La Agencia Vasca del Agua (URA) ha incoado en lo que va de 2024 57 propuestas de sanción por vertidos al medio acuático. 33 se corresponden con vertidos “accidentales” y 24 con irregularidades en procesos autorizados, según los datos facilitados al Parlamento Vasco por el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, a instancias de la representante del PP Ana Morales. La documentación constata también que ha bajado al 22% el número de incidentes en los que no se conoce la causa del vertido. El año pasado otro informe elevaba esa cifra al 30%.
El informe recalca que URA es la “administración hidráulica” de Euskadi y recuerda que hay 2.861 vertidos autorizados. Los más relevantes proceden de las “aglomeraciones urbanas”. Un dato llamativo es que Euskadi vierte como si tuviera 3,8 millones de habitantes y no 2,2 debido a su intenstiva actividad industrial, comercial o turística. Asegura Jauregi que URA mantiene una “tendencia ascendente” de controles y muestreos de la calidad de las aguas. Los vertidos más grandes tienen monitorización “continua”. Sin embargo, en 2024 ha habido, hasta septiembre, 24 expedientes sancionadores. Fueron 31 en todo 2023 y 22 en 2022.
Caso aparte son los vertidos que URA llama “accidentales”. De 2018 a 2023 fueron 881 los episodios contaminantes registrados. Jauregi minimiza su afección porque “suponen una parte totalmente marginal de la carga vertida al medio acuático con respecto a los vertidos autorizados”. De hecho, añade que “la mayor parte de los vertidos accidentales objeto de aviso (el 74% en 2023) no tienen un impacto real en el medio acuático”. Los casos graves han rondado el 40% entre 2017 y 2022 pero bajaron significativamente en 2023. Dice el Gobierno que URA “trabaja para minimizar el intervalo de tiempo que transcurre desde que se produce el vertido hasta que se identifica”.
En lo que va de 2024 ha habido 33 expedientes sancionadores. En todo 2023 fueron 42 y en 2022 ascendieron a 54. URA remarca que algunos casos denunciados por ecologistas -y se citan casos de este verano en el Zadorra, en Álava- no eran episodios contaminantes de acción humana sino fenómenos naturales como los “blooms algales”, que son visibles en las aguas. La “mejora” de la labor de control ha hecho también, según el Ejecutivo, que se haya alcanzado ya un “78%” de avisos en los que se ha identificado al causante del vertido, aunque sigue habiendo “dificultades” en la investigación de algunos de ellos. A comienzos de 2024, este periódico publicó que las autoridades tardaron cinco días en hallar el foco de un vertido que mató 300 peces y contaminó el Egileor en Álava.
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