La consejera Sagardui sugiere que los asistentes a las cabalgatas se lo deberían pensar dos veces
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, se ha puesto de perfil y ha preferido no confrontar con los municipios que han decidido mantener este 5 de enero las cabalgatas de los Reyes Magos a pesar de la explosión de positivos de COVID-19. De las cinco localidades vascas más pobladas, solamente Bilbao no mantiene el desfile. Sagardui era concejal en Bilbao antes de saltar al Gobierno vasco. Pero sí los habrá en Vitoria, Donostia, Barakaldo o Irún, bajo el argumento de que hay que ofrecer “ilusión” a la ciudadanía. Sin embargo, la máxima responsable sanitaria sí ha sugerido que las familias deberían pensarse dos veces el acudir a eventos que puedan suponer “aglomeraciones”.
“Son los ayuntamientos las instituciones que tienen que decidir qué actividades han de llevar a cabo o no. Si han decidido seguir adelante será porque establecen las garantías de poder cumplir las medidas de prevención establecidas”, ha señalado Sagardui en respuesta a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en la que ha expuesto claramente que la situación epidemiológica en Euskadi es nefasta. Este mismo mensaje ya ha sido trasladado en más ocasiones.
La polémica sobre los eventos navideños cristalizó con una recomendación de Salud a los municipios a “evitar” las cabalgatas emitida el 17 de diciembre. Desde entonces han aparecido más de 120.000 contagios y la situación hospitalaria se ha deteriorado de manera importante. Solamente Bilbao lo interpretó como una petición expresa de suspensión y así lo hizo, pero Vitoria o Donostia entienden que es suficiente con cambios para “evitar” que sean como hasta 2020. De hecho, ya se organizaron actos con Olentzero y Mari Domingi, aunque en casos como el de Vitoria la afluencia a la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar es mucho mayor, de hasta 100.000 personas, el equivalente al 40% de la población total de la ciudad. Entre los cambios, hacer recorridos más largos para evitar concentraciones en algunos puntos, evitar calles más concurridas o limitar las entregas de caramelos.
Así las cosas, Sagardui ha preferido dirigirse a los asistentes potenciales, aunque tampoco con gran claridad o, al menos, con la misma claridad como cuando se recomendó no abrazar o besar o no compartir platos en los encuentros familiares de este período. “Está en manos de cada uno de nosotros el poder también mantener esas medidas de prevención que sabemos que evitan los contagios como son las aglomeraciones o el uso continuado y correcto de las mascarillas”, ha invitado a la reflexión Sagardui.
En el caso de Bilbao, el Ayuntamiento ha cambiado el desfile por un evento alternativo en un pabellón interior, el Bilbao Arena de Miribilla. Se harán cuatro pases con un aforo de 1.500 personas en cada uno de ellos. El pabellón, cuando juega el Bilbao Basket, tiene un aforo aproximado de 10.000 aficionados. Hasta este mediodía, se habían vendido del orden del 70% de las 6.000 entradas a la venta. La edil de Fiestas, Itziar Urtasun, ha pedido a los asistentes que “actúen en todo momento con responsabilidad, siendo rigurosos con las medidas”.
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