La duda de la abstención en Euskadi: así se benefician de la alta participación PNV y EH Bildu
Con la mirada puesta en la evolución de los rebrotes de coronavirus, este domingo 12 de julio se celebrarán las elecciones al Parlamento Vasco, que se aplazaron el pasado 5 de abril por el estallido de la pandemia. Una de las principales incógnitas de los comicios va a ser la participación. El posible aumento de la abstención, por el miedo a la COVID-19, sumado a la usual bajada de participación de la época veraniega, podría perjudicar más a unos partidos que a otros. En 2016, las elecciones se celebraron en septiembre, mes con mayor actividad laboral.
Entre las dos encuestas preelectorales realizadas por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco en marzo – antes de la declaración del estado de alarma – y en junio, la estimación de la abstención creció del 35% al 41%. En la misma línea, la encuesta de Celeste-Tel publicada por eldiario.es a finales de junio situaba el porcentaje del censo que no acudiría a las urnas en el 41,3%. Una cifra que no estaría lejos de la abstención en las últimas elecciones autonómicas celebradas en 2016, que fue del 40%, el máximo al que se ha llegado en unas elecciones al Parlamento Vasco.
De momento, lo que sí que ha incrementado fuertemente han sido las peticiones de voto por correo. Han superado las 125.000 personas, que representan el 7,3% del censo total y más del doble que en los últimos comicios autonómicos. Una señal de que la participación podría no disminuir tanto en comparación con las anteriores ocasiones.
A más participación, más voto a PNV y EH Bildu
Con el análisis de los resultados por municipio de las elecciones al Parlamento Vasco de 2016, se puede observar cómo el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Euskal Herria Bildu (EH Bildu) obtuvieron sus peores resultados en los municipios con una alta abstención. Mirándolo al revés: el voto a los dos partidos nacionalistas fue mayor en los municipios donde hubo más participación.
En este análisis, sin embargo, hay una excepción. Si miramos solo los municipios de la provincia de Gipuzkoa, la tendencia del voto al PNV no decrece con la abstención. Por el contrario, los partidos con representación estatal – Elkarrekin Podemos-IU, PSE-EE, PP y Ciudadanos (los dos últimos se presentan juntos este 12J)– recibieron más voto en los municipios donde la abstención fue mayor.
Como se puede ver en el gráfico siguiente, los municipios con más abstención (los círculos situados en la parte superior de los gráficos) son en los que PNV y EH Bildu obtuvieron sus resultados más bajos (se sitúan más a la izquierda), mientras que fueron donde los partidos estatales incrementaron su voto (están más a la derecha). Una tendencia que está muy relacionada con las diferencias entre zonas urbanas y rurales: en las ciudades se acude menos a votar que en las ciudades medianas y pequeños municipios.
Cabe mencionar, pero, que en los comicios de este próximo 12J el factor que puede hacer variar la participación –el miedo al coronavirus–podría cambiar la forma en que la abstención afecta a los partidos. No sabemos, por ejemplo, si van a ser los mayores los que evitaran las urnas por evitar el contagio; o si lo hará la población de municipios más urbanos o más rurales.
Nacer en Euskadi da más probabilidades de votar a los partidos vascos
También existe una diferencia en el voto en los municipios con más habitantes nacidos en el País Vasco respecto a aquellos con una mayor presencia de españoles nacidos en otras comunidades autónomas. Mientras el PNV y EH Bildu reciben más votos cuando la población nacida en la autonomía es mayor, el resto de los partidos consiguen mejores resultados en los municipios con más personas nacidas en otras comunidades autónomas.
Otra variable que explica esta diferencia es el factor rural o urbano, y se ve sobre todo observando el voto a EH Bildu y al PSE-EE. En las ciudades grandes y medianas, donde la proporción de población nacida fuera de Euskadi es mayor que en los pueblos, los partidos estatales obtienen sus mejores resultados. En cambio, en municipios pequeños los partidos nacionalistas (y en especial EH Bildu) sobrepasaron el 60% de los votos en 2016, muy por encima de los votos que obtuvieron en el total del País Vasco, del 37% y el 21% de total respectivamente.
El PNV es el partido más transversal
La ventaja del PNV sobre el resto de los partidos es clara en todas las encuestas. La de Celeste-Tel publicada por eldiario.es pronostica entre 30 y 31 escaños para los nacionalistas vascos, que en a actualidad tienen 28. En la última encuesta del CIS la horquilla es aún mayor: de 31 a 34 escaños. De hecho, el PNV ha ganado siempre las elecciones al Parlamento Vasco en número de votos, aunque en 1986 fue superado en escaños por el PSE-EE.
Uno de los factores que explicaría la gran ventaja del PNV sobre los partidos de la oposición es su transversalidad. Como se muestra en los gráficos inferiores, los nacionalistas vascos reciben un porcentaje similar de votos en municipios más urbanos y más rurales; como también pasa entre los más ricos y más pobres.
Por ejemplo, el PNV obtuvo un 42% de los votos en la ciudad más poblada de Euskadi, Bilbao, un resultado similar al que consiguió en algunos de los municipios más pequeños de cada provincia: Gaintza (Gipuzkoa, 43%), Arakaldo (Bizkaia, 43%) y Lagrán (Álava, 41%). Lo mismo ocurre en dos localidades de los dos márgenes de la ría del Nervión-Ibaizabal con una riqueza tan diferente como son Getxo y Sestao (la renta media de la primera casi dobla la de la segunda), donde el PNV obtuvo el 41% y 39% de los votos respectivamente en 2016.
La única variable socioeconómica que dibuja una tendencia más clara es la edad, ya que el PNV consiguió sus mejores resultados en zonas rurales con una media de edad avanzada como son Harana (59%) y Elantxobe (60%). Aun así, en los municipios más jóvenes como Irura (38%) y Alegría-Dulantzi (35%), consiguió unos resultados parecidos a los totales.
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