22.000 vascos piden una renta básica incondicional de hasta 900 euros al mes

Un total de 22.075 ciudadanos de Euskadi han respaldado con su firma una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la creación de una Renta Básica Incondicional (RBI) en Euskadi, una propuesta que a partir de ahora iniciará su tramitación en la Cámara autonómica, en la que los grupos deberán pronunciarse respecto a la iniciativa. Las más de 22.000 firmas de apoyo a esta renta incondicional, que han sido registradas este martes en el Parlamento Vasco por los promotores de la iniciativa, duplican el mínimo de 10.000 apoyos exigido para tramitar una ILP en la Cámara vasca, según recoge Europa Press.

Se propone una cuantía de la renta que alcanzaría los 900 euros mensuales para las mayores de 18 años y los menores independizados. Para las personas de entre 14 y 17 años, se concedería un 50% del total, 450 euros, mientras que la cuantía bajaría hasta los 270 euros, el 30% del total, para los menores de 14 años. Para acceder a esta renta, se requeriría contar con tres meses de residencia en Euskadi, pero no entrarían a valorarse aspectos como los convivientes, el patrimonio o los ingresos de la persona receptora.

La plataforma ciudadana que promueve la propuesta, que inició la recogida de firmas el pasado mes de septiembre, ha mostrado su satisfacción por los apoyos recibidos y, a través de un comunicado, ha destacado que se ha logrado “un salto adelante” para la creación de una prestación de este tipo. Este colectivo, que cuenta con el respaldo de ochenta organizaciones, ha destacado que los apoyos recibidos demuestran que la RBI es una herramienta “acogida favorablemente por una mayoría de la ciudadanía vasca”. Además, han afirmado que esta prestación es “una herramienta de política social y económica” que permitiría “avanzar hacia una sociedad mejor”.

En todo caso, la plataforma ha reconocido que a partir de ahora, la ILP depende de la postura que adopten los partidos representados en el Parlamento Vasco. “Son ellos quienes, con sus argumentos y con su voto, pueden permitir que esta ILP siga hasta el final el proceso de su tramitación como ley”, ha manifestado. Los impulsores de la ILP sobre la Renta Básica Incondicional han lamentado que durante el periodo de recogida de firmas, los pronunciamientos de partidos y sindicatos sobre la ILP y sobre la propia RBI “han brillado por su ausencia”.

A su juicio, es momento de que acabe este “silencio”, y de que los agentes sociales se pronuncien “sobre su adhesión o no a una herramienta político/económica que requiere el consenso de la mayoría”. En consecuencia, los promotora de la ILP y las organizaciones adheridas a la iniciativa iniciarán una nueva campaña para intentar que partidos, sindicatos y otras organizaciones sociales “definan públicamente si su postura es favorable o contraria a la ILP”. La plataforma ha afirmado que esta clarificación publica es necesaria por “un elemental ejercicio de transparencia política para con toda la ciudadanía vasca”.

En Euskadi ya existe también la renta de garantía de ingresos (RGI), una suerte de salario social para personas sin recursos o con nómicas o pensiones bajas. Existe como tal desde 2008 y ahora se complementa con el Ingreso Mínimo Vital estatal. Como adelantó este periódico, en los presupuestos de 2022 se prevé una revalorización de las cuantías del 3% y se destaca que es más que el 1,8% del ejercicio anterior. De este modo, la prestación básica para una persona salta de 706,22 euros a 727,40 euros mensuales, para un pensionista que viva solo de 810,28 a 834,58 y la prestación más alta (familia monoparental con tres miembros o más) ascendería de 1.035,86 a 1.066,93. Hace unos años se suprimió la indexación de estas ayudas al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) cuando el Gobierno de España empezó a subirlo de manera clara.