Este blog pretende ser la primera ventana a la publicación de los futuros periodistas que ahora se están formando en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU. Son las historias que los propios estudiantes de periodismo proponen a nuestros lectores.
Ciudades para todas: gana terreno el urbanismo con perspectiva de género
“¿Cuántas veces le has pedido a un taxista que, por favor, no se vaya hasta que te haya visto entrar en el portal?”. “¿Cuántas veces has cambiado tu recorrido para ir más tranquilo por calles en las que pasan coches?”. “¿Cuántas veces has llegado de noche a casa con la respiración acelerada, notándote los latidos del corazón, sin una causa aparente?”. Estas fueron algunas de las preguntas de la carta abierta viral que escribió Carlota Miranda, ingeniera y creadora del blog 'No es nada personal', en sus redes sociales. “Nunca” sería probablemente la respuesta que darían los hombres. Todo cambia si estas preguntas se realizan a mujeres. El 83% de las españolas sienten miedo al volver a casa de noche, según un estudio de la aplicación de seguridad Sister.
El concepto de violencia urbana tiene una dimensión polisémica. Puede hacer referencia a las situaciones violentas que ocurren en la ciudad como espacio físico, o puede hacer referencia a cómo la propia ciudad genera determinados sistemas de opresión y desigualdades.
“Cuando hablamos de inclusión debemos pensar en los colectivos que no entran en el patrón de hombre, cishetero, blanco, de clase media-alta y capacitista. Las ciudades están pensadas, planificadas y organizadas en torno a esa figura o, dicho de otro modo, en torno a los movimientos, desplazamientos y necesidades de ese perfil”, asegura Virginia Enebral, arquitecta especializada en género.
La cooperativa catalana Col·lectiu punt 6 en su libro 'Urbanismo feminista' destaca que las políticas urbanísticas que han buscado erradicar la violencia callejera lo han hecho de forma completamente ajena al género, centrándose en los aspectos físicos de las ciudades y no en su componente social y cultural. Por ello, desde el feminismo se ha criticado cómo esta forma de analizar la violencia urbana responde a un componente puramente androcentrista. Ainhize Díez, técnica de igualdad y antropóloga, afirma que “la introducción de la perspectiva de género en el urbanismo tiene como principal efecto el cambiar la lógica de entender las ciudades como un lugar para producir, a entenderlas como un lugar para vivir”.
Mapas de la ciudad prohibida
Son muchas las ciudades que han elaborado los mapas de puntos críticos, mapas de la ciudad prohibida o 'HarassMap' (en inglés, mapa del acoso). Estos mapas son herramientas que ayudan a reorganizar el urbanismo de forma conjunta entre ciudadanía y profesionales, intentando construir ciudades más seguras y amables para mujeres y hombres. En Euskadi, ya desde 1996 gracias a la plataforma de mujeres de Plazandreok, se publica el primer 'Mapa de la Ciudad Prohibida de Donostia'. A partir de esta referencia, otros muchos municipios secundaron la iniciativa y así se han ido creando mapas de puntos críticos por todo Euskadi. Para la arquitecta Virginia Enebral, “los mapas de la ciudad prohibida han sido una herramienta muy útil para señalar esos lugares no seguros, pero también, para visibilizar que el espacio no es percibido de la misma manera por hombres y mujeres, y por ende, para visibilizar las distintas violencias que vivimos las mujeres”.
Enebral cree que con la elaboración de los primeros mapas hubo cierto escepticismo: “Con el auge del movimiento feminista esa visión cambió y ahora son vistos como herramientas muy valiosas, ya que las mujeres somos el 50% de la población, y por lo tanto, debemos ser tenidas en cuenta. Pero además, hay que sumar que la inclusión, del mismo modo que el feminismo no debe ser pensado solo en torno al sujeto mujer, sino a cualquier colectivo minorizado o que ha sufrido opresión por parte de un sistema heteropatriarcal que sustenta todo”. Los 'HarassMap' se realizan mediante diagnósticos participativos, un análisis exhaustivo de los espacios en los que las mujeres se sienten más inseguras, o los puntos en los que se han producido agresiones. “De esta manera se puede ver que tienen en común esos espacios para ser especialmente percibidos como peligrosos, y de esta manera poder realizar cambios al respecto”, afirma Ainhize Díez.
El feminismo no debe ser pensado solo en torno al sujeto mujer, sino a cualquier colectivo minorizado o que ha sufrido opresión por parte de un sistema heteropatriarcal que sustenta todo
En un estudio realizado por Emakunde sobre la percepción de miedo de la juventud en el espacio público, se utilizó una herramienta específica para poder recopilar los datos acerca de las diferencias de sentimientos de miedo entre chicas y chicos. Los Relief Maps, herramienta digital para el análisis de las desigualdades sociales, muestran como hay una clara diferencia de género en relación a la percepción de miedo e inseguridad. El informe destaca que el género tiene una gran influencia en la expresión de bienestar y malestar. Además, el estudio muestra cómo no solo se ha invisibilizado la violencia contra las mujeres en el espacio público sino que además se ha institucionalizado. Este proceso se ha dado, según Emakunde, porque la violencia es un fenómeno estructural, y por el otro lado, porque esta violencia responde al poder simbólico.
El diseño de las ciudades
Las ciudades, como espacio físico, no son inmutables, van transformándose con el tiempo. Sin embargo, existe una dicotomía espacial que no solo produce efectos en los aspectos físicos de las ciudades, sino en su propia significación. La economista Cristina Carrasco indica en su libro 'El trabajo de las mujeres: producción y reproducción', que esta dicotomía ha generado formas de entender el espacio urbano como un binomio contrapuesto entre lo público y lo privado, en el que cada esfera o espacio es independiente y autónomo del otro. Según la economista, el sistema económico actual se puede entender formado por dos subsistemas básicos señalados que se pueden denominar como esfera industrial y la esfera doméstica. En la esfera industrial tiene lugar el proceso de producción y reproducción material, es decir, de bienes y servicios orientados al mercado. En la esfera doméstica, en cambio, tiene lugar el proceso y reproducción de las personas.
Erysson Faustino, profesor de urbanismo y consultor internacional en temas urbanos, cree que las ciudades se diseñan desde una perspectiva concreta y esta perspectiva determina la forma de entender y usar las ciudades. “Hoy en día nos encontramos con ciudades neoliberales, globalizadas, que miran al modelo anglosajón. Esto es, centros urbanos donde está el comercio y el espacio laboral, y urbanizaciones a las afueras para hacer la vida familiar. Todo conectado con el transporte privado”. Para el profesor, la división sexual del trabajo produce y reproduce los roles de género. En este sentido, a los hombres se les asignan los trabajos productivos que tienen valor económico y social, y a las mujeres se les asignan los trabajos reproductivos que no suponen ningún valor económico ni social. “Existe una ideología urbana que determina una forma de vivir las ciudades. Podemos hablar de ideología neoliberal, pero también patriarcal”, concluye Faustino.
La abogada de violencia de género de la fiscalía de Brasil, Fernanda Campanini, afirma que “el espacio público es violento con las mujeres, ya que se entiende que ellas no pertenecen a este espacio y por ello son violentadas y agredidas”. Campanini corrobora que se dan muchos casos de violaciones y agresiones, pero la mayoría no se denuncia. “Esto supone un problema, dado que es difícil determinar la cantidad de agresiones que se dan”, sostiene la abogada. Desde la fiscalía trabajan con asociaciones para que se impulsen medidas para prevenir el acoso hacia las mujeres. Para Fernanda Campanini, “se debe crear una conciencia de la necesidad de impulsar un urbanismo inclusivo para erradicar las violencias contra las mujeres”.
Existe una ideología urbana que determina una forma de vivir las ciudades. Podemos hablar de ideología neoliberal, pero también patriarcal
Ciudades pioneras
Viena, Barcelona y Estocolmo han sido las primeras ciudades en realizar políticas urbanas con perspectiva de género. El libro 'Ciudades feministas', de Leslie Kern, señala que la COVID-19 ha demostrado la urgencia de adoptar soluciones urbanas feministas y copiar modelos como el de Viena, con una oficina de mujeres de urbanismo y lograr hacer los barrios más habitables e igualitarios dotándolos de centros comunitarios, guarderías, espacios para mayores y parques.
Viena, Barcelona y Estocolmo son ciudades referentes: en estos espacios se han realizado políticas urbanas con perspectiva de género, pero no se han quedado en un mero diagnóstico, sino que han transformado físicamente los espacios urbanos
Marta Ezkerekotza, politóloga y doctoranda en urbanismo feminista por la Universidad de Deusto, apunta que en algunas ciudades, por diversos factores, la perspectiva de género se ha introducido de forma transversal en las instituciones. “En España, el modelo ideal es Barcelona, donde la alcaldesa, junto con las áreas de urbanismo e igualdad, y las consultorías externas, están implementando políticas muy interesantes que están contribuyendo a crear una Barcelona inclusiva al género”. Sin embargo, opina que en Euskadi no hay ciudades feministas, aunque sí se están desarrollando políticas con perspectiva de género. “Viena, Barcelona y Estocolmo son ciudades referentes en urbanismo feminista. En estos espacios se han realizado políticas urbanas con perspectiva de género, pero no se han quedado en un mero diagnóstico, sino que han transformado físicamente los espacios urbanos”, afirma.
La arquitecta Virginia Enebral cree que “las ciudades están dando pasos hacia el urbanismo feminista: sostenibles, de cuidado, donde se ponen las vidas por encima de la productividad, basado en la proximidad, pensado para mujeres, menores, mayores y personas con diversidad funcional”.
México cuenta con vagones de metro exclusivos para mujeres. Esto es una medida que se ha extendido a lo largo de toda América Latina y que ha servido para poner en la agenda pública las agresiones sexuales que sufren las mujeres en el transporte público
También destaca el trabajo pionero que realiza Viena o el proceso de la “economía del dónut” que quiere implantar Ámsterdam. Esta teoría económica formula un cambio de modelo económico como respuesta al gran desafío al que se enfrenta la humanidad: erradicar la pobreza global respetando los limitados recursos naturales de los que disponemos.
El profesor y consultor Erysson Faustino ve también en América Latina avances hacia las ciudades con perspectiva de género, seguridad y movilidad: “México cuenta con vagones de metro exclusivos para mujeres. Esto es una medida que se ha extendido a lo largo de toda América Latina y que ha servido para poner en la agenda pública las agresiones sexuales que sufren las mujeres en el transporte público”, concluye.
“¿Cuántas veces le has pedido a un taxista que, por favor, no se vaya hasta que te haya visto entrar en el portal?”. “¿Cuántas veces has cambiado tu recorrido para ir más tranquilo por calles en las que pasan coches?”. “¿Cuántas veces has llegado de noche a casa con la respiración acelerada, notándote los latidos del corazón, sin una causa aparente?”. Estas fueron algunas de las preguntas de la carta abierta viral que escribió Carlota Miranda, ingeniera y creadora del blog 'No es nada personal', en sus redes sociales. “Nunca” sería probablemente la respuesta que darían los hombres. Todo cambia si estas preguntas se realizan a mujeres. El 83% de las españolas sienten miedo al volver a casa de noche, según un estudio de la aplicación de seguridad Sister.
El concepto de violencia urbana tiene una dimensión polisémica. Puede hacer referencia a las situaciones violentas que ocurren en la ciudad como espacio físico, o puede hacer referencia a cómo la propia ciudad genera determinados sistemas de opresión y desigualdades.