La plataforma asindical Ertzainas en lucha, que se dio a conocer en 2023, y el sindicato con representación en el cuerpo Euspel volverán a reivindicar la equiparación salarial y un convenio digno con nuevas movilizaciones. Comenzarán el 26 de febrero con una sentada frente a la sede del Gobierno vasco en Bilbao. Anuncian igualmente y seguirán con una huelga de celo durante todo el mes de marzo, en el que también llevarán a cabo un encierro en un lugar por determinar. Existen algunos precedentes de iniciativas de ese tipo. En Vitoria, por ejemplo, implicó un incremento notable de las multas. Además, el 4 de marzo realizarán una caravana de coches en Bizkaia, a mediados de marzo tienen previsto un encierro en un lugar por determinar y el 15 de abril han convocado una manifestación en Bilbao. Son paralelas a las protestas de la mayoría sindical, compuesta por Erne, Esan y Sipe.
En rueda de prensa en Barakaldo, representantes de Ertzainas en lucha y de Euspel han dado cuenta del estado del conflicto en la Ertzaintza y de las movilizaciones reivindicativas planificadas. El secretario general de Euspel, Joseba Saralegui, ha señalado que, tras diez meses de conflicto en la Ertzaintza, la negociación “se ha enquistado” y ha censurado que, en todo este tiempo, la “única preocupación” del Departamento de Seguridad y del Gobierno Vasco ha sido “tirarnos a la ciudadanía en contra”, informa Europa Press.
Tras lamentar que los ertzainas son “los únicos funcionarios que parece que no tienen derecho a reivindicar” -de hecho no tienen derecho a la huelga-, ha recordado que el próximo 12 de marzo la función pública vasca “vuelve a salir a la calle”, por lo que “los problemas están enquistados en todos los funcionarios”. “Pero parece que cuando los ertzainas se quejan, lo hacen por vicio”, ha ironizado. Saralegui ha criticado que, hasta ahora, desde el Departamento de Seguridad “han querido vestir la negociación como un tema económico, que lo es, pero también es un tema de prestigio y de dignidad”. “Cuando desde la Ertzaintza hablamos de una negociación, no hablamos solo del tema económico, sino que hablamos de muchísimas más cosas, del trabajo del día a día de los ertzainas, que se les reconozca su trabajo”, ha subrayado.
En sentido, ha reclamado la equiparación de los agentes de la Ertzaintza“ con los cuerpos municipales. ”Queremos que se nos reconozca de igual a igual, no queremos más, y a partir de esas reglas de juego nos sentamos a negociar de todo, el acuerdo regulador caducado desde hace 12 años, las condiciones del día a día, de materiales y de una carrera profesional totalmente discriminatoria con el resto del funcionariado“, ha agregado. ”No vale decir que se van a celebrar unas elecciones para postergar una negociación“, ha reiterado, para advertir que tampoco les vale ”una negociación para firmar para la foto y vender a la sociedad que se ha llegado a un acuerdo“. Por otro lado, Saralegui ha reconocido que han visto ”un cambio“ con el nombramiento del nuevo viceconsejero de Administración y Servicios del Departamento de Seguridad, Ricardo Ituarte, con quien mantuvieron una reunión hace tres semanas. ”Por lo menos la sensación que tuvimos es que nos sentimos escuchados“, ha indicado. Este miércoles tienen previsto otro encuentro.
Saralegui ha asegurado que el surgimiento de Ertzainas en lucha es “lo mejor que ha pasado en la historia de la Ertzaintza”. “Algo habremos hecho mal [los sindicatos cuando alguien externo a una organización sindical nos dice que nos pongamos las pilas”, entiende. La plataforma entiende que la “situación a nivel delincuencial” en Euskadi es “insostenible por mucho que se quiera tapar” y han denunciado la “carencia bastante importante de medios a nivel personal, de vehículos y de formación”.
“No alcanzan” el SMI en Arkaute
Esan también ha denunciado la “aberración” que supone que los agentes en proceso de formación en la academia de Arkaute “no alcancen el salario mínimo interprofesional”. En un comunicado, también recogido por Europa Press, el sindicato ha indicado que, con la modificación de la ley de Policía de Euskadi de 2019, “se establecieron unas nuevas condiciones de acceso a la Euskal Polizia, término que engloba a la Ertzaintza y a las diferentes policías municipales vascas”. Según se recoge en la propia ley, ha precisado, “la edad máxima que da acceso a la policía vasca en sus diferentes cuerpos se establece en 38 años, si bien es cierto que el tiempo de servicio en interinidad en las diferentes policías municipales sirve para detraerse de esa edad en caso de ser superada”.
Así, ha explicado que “un agente que pretenda aspirar a obtener una plaza de funcionario y que supere los 38 años edad, podría acceder a dichas plazas, siempre y cuando el tiempo desempeñado como agente detraído a su edad, no alcance los 38 años”. Esta cuestión, a juicio de Esan, “cambia el perfil de personas que acceden a la formación en Arkaute”. “Si bien hace décadas dicho perfil se circunscribía a personas menores de 30 años, ahora éste ha variado y no es difícil encontrar agentes que superan incluso la cuarentena y, entre ellos, no pocos con responsabilidades familiares e hipotecas”, ha señalado.
Esan ha anunciado el inicio de la judicialización de esta cuestión por entender que es “un derecho recogido en la ley que es vulnerado sistemáticamente condenando a los agentes en prácticas formativas al cobro de escasos 750 euros, cuando el salario mínimo prefijado a nivel estatal se establece en 1.134 euros en 14 pagas”, una diferenciación que, a juicio de la organización, es “ilegal, a la par que inaceptable”. En ese sentido, Esan apuesta por “una remuneración justa y ajustada a la realidad social”.