Valencia, Madrid y Sevilla. El PSOE ha cerrado este viernes la campaña celebrando tres actos electorales en los enclaves que pueden decidir el domingo quién ganará las elecciones europeas.
Y, aunque hasta ahora los socialistas habían sido discretos en la materia, en el cierre electoral hubo un llamamiento sin complejos a que el único voto útil de los progresistas es al PSOE.
En Madrid, ante unas 2.500 personas que abarrotaron un pabellón de la Casa de Campo, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la candidata socialista, Elena Valenciano, apelaron a que la única opción posible para ganar a la derecha es el voto al PSOE.
Rubalcaba fue el más claro: “Somos el único partido que puede ganar las elecciones al PP”. Y, a continuación, añadió: “Y si el PSOE no gana el 25-M, el Partido Popular y Mariano Rajoy se sentirán legitimados para seguir con sus políticas de recortes”.
Valenciano dijo más de lo mismo con un llamamiento casi desesperado a los simpatizantes y a la militancia socialista para que se mueva el domingo. Y, en especial, a las mujeres.
Y, todo ello, porque en el cuartel general del PSOE se cree que la victoria puede estar cerca, pero no está ni mucho menos lograda. Rubalcaba repitió el viernes que todo está en un “pañuelo de votos”, y que dependerá de cuánto se disgregue el voto progresista. Pero no lo tienen nada claro.
Incluso, en el mitin del PSOE en Madrid, se le escapó a Rubalcaba: “Elena nos ha dejado a las puertas de la victoria”, aunque luego corrigió para afirmar que aún se puede lograr.
La campaña para el PSOE ha sido mejor de lo esperado por los errores de su principal adversario político. Empezó todo con tropezones por los distintos sucesos que obligaron a interrumpirla. Los socialistas no encontraban el sitio y el PP estaba cómodo, sabedor de su victoria.
Luego, llegó un debate que no interesó a las audiencias y que habría pasado con más pena que gloria si el candidato del PP, Miguel Arias Cañete, no hubiera hecho las declaraciones machistas del día posterior.
La polémica dio alas al PSOE. Colocaba la campaña en un tema que su candidata conoce y domina, y dibujaba a un candidato del PP “machista y clasista”, como no se han cansado de decir desde entonces en las filas del PSOE.
En el final de campaña el PSOE ha echado el resto pero se ha dejado llevar por la inercia. La bandera del machismo y del voto útil era lo que les quedaba. Al cierre, siguen manteniendo que “todo está en un pañuelo”. El domingo a las once de la noche saldrán de dudas.