Alba García Martín (Bilbao, 1989), es la candidata a lehendakari más joven de los que concurren a las elecciones del 21A. “No soy tan joven”, dice, cansada de que sus 35 años se puedan equiparar en ocasiones con una falta de experiencia. Nueva en esto de la política parlamentaria, ha asumido el reto de llevar a Sumar, que en Euskadi concurre en coalición con IU-Ezker Anitza, Berdeak Equo y Más Euskadi-Euskadi Eraikiz, al Parlamento Vasco, para lo que deberá pugnar por un espacio electoral con los que hasta hace poco compartían proyecto, Elkarrekin Podemos Alianza Verde, con los que no hubo posibilidad de acuerdo para ir juntos a las elecciones, pero con los que está claro que no quieren confrontar abiertamente. Durante la entrevista, García Martín habla de PNV, de PSE-EE o del PP para comparar propuestas, pero no de la candidatura que encabeza Miren Gorrotxategi. Sí insiste en que “el proyecto a futuro de la izquierda confederal está en Sumar”, que es “la coalición que lleva en la papeleta cuatro partidos de izquierda” y cuenta con el aval de estar en el Gobierno del Estado “demostrando lo que se puede hacer”. “Sumar va a ser determinante en el cambio de ciclo político hacia un Gobierno que haga políticas progresistas”, asegura, para lo que tiene claro su “no rotundo” a apoyar al PNV, porque tienen “modelos de sociedad y de país antagonistas”.
Psicóloga de formación especializada en intervención social y ahora formándose en temas de igualdad de género, y con experiencia en el tercer sector, hace bandera de las políticas sociales, con especial atención a los cuidados, aboga por topar los precios de alquiler -“vivo de alquiler, y sé que es insostenible”, dice- y por repensar el turismo, enterrando de entrada proyectos como el del Guggemheim de Urdaibai. “Hay que trabajar por lo que de verdad preocupa a la gente y devolver la utilidad a la política”, asegura.
Sumar aspira a estrenarse en el Parlamento Vasco en esta legislatura, pero las encuestas no les son muy favorables. ¿Cuál sería un buen resultado para la coalición?
Nos sentiríamos satisfechas con un resultado que nos permita llevar al Parlamento Vasco políticas progresistas y tener influencia. En las encuestas hay muchas divergencia de resultados, pero lo que sí muestran es que no va a haber mayorías absolutas, que está todo por decidir y que la izquierda confederal, Sumar, va a ser determinante para que el cambio de ciclo político culmine verdaderamente en un gobierno de izquierdas que haga políticas progresistas.
¿La pugna de Sumar por el espacio electoral es directamente con Elkarrekin Podemos Alianza Verde o temen que parte del electorado de la antigua Elkarrekin Podemos-IU opte por el PSE-EE o EH Bildu?
Apelamos a toda la gente de la izquierda progresista, pero a la vez apelamos a la población general, a toda la gente que quiera vivir mejor. Creo que hay que devolver a la gente una opción política con la que sienta que merece la pena ir a votar. Nuestro proyecto político es devolver la utilidad a la política, y esto se traduce en cosas que ya hemos demostrado en el Gobierno del Estado que estamos haciendo, como subir el salario mínimo, reducir la temporalidad en los contratos, apostar verdaderamente por políticas en el cambio climático, por la cultura... Cuando hemos dicho que vamos a hacer cosas las hacemos para que la gente las note en su día a día. A ese votante estamos apelando.
¿Temen que el voto de la izquierda se divida demasiado o que su electorado natural opte por la abstención?
No tengo un temor como tal a eso. Estoy centrada en recordar a la gente que no todas somos iguales, aunque en campaña pareciera que todas las formaciones tenemos el mismo programa; que no vale que el señor Pradales venga ahora diciendo que va a meter 1.200 millones en Osakidetza y en defender que nosotras ahora somos la única fuerza política que va a impedir que esos 1.200 millones vaya a las clínicas privadas. De esto hay que hablar. La gente se merece que los políticos ofrezcamos cosas que mejoren su vida. No se merece que no hablemos de sus problemas, ni que con el dinero público privaticemos todo, como se ha dedicado a hacer el PNV con la muletilla del PSE-EE. Y para evitar que eso siga somos fundamentales.
Supongamos que Sumar está en el Parlamento Vasco y tiene la llave para decidir quién será el próximo lehendakari. ¿Pradales u Otxandiano?
Tengo claro quién no. En Sumar tenemos claro que con el PNV no podríamos gobernar. Sería un absurdo porque nuestros modelos de sociedad y nuestros proyectos de país son antagonistas. El PNV apuesta por la privatización, por la precarización de las personas trabajadoras, no apuesta por las políticas feministas, no apuesta por el derecho a la vivienda, no apuesta por las políticas de freno del cambio climático y nosotras sí. No nos vemos ni apoyando un Gobierno del señor Pradales ni gobernando con el PNV. Rotundamente no.
Entonces, ¿Pello Otxandiano?
Pues con EH Bildu es evidente que tenemos algunos elementos programáticos que nos unen, pero hay otros muchos otros que no, como puede ser su concepto de la colaboración público-privada, como puede ser la escuela pública, su defensa de la escuela privada concertada. Y luego también hay una parte de seguir trabajando determinadas cuestiones que tienen que ver con la memoria reciente. Sabemos que se han dado muchos pasos, lo celebramos y creemos que es bueno para la convivencia en Euskadi, pero hay que seguir. En ese sentido, habría que ver, más de con quién, qué vamos a hacer y ante qué podríamos llegar a acuerdos.
Cuando hablamos de vivienda vacía no estamos hablando de quitarle a la gente su casa de veraneo, que hay mucho discurso de la derecha con eso
Muchos de sus mensajes en esta campaña están relacionados con políticas que se han acordado o se están intentando poner en marcha desde el Gobierno de España ¿Esa presencia en el Gobierno es una de sus mejores bazas?
No sé si es la mejor baza, pero es un valor, porque hemos demostrado que la izquierda que sabe gobernar somos nosotros. Lo hemos hecho con Yolanda Díaz al frente de la vicepresidencia del Gobierno y del Ministerio de Trabajo. Creo que nadie en Euskadi cuestiona cuánto han cambiado la vida a miles de personas la política de los ERTE, por ejemplo, o cómo han cambiado la vida la reforma laboral en materia de temporalidad o cómo ha cambiado la vida de la subida del salario mínimo. Creo que todo el mundo en Euskadi quiere trabajar menos horas, y nosotras decimos que hay que trabajar menos horas sin que nos bajen un euro del salario, porque necesitamos más tiempo de vida. Yo creo que lo que estamos demostrando que podemos hacer en el Gobierno del Estado. Ahora lo que queremos hacer es también esa política aquí, en el Parlamento Vasco.
Pues vamos entonces a hablar de algunas medidas concretas. Proponen poner un tope al coste de los alquileres. ¿Cómo plantea hacerlo? ¿La ley vasca y estatal es suficiente o su intención es ir más allá?
En Euskadi hay una ley autonómica desde el 2015 que no se ha desarrollado. La tienen metida en un cajón y esto hay que decirlo, porque ahora el PNV desvía el debate a que si la ley estatal invade competencias y eso no es real. De hecho, en su día cuando se aprobó la ley autonómica, uno de los motivos que se daban para no desarrollarla y ponerla en marcha, por ejemplo, con una regulación del precio del alquiler, era que no había un marco jurídico estatal. Ahora que ya hay un marco jurídico estatal, ¿cuál es la excusa, le diría yo al señor Pradales y al señor Andueza, para que en este país la vivienda siga siga siendo un bien de mercado y no se cumpla el derecho subjetivo a la vivienda? Toda la gente que vivimos de alquiler en este país sabemos que el 80% de la vivienda en alquiler está en el mercado libre, lo que significa que es la jungla, que no hay un tope del alquiler y que pueden pedirte pagar lo que sea. Y sabemos que esta vida así es insostenible. Una media de 1.000 euros de alquiler con los salarios de 1.500 euros no se sostiene. Nuestra propuesta es topar los alquileres y eso se puede hacer desde el 2015 y no se ha hecho. La primera medida para eso tiene que ver con declarar las zonas tensionadas. Y otra pata tiene que ver con aumentar el parque público de vivienda de alquiler, no sólo de compra, y que llegue al 20% , además de viviendas para que la gente joven se pueda emancipar. Hay que ofrecer a la gente oportunidades de vivienda, porque si no nunca te vas a poder ir de casa de tus padres por mucho que quieras.
¿Cómo sacar los pisos vacíos al alquiler, hay que penalizar a los propietarios que no los saquen al mercado?
El tema de la vivienda vacía es algo que genera miedo. Nosotros cuando hablamos de movilizar vivienda vacía nos referimos a los grandes tenedores, lo que tienen cinco viviendas o más. Si eres gran tenedor, eres una persona rentista, si eres una persona única. Si eres una empresa, eres una empresa vampiro o un fondo buitre. No puede ser que las ciudades se las estén comiendo y repartiendo los fondos de inversión y que los gobiernos del PNV en los gobiernos locales municipales estén regalando el suelo público a las empresas y a los fondos buitre, porque esto lo que lo que fomenta que la gente tiene que salir de sus barrios porque no puede pagar el alquiler porque ha llegado un fondo y compra todo el bloque. Esto no puede ser. Pero no estamos hablando de quitarle a la gente su casa de veraneo. Hablamos de movilizar la vivienda vacía que tienen esos grandes tenedores que son los fondos de inversión y los fondos buitre, no estamos hablando de quitarle a la gente la segunda vivienda que heredado o que tienen Castro. No estamos hablando de eso.
En Euskadi no es que no haya médicos, es que se les ha cuidado muy mal. Si tú ofreces precariedad en los contratos ¿quién se queda?
La propuesta de ser el partido que va a dar más tiempo a la gente es muy atractiva porque todo el mundo quiere trabajar menos sin reducción de sueldo, pero en Euskadi no hay competencia para reducir por ley la jornada laboral hasta las 32 horas. Entonces, ¿cómo propone desarrollarlo?
Sí hay competencia. Tenemos transferida competencia de Trabajo y de Industria y lo que proponemos es una mesa de diálogo entre patronal, sindicatos gobierno para abordar esto. En Euskadi existen los convenios sectoriales en los que se marcan unas horas anuales y eso se puede abordar en esa mesa. Es verdad que necesitamos esa norma estatal, que a través de Yolanda Díaz no me cabe duda de que la habrá en el Estado, pero más allá de esa norma estatal aquí se puede regular con una mesa de diálogo. Por otro lado, el empleo público es muchísimo y se puede hacer que todo el empleo público tenga una jornada laboral de 32 horas. Todo depende de la voluntad.
Pero la idea de un pacto entre empresarios y sindicatos es lo que ha intentado Idoia Mendia esta legislatura con nulo éxito porque la patronal no va a entrar en ese acuerdo. ¿Entonces?
Bueno, pero también es verdad que hay que empujar desde todos los niveles institucionales. Tampoco quería la patronal en su día a subir el salario mínimo y lo subimos y no se ha caído el país. De hecho, estamos con los datos de empleo más altos de la historia. Pero bueno, hay que empujar también desde Yolanda Díaz y el Ministerio de Trabajo. Somos una fuerza de izquierdas que sabe gobernar y que lo estamos haciendo con una vicepresidencia, cinco ministerios y un montón de diputadas y diputados y eso tiene un valor porque te permite apretar en los dos sitios, en el marco estatal y en el vasco.
¿Qué le parece la colaboración público-privada de la que tanto se habla en Euskadi? ¿El Gobierno vasco debe participar en las empresas?
No somos partidarios de eso, no defendemos la colaboración público-privada porque defendemos el modelo de lo público. Sí que creemos que hay que apoyar a las empresas y por ejemplo en el tema de desarrollo industrial nos estamos quedando atrás. Entendemos que, por ejemplo todo el tema del cambio climático, de la transición ecológica y energética hay que aprovechar esto también como un reto para generación de empleo verde. Euskadi debiera ser vanguardia, como lo ha sido siempre, hemos sido un país puntero en desarrollo industrial, la historia nos avala. Y no se entiende que vayamos tarde. En ese sentido, tenemos que tomarnos muy en serio ver ese nuevo desarrollo industrial verde como una generación de empleo de calidad.
El modelo de Osakidetza que han generado es básicamente coger dinero de público y meterlo en las clínicas privadas
¿Derogaría la recién aprobada Ley de Cambio climático vasca?
No sé si derogarla, pero desde luego ampliarla y desarrollarla. Esa ley es un poco manifiesto político, dice mucho 'fomentará, desarrollará, potenciará'...Es brindis al sol porque ¿qué significa, qué plazos tengo, cuántos recursos económicos y humanos le voy a meter, cuáles son las ayudas concretas? Esa ley no aterriza. Como manifiesto político nadie puede estar en contra, pero desde el punto de vista de Sumar es una ley que llega tarde, es muy poco ambiciosa y que se ha aprobado a todo meter al final una legislatura. Pensamos que el eje verde las políticas públicas no puede ser una cosa que dejemos para último día y a todo correr, tenemos que tomárnoslo en serio y para nosotras tomárnoslo en serio, implica plazos, dinero, recursos, no puede ser un brindis al sol .
Y dentro de ese desarrollo verde ¿qué hay que primar, el parque eólico o fotovoltaico o la parcela agrícola?
Las dos cosas, no se trata de quitar una para poner la otra, lo que pasa es que cuando hablamos de colocar eólicos hay que ver dónde se ponen y no es justo que se coloquen así dedo donde uno quiere. Hay que hacer estudios ambientales y estudios de impacto, hay que ver si son zonas intervenidas y no son zonas intervenidas y en función de eso vemos. Nosotros estamos a favor de las eólicas, hay que moverse hacia otros modelos de desarrollo y transición energética. Lo que pasa es que también hay que ver a quién se los estamos dando, que eso también es importante, si esto va a ser un trasvase para que Iberdrola siga forrándose con otras cosas, pues eso tampoco. Creemos en un modelo descentralizado, que fomente esa descentralización a través de las comunidades energéticas, del autoconsumo. Eso es todo un proceso, eso no es un día para otro no. Y luego el tema de la agricultura....no es cuestión de poner una cosa para quitar otra.
A los agricultores no les gusta esa ley, derogarla es una de las reivindicaciones que han llevado a las calles
Es que los baserritarras han sido y son uno de los sectores más olvidados, primero porque venden a pérdidas muchas veces. Segundo porque de las ayudas europeas el 80% se lo están llevando los grandes productores. Sólo el 20% son baserritarras que tienen kilómetro cero. Hay que fomentar, hay que ayudar, hay que bajar los requisitos de la PAC para que la gente pueda acceder a las ayudas. Hay que blindar desde lo público, lo mismo que hay que ayudar a que la gente le parezca una opción el campo, que haya un hay relevo generacional. A día de hoy ser agricultor es enfrentarte a las grandes multinacionales, enfrentarte a que la cadena la ley de cadena alimentaria te dé de leches y encima vendas a pérdidas. Entonces, hay que garantizar que esa cadena se cumple, hay que garantizar que haya ayudas para ese sector y para que la gente quiera apostar por dedicarse a eso y luego desde las instituciones se tiene que fomentar el kilómetro cero y el producto de cercanía.
Los funcionarios vascos han convocado ya tres huelgas y parece que seguirán la próxima legislatura ¿Cómo abordaría este problema?
Una de las demandas fundamentales del funcionario tiene que ver con la precariedad de sus contratos. La mitad del empleo público general es temporal y esto no puede ser, porque además esa temporalidad no es vida. Mucha gente trabaja así, con un contrato una semana aquí y otra allá, enfermeras, auxiliares o médicas y médicos están así ahora. Una semana en este ambulatorio y otra semana en otro. Eso hay que blindarlo y reforzar que se den contratos de calidad. Me hace gracia que salga el señor Pradales diciendo que, no hay médicos. Perdone, no es que no haya médicos, es que se les ha cuidado muy mal. Si tú ofreces esta precariedad en los contratos ¿quién se queda?
¿La forma de reforzar la plantilla de Osakidetza entonces pasa por acabar con la precariedad?
Hay que abordar esto y hay que abordar el tema de los salarios. Y además hay otra cuestión que tiene que ver con la manera en la que está diseñado el sistema sanitario de Osakidetza, que no se está sosteniendo. La puerta de entrada, el alma de la sanidad pública tiene que ser la atención primaria, los ambulatorios ¿Cómo están los ambulatorios, como están los PAC, que PAC queda abierto? Empieza a ser una dinámica de que cierran en verano y no vuelven a abrir, y los PAC tenían una función muy clara y quitaban mucho peso a las urgencias hospitalarias. Y estamos en un momento en el que los ratios de atención de media en un ambulatorio es de 50 pacientes. ¿Pero qué calidad de servicio vamos a dar? Si yo tengo que ver 50 pacientes en 5 horas porque luego tengo consultas telefónicas o tengo que hacer domicilios ¿cuánto tiempo estoy con cada persona? Esto tiene que cambiar, si tú quieres que la gente se quede en las especialidades de medicina de familia, tenemos que ofrecer a la gente una calidad en el trabajo y por ende una calidad en el servicio. No es lo mismo que te llamen para cubrir una baja dos meses y encima vas a estar trabajando viendo 50 pacientes al día que que tú tengas un ratio de atención razonable con un equipo de enfermería razonable con unas condiciones en el ambulatorio razonables. Además, lo dicen los sindicatos y estoy de acuerdo, la temporalidad es la primera puerta de entrada para la privatización. Y eso es lo que han hecho con la salud pública: 95% de abortos en clínicas privadas, el 30% y 20% de las pruebas diagnósticas en las clínicas privadas, desde hacerte una resonancia hasta operarte de un menisco, esto no puede ser. El modelo de Osakidetza que han generado es básicamente coger dinero de público y meterlo en las clínicas privadas, en Quirón y en sus derivados.
El modelo de cuidados también está muy privatizado
El sector de los cuidados es un drama en este país. Venimos de una huelga feminista en Euskadi reivindicando un sistema público de cuidados. Hay muchas cuestiones, pero por detenerme en una, las empresas que están gestionando la mayoría de las residencias en Euskadi da miedo. Si fueran empresas que se dedican a los seres humanos...pero son empresas vampiro, que se dedican a otra cosa. En este país se ha visto un filón, estamos en un momento baja natalidad, de envejecimiento de la población y hay un filón con el cuidado de la gente mayor y por eso las residencias están gestionadas por empresas privadas en su mayoría. Es escandaloso, pero además privatizar es muy grave porque no sólo es dinero público que se está metiendo en bolsillos de empresas privadas, sino que además la calidad de servicios se pierde: se da un servicio malo. Además hay que recordar que a día de hoy los cuidados son para quien tiene dinero, se los puede permitir y los paga y además los paga precarizando otras mujeres, porque al final quienes están cuidando ahora mismo en Euskadi son las mujeres migrantes y en su mayoría sin papeles. Es como un bucle, porque las familias tampoco pueden sostener más, entonces pagan en precario. Los cuidados tienen que ser un derecho para todas y por eso tiene que haber una política pública de cuidados en serio, no sólo cuando viene una huelga para sacarnos la foto.
Se posicionan abiertamente en contra del Guggenheim de Urdabai, pero de momento este es un tema que no están abordando de lleno en campaña ni PNV ni EH Bildu ni PSE-EE. ¿A qué cree que se debe?
Pues sí, a mi me sorprende que EH Bildu no quiera hablar de esto, me gustaría preguntarles por qué no hablan más. Nosotras tenemos claro que es un rotundo no a este proyecto, pero también tenemos claro que hay que ofrecer una alternativa. La política no está para dar un no a algo y no proponer. Habrá que abrir un proceso participativo con la gente de la comarca para ver qué necesidades tenemos en esta comarca y qué tipo de desarrollo económico podemos hacer. Pensar a la larga. Tenemos experiencias parecidas por la zona, salvando las distancias, cuando se puso de moda San Juan de Gaztelugatxe. ¿Este es el modelo de turismo que se quiere? Nosotras estamos a favor del turismo. Claro que sí, pero estamos a favor de un turismo pensado y pensado como una política pública y ahora mismo el turismo no está pensado así. La cartera del turismo es del PSE-EE. Yo le preguntaría al señor Andueza qué han hecho en estos ocho años en materia de Turismo. ¿Este es el modelo, dejarle al PNV que tenga ocurrencias como destrozar la única de Reserva de la Biosfera y no dar una alternativa real a la comarca? Porque además ese es otro tema. Ya no sólo hay que hablar del desastre a nivel medioambiental, que se va a reventar la marisma, sino que el impacto, el desarrollo a medio largo plazo ¿cuál va a ser? En el corto plazo puede generar empleo pero, ¿qué empleo estás generando ahí? ¿qué empleo atraer el turismo de masas? Empleo precario. Si lo que queremos es hacer un desarrollo de la comarca a medio-largo plazo y que la gente tenga trabajos decentes, con salarios dignos y que sean empleos verdes, no es el modelo del Guggenheim de Urdaibai. Estas ocurrencias me parecen una irresponsabilidad con el medio ambiente y con la zona.
Respecto al turismo propugnan una moratoria turística. ¿Estamos tan saturados como para eso?
Nosotros lo que planteamos es dar una pensada al modelo de Turismo No somos turismofóbicas. Nos parece bien que la gente venga , sabemos que genera beneficios al comercio local, por ejemplo, pero tenemos que ver cómo. Esto no va de que de repente el Casco Viejo de Bilbao se convierta en un Port Aventura de grupos con sombrillitas y de tiendas de las gigantes que no sabes muy bien que venden, porque eso no es comercio local. O que se plantee que los comercios abran los domingos porque hay turismo, porque ¿quién puede abrir un domingo? Yo vengo de familia de autónomos y esto me lo tomo en serio, porque el que puede abrir el domingo es el que tiene siete o 20 empleados y tiene una estructura para ponerles a trabajar un domingo. Eso no es la tienda que vende queso en la esquina. Tenemos que tomarnos en serio lo que estamos ofreciendo y yo creo que en ese sentido este gobierno no ha hecho absolutamente nada.
¿Es partidaria de una tasa turística?
Sí, yo creo que las tasas turísticas están bien, sobre todo como medida, no tanto de recaudación, sino también un poco para regular. En Bilbao, que es la ciudad en la que yo vivo, se nota mucho por ejemplo, los días de crucero. Empezamos a notar, que de repente el Casco Viejo hay días que está intransitable. ¿A quién está beneficiando esto? ¿Esta gente consume local? Hay que pensar un poco qué turismo quiero, que no sea 'me bajo del barco, hago cuatro fotos al Arriaga y me como el bocadillo en el barco'. Y esto empieza a ser así. Hay que pensar en otras fórmulas, que no es decir no al turista, pero que hay que dar una pensada para que no sea una cosa como de comida rápida.
En política feminista, ponen en el foco en el tema de los cuidados, pero dígame otros dos puntos sobre los que avanzar en este ámbito
Hay una cuestión que es fundamental. Parece muy teórica pero tiene toda la importancia. Cuando dicen que sacan a Emakunde de la Lehendakaritza, eso significa en la práctica que no hay mujeres que estén velando porque el género se transversalice en las políticas públicas. Y transversalizar el género en las políticas públicas significa que seamos parte de la pensada que le damos a las cosas, que cuando hablamos de cualquier cosa, esté la visión de género. Ahora mismo eso no existe eso en la política pública en Euskadi y es es dramático. Emakunde tiene que estar en la Lehendakaritza, porque tiene que haber algún organismo que vele porque el género se transversalice en las políticas públicas, que cuando hablamos de urbanismo, hablemos de urbanismo feminista, o si hablamos de economía hablemos de economía feminista o de pobreza, hablemos de qué pasa con las mujeres y la pobreza. Si hablamos de lo que tiene que ver con violencias machistas, hay que seguir dando pasos y es urgente es que se abran ya los centros de atención 24 horas, para agresiones sexuales y violencias varias.
Para terminar, cómo convencer a un antiguo votante de Elkarrekin Podemos-IU que el 21A esté dudando ante la papeleta de Alba García Martín o la de Miren Gorrotxategi
Pues yo a la gente que duda les diría que el proyecto a futuro de la izquierda confederal en todo el Estado y en Euskadi está en Sumar. Ahora mismo en Sumar hemos logrado llevar en una papeleta a cuatro partidos de la izquierda confederal en Euskadi y en el Estado más de 20. El proyecto de futuro está aquí. Y que es momento de que vivamos mejor, que es tiempo de que vivamos mejor y que nosotras lo que queremos es hacer que la gente viva mejor. Que confíen en nosotras, que lo hemos demostrado en el Estado y que lo vamos a hacer aquí.