La COVID-19 va a sufrir desde este lunes un cambio decisivo en Euskadi y en España. Es probable que el nuevo escenario no permita comparaciones previas y que la afección real salga del radar. Ya no serán tan medibles las subidas o bajadas de la incidencia que se puedan producir. Desde este lunes, con la 'gripalización', incluso los casos positivos más leves o asintomáticos podrán hacer vida normal. Además, el Gobierno vasco ha decidido reducir la información epidemiológica a un único día por semana, los lunes. Lo hace en un contexto en que, después de un mes de subidas, los positivos detectados han empezado a bajar -un 4,99% del 21 al 27 de marzo con relación a la semana anterior, aunque las pruebas han caído exactamente en la misma proporción y en Álava sigue la tendencia alcista- y en el que los ingresos han vuelto a subir -un 18%, de 156 a 185-. Además, 45 personas con COVID-19 han fallecido del 18 al 24 de marzo, a los que se añaden 19 más de semanas previas notificados ahora.
En cuanto a los fallecimientos, son ya 6.446 en la pandemia. Es el 0,99% de los ya 650.861 casos confirmados. Son 3.302 y 3.144 mujeres. Van ya 1.363 en lo que va de 2022, cuando fueron 1.977 en todo 2021. Esta semana han muerto con el virus dos treintañeros y el resto son mayores. Particularmente, la COVID-19 sigue matando al 20% de los nonagenarios o centenarios que contagia. El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha estimado que, de los 64 decesos nuevos totales que ha notificado únicamente 18 tenían el Sars-Cov-2 como causa directa, sin más análisis.
En los hospitales vascos quedan ingresadas 174 personas con coronavirus, que son menos que los ingresos nuevos que se produjeron la pasada semana, lo que muestra que las estancias son muy cortas. Había 168 la pasada semana y 183 hace dos. En cuanto a la UCI, con 16 pacientes, sigue en los niveles más bajos desde agosto de 2020. En todo caso, no se precisa si la caída de ocupación es por muertes o por mejorías. Hace dos semanas eran 24 los pacientes críticos. Esta última semana han repuntado hasta ocho los menores de 18 años hospitalizados por esta enfermedad, aunque el 73,6% de los internos tienen de 60 años en adelante. El 67,7% de quienes dan positivo tienen síntomas en el momento de la toma de muestras.
Por edades, es precisamente en las franjas etarias de mayor riesgo donde hay más casos. La incidencia sube por encima de 600 puntos a partir de los 70 años y roza los 800 para los de 90 en adelante. Es mucho más que la media de 481 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días de toda la población. Álava tiene datos por encima de la media, 509, con una subida semanal del 7%, en Bizkaia suben los casos un 5% semanal pero la tasa se contiene en 474 y en Gipuzkoa se aprecia una bajada del 12%. Sea como fuere, Euskadi sale de la contabilidad de la COVID-19 como una pandemia con la incidencia en alerta roja por alta transmisión comunitaria, un umbral fijado en 400 y que no se abandona desde noviembre. Desde entonces también muere al menos una persona cada día, hasta ocho en la última semana.
elDiario.es/Euskadi
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