Pérdida de visión lenta y progresiva de un ojo.
  • Visión borrosa.
  • Zonas oscuras o presencia de una mancha central.
  • Ondulación de las líneas rectas y formas desfiguradas.
  • Distorsión en la visión central. 
  • En los casos más graves, pérdida permanente de la visión central (no suele afectar a la visión periférica).

En las primeras etapas, por tanto, los efectos no son más que una disminución de la capacidad de ver con poca luz. Si la enfermedad progresa, se experimenta una visión ondulada o borrosa y, si continúa, la visión central se pierde por completo. Pero, debido a que el resto de la retina sigue funcionando, se conserva la visión periférica, que no es tan clara como la central. 

Factores de riesgo para la degeneración macular

Además de la edad (la DMAE afecta sobre todo a personas de entre 65-70 años), hay otros factores que favorecen la aparición de la degeneración macular. La Sociedad Oftalmológica de la Comunidad Valenciana (SOCV) enumera los siguientes:

  • Factores genéticos: si alguien de la familia tiene degeneración macular tenemos un riesgo mayor de sufrirla también.
  • Personas de raza blanca o caucásica: tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad que los afroamericanos.
  • Factores de riesgo cardiovascular como hipertensión arterial.
  • El tabaco, ya que se ha demostrado que los fumadores tienen tres veces más de riesgo. En una revisión de estudios sobre degeneración macular determina que fumar es uno de los factores de riesgo importantes para la enfermedad. 
  • Dieta rica en grasas: una dieta deficiente, alta en grasas saturadas y colesterol y baja en antioxidantes, puede aumentar el riesgo de degeneración macular y acelerar su progresión.
  • Elevada radiación solar.

La degeneración macular, ¿puede prevenirse?

No hay ningún tratamiento que prevenga la aparición de DMAE. Es más, actualmente se considera una enfermedad ocular incurable y difícil de prevenir. Sin embargo, existen recomendaciones para retrasar su aparición o reducir su gravedad:

  • Las personas mayores deben hacer ejercicios determinados para ver objetos con un ojo tapado y repetirlo con el otro, manteniendo siempre el otro tapado.
  • Llevar una alimentación rica en frutas y verduras frescas ricas en antioxidantes y pobre en grasas animales. Los suplementos vitamínicos ricos en antioxidantes (vitaminas A, C y E, luteína y minerales como el zinc o el magnesio protegen contra la degeneración macular.
  • Realizar revisiones periódicas al oftalmólogo a partir de los 60 años, especialmente si tenemos antecedentes. La herramienta que ayuda a los médicos a detectar problemas de visión relacionados con el daño macular es la rejilla de Amsler, un test que se usa para evaluar de forma rápida la retina central. Cualquier tipo de alteración o deformación de la mácula da como resultado una imagen alterada de este test. 
  • Proteger los ojos de los rayos ultravioleta que pueden causar daños en la retina debido a la exposición repetida.  
  • Dejar de fumar: como ya hemos comentado, fumar puede llegar a duplicar el riesgo de una persona de desarrollar degeneración macular. Además, también nos expone a peligrosos radicales libres que puede causar daño celular y evitar que los nutrientes lleguen a la retina.
  • Tomar suplementos de vitamina C, E y zinc: existe cierta evidencia de que estos suplementos, que no previenen el desarrollo de la degeneración macular, sí pueden ayudar a retrasar la progresión de esta enfermedad relacionada con la edad en quienes ya la sufren.

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