Turismo sobre la bici por la ciudad de Barcelona
La Barcelona pospandemia se ha convertido, todavía más, en una ciudad 'bikefriendly', con muchos kilómetros de carril bici, con semáforos específicos para bicicleta. Cada vez más kilómetros para moverse en bicicleta y cada vez más una pesadilla para los conductores de vehículo privado. A ver si entendemos entre todos que se trata justamente de cambiar paradigmas y de abandonar las rutinas prepandemia...
El recorrido que proponemos se inicia en Paseo de Gracia con Diagonal, más céntrico imposible.
Los laterales de Paseo de Gracia, convertidos en carril bici (invadidos por peatones a menudo) nos permite ir bajando dirección mar y contemplar las maravillosas casas modernistas de La Pedrera (Casa Milà) y la Casa Batlló. Justo después de la Casa Batlló os propongo tomar el carril bici de la Calle Consell de Cent y llegar hasta el Cafe Eroica, el nuevo punto de referencia ciclista de Barcelona. Vale la pena tomar un café y meternos de lleno en el ambiente ciclista que se respira allí.
Eroica es una marca mundial surgida de la mítica prueba en bicicletas clásicas que empezó a disputarse en la Toscana y que ahora tiene pruebas similares en todo el mundo. Lo mismo ha ocurrido con los Cafés Eroica, que también se han expandido por diferentes países. En este caso, en Barcelona, Miguel y Gabriela han conseguido darle su toque personal y, mucho más allá del café y del punto de encuentro para ciclistas (también para ver por televisión las grandes pruebas por etapas o las clásicas), es un lugar para degustar exquisitos platos de la cocina italiana. También lugar ideal para reuniones de grupos, presentaciones de pruebas y eventos diversos. Eventualmente, también podéis encontrar exposiciones temporales de obras artísticas relacionadas con la bicicleta.
Continuamos de regreso a Plaça Catalunya y bajaremos por las Ramblas, que poco a poco están retomando la actividad tras el nefasto 2017 y el coronavirus. Mercat de la Boqueria, Liceo, vamos dejando iconos barceloneses a nuestra derecha hasta llegar al monumento a Colón.
Una vez allí giramos hacia nuestra izquierda y nos dirigimos hacia la Barceloneta, el antiguo barrio marinero de la ciudad y donde se pueden degustar las mejores paellas de Barcelona. No en vano, la capital catalana es también un reconocido destino gastronómico. Llegados a Passeig de Borbón tiramos a la derecha y continuamos hasta el mar. Vale la pena llegar hasta el icónico Hotel Vela, cuya fachada acristalada en forma de velamen da mucho juego si lo que queréis es tomar alguna foto.
Regresamos por donde hemos venido, por el frente litoral, justo al lado de las playas, que os recuerdo que fueron construidas para los Juegos Olímpicos de 1992. Cuesta pensar que la Barcelona preolímpica no las tenía, ¿verdad?
Llegaremos al Puerto Olímpico, donde destacan nuestras “torres gemelas”, la Torre Mapfre y el Hotel Arts. Justo entre las dos podemos tomar la calle Marina, con un buen carril bici que ya no está en la acera sino en el centro de la calzada. De subida siempre vamos a tener la Sagrada Familia enfrente de nuestra vista, y ese va a ser el siguiente destino donde detenernos. Las previsiones eran que estuviera finalizada para 2026. Ahora no parece que se puedan cumplir esos tiempos, pero es sorprendente lo rápido que avanzan las obras y lo que cambia el templo cada poco tiempo. La foto en la Sagrada Familia es obligatoria, y seguramente en formato panorámico vertical.
Desde la Sagrada Familia ya podemos coger la Diagonal y regresar al inicio cerrando el bucle. La Barcelona del Eixample y del casco antiguo es fundamentalmente llana y por tanto perfectamente ciclable, pero hay que recordar que en la parte alta de Barcelona (y no solo en las laderas del Tibidabo) hay calles con desniveles terribles, poco aptos para la bicicleta. El Carmelo sería el ejemplo más claro de barrio con desniveles imposibles. Un atractivo turístico interesante son los bunkers del Carmelo, con vistas impresionantes de la ciudad, ¡pero llegar ahí en bici ya es otra historia! También vale la pena citar aquí, por sus desniveles, la montaña de Montjuic, tan ligada al mundo del ciclismo (dos mundiales de carretera sobre sus laderas, 1973 y 1984) y al mundo del olimpismo, con el Estadio Olímpico Lluis Companys, renovado para los Juegos de 1992.
En fin, la ruta que os proponemos no tiene más que 15 kilómetros, en los que se concentran buena parte de los atractivos turísticos de esta maravillosa ciudad. A nivel de bicicletas sólo recordaros que las del Bicing (las rojas que más se ven) sólo son para los locales, puesto que exigen registro y un desplazamiento máximo entre paradas de media hora. Pero hay muchas opciones de alquiler económico en las zonas más turísticas de la ciudad.
No lo dudéis, la mejor forma de descubrir Barcelona es sobre una bicicleta.
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