El delegado del Gobierno en Euskadi afirma que “el GAL nunca debió suceder”: “Causó dolor y restó legitimidad al Estado”
En un contexto de gran agitación por las palabras del exministro del Interior con Felipe González José Barrionuevo, condenado por su participación en la puesta en marcha de los GAL, el delegado del Gobierno de España en Euskadi, el socialista Denis Itxaso, ha aprovechado su intervención en los actos del Estado con motivo del Día de la Memoria (que técnicamente es este jueves) para condenar el terrorismo de esta organización. “El GAL nunca debió suceder y sólo contribuyó a causar dolor y alimentar la Ley del Talión. La defensa de los derechos humanos no es creíble si no es integral y coherente. Desde la legitimidad que nos da haber defendido la libertad, la democracia y el Estado de Derecho frente a la amenaza terrorista, volvemos a condenar la existencia del GAL, pues fue un gran horror que causó un dolor que es el nuestro y restó crédito y legitimidad al Estado”, ha solemnizado Itxaso en un acto organizado en la localidad vizcaína de Portugalete.
Itxaso ha continuado: “Debemos tener el coraje de afrontar la tarea de deslegitimación de todos los discursos del odio sin tabúes ni miradas parciales. Es tiempo para la claridad y para reivindicar la coherencia del Estado de Derecho y las garantías democráticas sobre las que se sustenta la convivencia. Porque la democracia se debilita cuando responde con la misma moneda a los violentos y no puede aceptarse que haya víctimas que sean de unos u otros, ni de distinta consideración; sino únicamente víctimas del fanatismo y la violencia cuya memoria y respeto deben cimentar cualquier suelo firme de justicia y convivencia”. Estas palabras llegan después de que víctimas y Gobierno vasco, del que forman parte consejeros del PSE-EE, hayan emplazado al PSOE y al Ejecutivo central a que envíen mensajes nítidos de rechazo al GAL.
El Día de la Memoria surgió en Euskadi en 2010 y se eligió el 10 de noviembre por ser una de las pocas fechas en el calendario libres de asesinatos. La jornada, en cambio, ha generado división desde su génesis. Hace años que la derecha cuestiona que se incluya también en los homenajes a las víctimas de violencia policial reconocidas por una ley autonómica junto a las del terrorismo. La izquierda abertzale siempre recuerda en paralelo a otro colectivo que considera víctimas, los fallecidos en accidentes de tráfico en viajes a las cárceles con ocasión de las visitas a los presos de ETA. El director del Memorial de Víctimas de Vitoria, un organismo dependiente del Ministerio del Interior, Florencio Domínguez, ha recordado en el acto de Portugalete que el centro está dedicado “sin excepciones” a todas las víctimas del terrorismo. Ha dicho que las de ETA fueron las más numerosas pero que las hubo también del GAL, del Grapo o del yihadismo, una amenaza que sigue “viva”. Entre los asistentes han estado la vicelehendakari, Idoia Mendia, y el viceconsejero de Derechos Humanos, José Antonio Rodríguez Ranz, así como el alcalde de Portugalete, Mikel Torres, que ha ejercido de anfitrión.
Se da la circunstancia de que este acto ha contado por vez primera entre los homenajeados con la hija de una víctima del GAL. Junto a las damnificados por ETA Celso Recio, hijo de un agente de la Guardia Civil, o Nerea Barrios, hija de un hostelero, Veronique Caplanne ha narrado el asesinato de su padre Robert en 1985, cuando tenía 36 años. Los pistoleros de los GAL lo acribillaron en la creencia de que era un miembro de ETA. Una primera sentencia de 1987 descartó la implicación de los terroristas parapoliciales pero otra de 1999 sí halló los vínculos con los GAL.
“Gracias. Finalmente tenemos la impresión de ser escuchados, comprendidos y considerados”, ha señalado Caplanne al término de su aplaudido relato. “Fue el GAL, la Policía. ¿Cómo es posible? Ellos, los que se supone que deben protegernos. Mi madre comenzó a beber y murió de eso. Los amigos desaparecieron. No tenemos noticia de los representantes de Francia o de la ciudad de Biarritz. El terrorismo no debe ser una respuesta a la violencia. Ha hecho y sigue haciendo demasiado daño. Destroza vidas. Destruye familias”, ha señalado.
En todo caso, tanto Domínguez como Itxaso han alertado en sus discursos sobre el “odio” y legitimación de la violencia de ETA que perdura. Esas actitudes “han sobrevivido a su desparación”, según el delegado del Gobierno, que ha puesto el ejemplo de quienes “pegan un puñetazo a un joven vinculado al PP”. “Persiguen un objetivo edulcorado, ya no la muerte física pero sí la muerte civil del enemigo con la presión y el señalamiento. Desaparecer la muerte, sí, pero el discurso justificatorio permanece”, ha apuntado Itxaso. Domínguez, de su lado, ha indicado que hay encuestas que apuntan a que entre un 20% y un 25% de los jóvenes vascos justifican la violencia “pasada”, un mal germen ante una hipotética violencia “futura”, ha valorado.
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