Ciudadanos inicia su convivencia con Vox en el grupo mixto del Parlamento Vasco con una portavocía rotatoria
Rota la coalición con el PP, Ciudadanos ha iniciado ya una nueva etapa en el Parlamento Vasco en solitario aunque con una necesaria cohabitación con Vox en el grupo mixto. Ambas formaciones tienen un escaño, para José Manuel Gil y Amaia Martínez Grisaleña, respectivamente, y la obligación de repartirse tiempos, portavocías y recursos. No se había producido esta circunstancia desde la legislatura de 2009 a 2012, cuando tuvieron que autoorganizarse fuerzas tan dispares como IU, EA y UPyD. El acuerdo fundamental, el de quién de los dos ejercerá de portavoz de ambos, no se ha podido alcanzar y la Mesa, en una decisión salomónica, ha decretado que Vox ocupe esa función en los meses impares (en septiembre también, por lo tanto) y Ciudadanos en los pares. Esa portavocía rotatoria hará que ambos partidos puedan acudir en algún momento a la junta de portavoces con los líderes del resto de formaciones. Ese foro complementa a la Mesa y ordena las sesiones parlamentarias.
Ciudadanos y Vox sí han alcanzado un acuerdo para la presencia en comisiones. El grupo mixto solamente tiene un puesto con voz y voto en esos órganos y la ultraderecha, que antes podía acudir a todas ellas, ahora ha cedido Salud, Educación, Euskera, Desarrollo Económico o Incompatibilidades a Gil. En la práctica, Ciudadanos tendrá mucho más protagonismo porque en la coalición con el PP Gil solamente lideraba las áreas de Educación y Desarrollo Económico y en la primera materia no era infrecuente que los 'populares' quisieran marcar perfil propio en debates tan relevantes como la reforma de la ley de 1993.
En cuanto a los plenos, tanto en la sesión de política general como en el primer pleno ordinario del curso político Vox y Ciudadanos se reparten lo disponible al 50%. No obstante, queda aquilatar qué ocurrirá en situaciones como la que se ha producido este jueves, con Vox renunciando a intervenir. ¿Puede entonces Gil tener todo el tiempo para él y hacer una intervención más larga? La presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, ha prometido revisar esta situación de acuerdo al reglamento. No es un asunto menor ya que la ultraderecha, aunque no haya pleno en que no denuncie el “cordón sanitario” al que está sometida, renuncia en numerosas ocasiones a tomar la palabra, algo que en el pasado no ocurría con otros partidos pequeños como UPyD.
En el plano logístico, la ruptura de lo que se vino a llamar PP+Cs ha hecho que no queden despachos vacíos para Ciudadanos. Es habitual que se reconfiguren los espacios para los grupos cada legislatura, pero una ruptura mediado el mandato es algo extraordinario. Así, se ha habilitado para Gil y sus asesores una sala en la planta tercera del edificio principal del Parlamento, cuando el resto de grupos están en la baja y en la primera. Es una sala de reuniones y ponencias que ahora tocará amueblar como oficina. El PP, por su parte, mantiene tal cual sus dependencias, al igual que Vox. El criterio básico ha sido no hacer obras mayores de estructura en puertas de unas elecciones autonómicas que cambiarán de nuevo la configuración del hemiciclo.
Ciudadanos, en esta nueva etapa, tiene derecho a un asesor también, aunque puede disponer de más personal si lo costea de su bolsillo. Dentro de PP+CS Gil también tenía un asistente. ¿Cuántos tienen los otros partidos? Según el criterio fijado al inicio de la legislatura, en 2020, el PP pasará a cuatro, Elkarrekin Podemos-IU seguirá con cinco, el PSE-EE con siete, EH Bildu con diez y el PNV con trece. Son 41 “asistentes” en total por 75 parlamentarios que se suman a los asesores nominales de los miembros de la Mesa, cinco en el caso de la presidenta y dos por cada uno de los otros cuatro miembros, de PSE-EE, EH Bildu, PNV y Elkarrekin Podemos-IU, respectivamente.
0