En busca de ciudades que aman la bicicleta: Vitoria, Sevilla, Valencia y Barcelona, entre las mejores
Un reciente informe de la OCU ha evaluado las redes ciclistas de catorce ciudades españolas, concluyendo que si bien la situación global ha mejorado en los cinco últimos años, todavía son muchas las urbes que carecen de falta de continuidad en sus vías ciclistas y además estas son poco compactas, lo que imposibilita llegar de forma directa a sus centros neurálgicos.
El mencionado informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), titulado 'Las mejores ciudades para ir en bici', señala la evidente necesidad de lograr máxima seguridad en el uso de la bicicleta en nuestras ciudades. Eliminado el miedo al tráfico rodado a motor, la bici será percibida como un medio de transporte más, siempre y cuando “permita llegar de forma cómoda a cualquier lugar de la ciudad”. Para ello habrá que contar con “vías ciclistas específicas, bien diseñadas”, que eviten que los ciclistas vulneren las normas de tráfico.
El estudio de la OCU señala los siete criterios que debe cumplir una buena red ciclista. Que esta sea completa, continua, uniforme, directa, reconocible, tupida y que pase por vías principales.
Conocidas estas premisas, que además abundan en la seguridad de los ciclistas, indica el estudio que si bien sus resultados muestran una mejoría respecto a los del anterior (realizado en 2013 evaluando la calidad de las vías ciclistas en once ciudades españolas) todavía se aprecia en muchas de nuestras ciudades escasa conectividad entre los viales ciclistas, que igualmente presentan escasa densidad, lo que obliga a los ciclistas a dar no pocos rodeos en busca de los distintos carriles-bici. Además, señala el informe de la OCU que “faltan criterios unitarios en el diseño de los propios carriles bici, pues la apariencia y señalización de esos carriles bici cambian mucho de un lugar a otro de una misma ciudad, lo que hace difícil reconocerlos”.
Un ciclocarril no es más que una bicicleta pintada en el suelo con una señal de 30 km/h y no puede considerarse un carril bici. En una gran avenida con tráfico rápido e intenso, el ciclocarril no aporta suficiente seguridad y no incentiva el uso de la bici
De la evaluación de la red ciclista de catorce ciudades españolas en base a los siete criterios antes señalados (recapitulamos: que sea completa, continua, uniforme, directa, reconocible, tupida y que pase por vías principales), se deduce que tan sólo siete de todas ellas cumplen dichos criterios y pueden, por tanto, vanagloriarse de tener una buena o muy buena red de vías ciclistas. Dichas ciudades son Vitoria, Valencia, Sevilla, Barcelona y Donostia, si bien en la última de ellas se aprecia un ligero retroceso respecto a lo evaluado en 2013. Cerrando la evaluación observamos que hay ciudades, como Málaga y Bilbao, cuyas redes se pueden calificar de malas o incluso de muy malas, caso de La Coruña, Córdoba y Madrid. Señala el informe que estas ciudades fallan en su falta de conectividad entre las vías ciclistas, e incluso indica que algunas de ellas “parecen concebidas para pasear más que para usar la bici como medio de transporte”. Tampoco son los suficientemente tupidas “sobre todo en Madrid, que dispone de un número de vías ciclistas muy insuficiente para el tamaño de la ciudad”.
“Otro punto en contra de las redes de Málaga y Madrid es que abusan de los ciclocarriles”, señala la OCU. “Un ciclocarril no es más que una bicicleta pintada en el suelo con una señal de 30 km/h y no puede considerarse un carril bici. En una gran avenida con tráfico rápido e intenso, el ciclocarril no aporta suficiente seguridad y no incentiva el uso de la bici”.
De aparcamientos y alquileres públicos
Resulta evidente que para fomentar el uso de la bicicleta en ciudad es necesario que sus usuarios-propietarios puedan aparcarlas en sitios habilitados para ello, preferentemente cerca de los centros intermodales (para así poder acceder fácilmente a distintos tipos de transporte) centros comerciales y centros de estudios, tales que facultades o institutos. Igualmente dichos aparcamientos deben garantizar que las bicicletas puedan dejarse en ellos sin miedo a que sean robadas o vandalizadas. Por otro lado, es importante que las ciudades cuenten con servicios de alquiler de bicicletas que faciliten su uso a quienes no la tengan en propiedad. En este sentido y según el informe la OCU, vemos que Sevilla y Valencia son las ciudades con más puntos de alquiler por cada 100.000 habitantes, seguidas de Barcelona y Donostia.
Concluye el informe haciendo un balance global de las redes ciclistas de las citadas catorce ciudades españolas. Según el mismo hay “un grupo de ciudades, capitaneadas por Vitoria y en el que se incluyen Sevilla y Valencia, han hecho buenos avances para mejorar su red de vías ciclistas. Otras se han quedado estancadas, como Donostia o Zaragoza. Por el contrario, Cádiz, Valladolid y Las Palmas han mejorado mucho en los últimos años. Entre las ciudades con peores resultados, destacan Madrid y Córdoba, que no han mejorado apenas, aunque haya crecido el número de ciclistas en sus calles.
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