Asociaciones feministas denuncian que el sistema ha fallado tras el asesinato machista de Vitoria

Mientras el asesino machista detenido de una mujer en Vitoria se ha negado a declarar ante el juzgado que ha asumido el caso, las circunstancias que rodean al crimen continúan en el debate público. La víctima, de 32 años, estaba en riesgo extremo fuera de Euskadi y, cuando llegó aquí, la Ertzaintza entendió que había renunciado a la orden de alejamiento de su pareja de forma “consenstida”. El movimiento feminista y entidades como Clara Campoamor han empezado a denunciar que el sistema ha fallado pero el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, ha defendido la gestión del responsable de Seguridad, el vicelehendakari Josu Erkoreka.

Ante las críticas por las palabras de Erkoreka, quien en la primera comparecencia de urgencia tras el asesinato machista de la mujer de 32 años de Vitoria, aseguraba que “no es fácil proteger a una víctima que no se percibe en peligro”, el lehendakari ha recalcado que “hay que otorgarle credibilidad”. “Creo que hay que otorgar credibilidad cuando un representante institucional asume la responsabilidad de manifestar en público cuál es el conocimiento que tiene de los hechos. Hay que ofrecer credibilidad a ese representante público cuando, además, se ha venido gestionando, no solamente desde la Ertzaintza, no sólo desde el Departamento de Seguridad, sino también con la propia familia afectada, también con otros cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado”, ha aseverado Urkullu.

Lo ha hecho después de que el movimiento feminista se preguntara por qué la Ertzaintza no extremó las cautelas ante un caso de violencia de género con riesgo alto, debido a que el presunto asesino tenía un expediente de violencia de género abierto por la Guardia Civil y una orden de alejamiento interpuesta por un juzgado de Torremolinos que estaba siendo quebrantada. En este caso, la Ertzaintza tuvo conocimiento desde el pasado enero de que la orden de alejamiento estaba siendo quebrantada puesto que la pareja se citó en un hotel con un nombre falso. “La Ertzaintza en ese momento entrevista a la mujer y esta confirma que había un expediente de violencia de género, pero que no se sentía agredida ni en peligro, por lo que quería mantener la relación y que la orden de alejamiento desapareciese”, confirmó Erkoreka en esa primera comparecencia.

Después de aquello, según detalló Erkoreka, “no se tiene más contacto” con la pareja, que “desaparece del escenario vitoriano” hasta el 18 de mayo, donde se le vuelve a entrevistar a la mujer, no obstante, Erkoreka confesó “no tener constancia” de si se realizaron entrevistas al presunto asesino, ya que “la fuente primordial de información en este caso fue la víctima” y, al ser preguntado que por qué no fue detenido por haber quebrantado al menos en dos ocasiones la orden de alejamiento, ha respondido que no tiene ese dato. “En mayo la víctima vuelve a asentir que el quebrantamiento de la orden de alejamiento es consensuado y que su pareja no generaba miedo en ella”, detalló Erkoreka, sobre la segunda entrevista que le realiza la Ertzaintza a la mujer cuando ésta regresa a Vitoria.

Las críticas hacia el vicelehendakari y la gestión de este caso concreto residen en el hecho de que la Ertzaintza supuestamente bajó la valoración de riesgo tras hablar con la mujer, algo que el propio Erkoreka desmintió en esa primera declaración. “La Ertzaintza no puede bajar una valoración ya realizada, tiene que hacer su propia valoración de riesgo, para eso puede contrastar sus datos y valoraciones con las que en este caso puede haber hecho otra Policía que ha trabajado ya en ese ámbito, pero tiene que recabar información de la propia víctima, porque es ella la principal suministradora de la información de su situación de riesgo, la percepción que ella tiene y su ánimo”, señaló.

“Estamos hablando de relaciones afectivas, que pueden ser patologizadas, en las que ocurre que no siempre la víctima en todo momento ve claro que tiene que estar protegida y defendida del presunto agresor. Hay momentos en los que puede percibir así, pero otros en los que no. Por eso la primera evaluación tiene que arrancar de la información que ella suministre de su propia percepción, porque no es fácil proteger a una víctima que no se percibe en peligro. Hay herramientas que permiten hacerlo, pero no es una cosa fácil. Una persona puede estar protegida, pero si no se siente en riesgo, puede quebrantar esa protección”, trató de explicar.

El delegado y abogado de la Asociación Clara Campoamor en Euskadi, José Miguel Fernández, confiesa a este periódico que las palabras del vicelehendakari “no son afortunadas ni oportunas”. “Es evidente que el sistema ha fallado y sin buscar culpas, no hemos conseguido proteger a Maialen. Lo que hay que hacer es mirar qué ha fallado para que no vuelva a pasar. Es habitual que las víctimas en una de sus fases de este tipo de delitos quieran retirar las denuncias y volver con el agresor, porque eso forma parte de la violencia machista. Dentro de los delitos de violencia de género está el hecho de que el agresor tenga capacidad de mentir, de tener un falso arrepentimiento y una falsa luna de miel y de que la víctima le dé otra oportunidad. Sí que es cierto que es complicado tomar medidas judiciales en esos casos, pero sí que habrá que tomar otro tipo de medidas y tener otro tipo de actuaciones, ya sea policiales, sociales, administrativas o todo lo que sea necesario y más aún en este caso, cuando hay varias denuncias y actuaciones policiales. Hemos fallado y hay que corregir sin buscar culpables y por supuesto sin culpar a la víctima de lo que ha pasado”, ha explicado el abogado de la asociación, que se ha personado en el procedimiento judicial.

El detenido se ha acogido a su derecho de no declarar

A lo largo de este martes, efectivos de la Ertzaintza han trasladado a dependencias judiciales al detenido por asesinar el pasado fin de semana a la mujer de Vitoria, después de que el domingo por la tarde abandonara Euskadi y fuera finalmente interceptado y detenido por la Guardia Civil cuando viajaba en un taxi por la AP-68 a la altura de la provincia de Zaragoza. Cerca de las 18.00 horas ha comparecido ante el juez y se ha acogido al derecho a no declarar, según indican fuentes judiciales.

Por su parte, los familiares de la mujer han difundido un comunicado solicitando “que no se busquen más culpables que quien decidió cometer este atroz acto, porque no sería justo ni ético” y han agradecido “de corazón las muestras de cariño recibidas” por “todos los vecinos y vecinas de Vitoria”, así como “el apoyo cercano y sincero” que están recibiendo por parte de todas las instituciones. En el escrito han pedido “respeto en estos momentos tan duros” y han rogado “encarecidamente vivir en la más absoluta intimidad”. “Queremos pedir respeto en estos momentos tan duros para la familia, rogando encarecidamente a los medios de comunicación que ejerzan su derecho a la información, evitando el sensacionalismo y morbo innecesario, principalmente por los menores de la familia y, en especial por su hija, la otra gran víctima de esta situación. Por ella, para que podamos criarla en un ambiente de amor infinito, pedimos empatía y respeto a su identidad y su vida privada”, reza el comunicado.

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