Espacio para la reflexión y el análisis a cargo de parlamentarios europeos españoles.
El cambio en las grandes plataformas
Ahora que llegan las vacaciones, es momento de hacer balance y reflexionar sobre las dos propuestas legislativas en las que, desde las instituciones europeas, llevamos meses trabajando: la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales. Ambas supondrán una revolución en el comercio electrónico y la economía digital tal y como la hemos entendido y conocido hasta el momento.
Europa pretende convertirse en el primer continente en establecer obligaciones a las grandes plataformas que tienen una posición consolidada de liderazgo en el mercado y actúan como guardianes de acceso frente a empresas más pequeñas, que se encuentran en fase de desarrollo y cuentan con menos recursos y un cupo de mercado más pequeño.
Concretamente, la Ley de Mercados Digitales pretende ser una herramienta del mercado interior para disponer de normas armonizadas en el ámbito digital en todos los Estados miembros. Hoy en día, en Europa, casi el 24% del comercio en línea total se realiza de manera transfronteriza. Así, este nuevo reglamento cobra más sentido, si cabe, ya que los servicios no se limitan al territorio de un país en concreto. Además, existen Estados miembros en los que, actualmente, se siguen sin abordar las prácticas de conductas desleales de estas plataformas.
Esta propuesta pretende complementar las normas en materia de competencias nacionales y de la Unión Europea, respecto a las prácticas desleales. Estas normas de competencia son un mecanismo ex-post que primero investiga y después sanciona en caso de que se haya producido alguna competencia desleal.
Ejemplo de ello son las reiteradas multas que la Comisión Europea ha impuesto a Google: en 2017 se debía a su poder dominante en cuanto a las búsquedas; en 2018 fueron por las prácticas anticompetitivas con el sistema operativo Android; en 2019 se produjo por las prácticas abusivas respecto al sistema publicitario AdSense; y ahora, a finales de junio, la Comisión Europea anunció que va a iniciar una investigación para conocer si esta plataforma ha utilizado los datos de los usuarios activos para favorecer su tecnología de publicidad en línea, lo que supone una distorsión de la competencia. Los tres primeros procesos se encuentran todavía en los tribunales a la espera de ser resueltos.
Es por ello que la nueva Ley de Mercados Digitales es un mecanismo ex-ante que persigue el objetivo de mejorar y agilizar los procesos de competencia que, habitualmente, tardan varios años en resolverse.
La Comisión Europea presentó su propuesta en diciembre de 2020 donde recogía todos estos retos que deben ser debatidos en el seno del Parlamento Europeo y del Consejo con el fin de llegar a un texto final negociado entre las tres instituciones lo antes posibles.
Los grupos políticos del Parlamento Europeo ya han presentado sus distintas enmiendas sobre hacia dónde debe ir ese texto legislativo final. Se están produciendo debates muy interesantes que conllevarán negociaciones complicadas pero apasionantes en este reto. Tendremos que decidir sobre qué tipos de plataformas recaen en el ámbito de aplicación de este futuro reglamento, ¿se debe reducir únicamente a las grandes plataformas o tener una visión más a largo plazo e incluir nuevos servicios que ya estamos empezando a utilizar? En cuanto a las obligaciones, ¿hay que ser más restrictivos y establecer más normas de obligado cumplimiento? O, por el contrario ¿se debe seguir un procedimiento más caso a caso? Otro gran debate es el papel que deben jugar las autoridades nacionales de competencia que, al final, son las que, en un primer lugar, se encuentran con estas prácticas desleales ¿deben tener más poder? o ¿debe existir una visión europea más coordinada con un rol más central por parte de la Comisión? Son muchas las dudas por resolver y muchas las horas que quedan por debatir sobre estos y otros aspectos relevantes.
El sector digital mira a Europa, pero Estados Unidos también. Tenemos un gran desafío por delante y debemos ser capaces de ordenar este sector al igual que lo está el sector de la energía o el de las telecomunicaciones. Necesitamos normas que protejan a los competidores más pequeños, startups, pymes y, además, que protejan a los usuarios y consumidores que disponen de los bienes y servicios que estas plataformas les ofrecen. Un reto fascinante para Europa y para los europeos y europeas.
Ahora que llegan las vacaciones, es momento de hacer balance y reflexionar sobre las dos propuestas legislativas en las que, desde las instituciones europeas, llevamos meses trabajando: la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales. Ambas supondrán una revolución en el comercio electrónico y la economía digital tal y como la hemos entendido y conocido hasta el momento.
Europa pretende convertirse en el primer continente en establecer obligaciones a las grandes plataformas que tienen una posición consolidada de liderazgo en el mercado y actúan como guardianes de acceso frente a empresas más pequeñas, que se encuentran en fase de desarrollo y cuentan con menos recursos y un cupo de mercado más pequeño.