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El Gobierno vasco aborda la negociación presupuestaria con la oposición sin cifras y sin elegir izquierda o derecha

El consejero de Hacienda y Finanzas, Noël D'Anjou.

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
20 de noviembre de 2024 13:59 h

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La sede central del Gobierno vasco, ubicada en el barrio vitoriano de Lakua, ha vivido una intensa pero extraña mañana política este miércoles. El consejero de Hacienda de Imanol Pradales, Noël d'Anjou, ha citado a EH Bildu, PP y Sumar -Vox está excluido en aplicación de un cordón sanitario a la ultraderecha- para explorar posibles acuerdos presupuestarios de cara a 2025 aunque, aritméticamente, PNV y PSE-EE tienen mayoría absoluta en el Parlamento Vasco y no precisan de más apoyos. Sin embargo, a pesar de que se han celebrado cuatro ruedas de prensa -una por cada partido de la oposición y otra del Gobierno- ninguna de las partes ha puesto números y concreciones a las propuestas. “No es el momento de hablar de cifras”, les ha dicho D'Anjou a los periodistas en una sala de prensa en la que estaba como oyente la mano derecha del lehendakari, Mikel Iriondo, que es el secretario general de Presidencia.

Tampoco ha aclarado si la prioridad del Gobierno es mirar a su izquierda (Sumar y EH Bildu) o a su derecha (PP), que ofrecen visiones económicas y políticas muy diferentes. “Buscamos puntos de encuentro y no vamos tanto a mirar si derecha o izquierda”, ha explicado D'Anjou. El Ejecutivo ha entregado a cada partido una oferta diferente con “ámbitos de trabajo” en los que puedan encontrarse. Ninguna se ha hecho pública pero la de Sumar tiene 53 iniciativas, la de EH Bildu 52 y la del PP 51, según una nota del Gobierno. Son temas variados, no cuantificados en partidas, y “compromisos políticos” de “alcance y calado”. “No los voy a detallar”, ha señalado D'Anjou sobre estas propuestas, que abarcan áreas como vivienda, industria, euskera, transporte y otras materias de competencia autonómica.

La única propuesta más específica mira no a 2025 sino a 2026, ya que se ha ofrecido a estos partidos empezar a negociar antes de presentar el proyecto del Gobierno, algo que comprime el margen temporal de las conversaciones. De hecho, ahora mismo el calendario es muy apretado. El Ejecutivo ha pedido a EH Bildu, PP y Sumar que indiquen antes de este viernes si quieren o no negociar con este “marco” de juego. Sin embargo, el jueves siguiente tiene que estar el panorama despejado y ese día ya han de estar presentadas las enmiendas de totalidad que los partidos que se desmarquen quieran presentar, como ahora con toda probabilidad Vox. En privado, hay partidos que ya trabajan con varios escenarios.

D'Anjou ha insistido en que hay “margen” para los acuerdos y que el Gobierno presenta “voluntad sincera”. “Es bueno para Euskadi”, ha repetido en su comparecencia. Sin embargo, fuera de Lakua, en Euskadi Irratia, el líder del PSE-EE ha parecido dar por cerradas todas las opciones. “Creo que todos nos sentamos con buena voluntad, pero en estos primeros momentos de la legislatura cada uno está en sus posiciones y cuando avance la legislatura serán posibles los acuerdos, pero en los primeros presupuestos es un poco complicada esa opción, porque creo que cada uno no se moverá de su posición”, ha manifestado, según la traducción de Europa Press.

En los pasillos de Lakua han ido compareciendo Sumar, PP y EH Bildu conforme iban saliendo de sus encuentros con el Ejecutivo. El primero ha sido Jon Hernández, de Sumar, que iba con un planteamiento de movilizar 755 millones de euros en partidas para introducir cambios en Salud o Educación o para crear una renta básica universal de 80 millones. “Va a ser muy muy muy difícil acordar”, se ha sincerado el también secretario general del PCE-EPK y miembro de IU, aunque se ha dicho “abierto” a una reunión más, que sería la tercera.

Después ha tomado la palabra el PP. No ha acudido esta vez Javier de Andrés, que ha delegado en Laura Garrido y Álvaro Gotxi. Los 'populares' pedían 177 millones en cambios, centrados en Salud y Seguridad, y han “echado de menos” detalles por parte del Gobierno. Sin embargo, sí apuntan a que sería necesario un “giro radical” para que el PP se haga una fotografía estrechando la mano con PNV y PSE-EE. “Se va a tener que mover bastante”, ha admitido Garrido, que incluso ha señalado que las propuestas que se le han hecho tienen compromisos viejos ya incumplidos en anteriores legislaturas o cuestiones ya anunciadas.

Más larga ha sido la rueda de prensa de EH Bildu. Pello Otxandiano se ha sumado a las conversaciones y él ha ejercido de portavoz ante los medios de comunicación. En su caso, ha ofrecido como “gesto” no querer mezclar las negociaciones sobre la reforma fiscal con los presupuestos. Es un proceso ya abierto en las tres Juntas Generales y la coalición es “muy crítica” con ello. Hay que hacer un debate “en condiciones y con seriedad” que concrete los “ajustes” ya anunciados por PNV y PSE-EE en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, sobre todo por la “menor recaudación” que comportan las deducciones ofrecidas.

Otxandiano ha recordado que nacionalistas y socialistas no tienen mayoría en Álava y Gipuzkoa y ahí sí necesitan otro socio. Sobre el tema presupuestario vasco propiamente dicho, la coalición se queja de los “mensajes contradictorios” de D'Anjou y de Andueza. EH Bildu únicamente ha exigido como condición que se destinen 350 millones para que viviendas protegidas no sean desclasificadas, aunque demanda modificaciones en cuidados o volver a activar algo que ya acordó con Iñigo Urkullu, en SMI propio en Euskadi por su mayor nivel de vida. Tampoco se levantan formalmente de la mesa.

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