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Euskal Encounter: cuando los videojuegos aterrizan en la vida real

Niños que aprenden a programar en dos horas, estudiar geología a través de escenarios de Pokémon o Parque Jurásico, o aprender a crear y conducir tu propio dron son algunas de las actividades que hacen de la Euskal Encounter mucho más que la mayor fiesta de informática de España. Y es que, tras los más de 5.000 ordenadores interconectados con los que los ‘gamers’ navegan y juegan a 60 Gigabites por segundo, se esconden cientos de actividades de todo tipo. Esta edición celebra además el 25 aniversario de la videoconsola de Sony “PlayStation”, con una exposición que se encuentra en la sección de videojuegos clásicos.

“Sería muy injusto pensar en que hay un solo perfil de asistentes, queremos que se acerque cualquiera que tenga interés en la tecnología, ya sea ingeniero informático o trabaje en un supermercado”, explica Sabino San Vicente, organizador principal de la Euskal Encounter, mientras realiza un pequeño tour entre los distintos pabellones que componen el evento. 

En el pabellón principal se encuentran las mesas en las que cada uno de los asistentes ha colocado meticulosamente su equipo y sus provisiones para los próximos días: chucherías, refrescos, bebidas energéticas, además de muñecos y peluches de series y dibujos animados. Lo imprescindible para sobrevivir –y disfrutar- de los cuatro días de viaje virtual que les espera.  

Alberto Fernández e Iker González son dos de los 5.000 asistentes que pasarán los próximos cuatro días tras una pantalla, pero la suya tiene un significado especial: la han creado desde cero con sus propias manos. González es ingeniero y Fernández técnico y al juntar sus habilidades han creado a partir de un ordenador portátil una máquina recreativa ‘arcade’. 

“Todo surgió a raíz de una conversación: ‘¿Has hecho alguna vez un arcade? No ¿Qué haces este sábado?’ Y así surgió, con paciencia y durmiendo poco. Es como los de los bares, pero este lo colocas encima de la mesa. El diseño es propio, la estructura es de madera, está construido alrededor de un monitor de 17 pulgadas antiguo con un ordenador pequeño por dentro. Lo vamos a presentar a un concurso este año”, detalla Fernández, quien asegura, lleva años visitando el evento. 

Aprender a programar como se aprende a leer 

Marcus y Aleis tienen 11 y 12 años, se acaban de conocer y en menos de dos horas han creado su propio videojuego: La aventura del mago. A través de una herramienta de programación por bloques, las niñas y niños aprenden a programar juegos de ordenador de una forma sencilla y luego exponen su creación al resto de los asistentes. Se trata de una práctica cada vez más común en la cultura ‘gamer’, cuya tecnología atrae cada vez más a los más pequeños. 

Otra forma de aprender, pero esta vez de ciencia, es el juego Pasopalabra Geológico, ideado por los geólogos Imanol López y Bárbara Casas, creadores de Ekobideak, una cooperativa de geoturismo. A través de este juego y de una charla que imparten, los asistentes aprenden acerca de geología y paleontología relacionando conceptos que en un primer momento pueden parecer difíciles de comprender o memorizar con otros universos y mundos fantásticos, como el de Pokémon o Parque Jurásico, una forma de avivar el interés del público. 

La geología de otros mundos

“En los videojuegos, cuando estás en esos mundos fantásticos también ves recursos naturales como minerales o rocas. En Minecraft tienes que romper rocas para construir tus propias casas y a veces encuentras oro o hierro. Pokémon tiene mucho que ver con la paleontología, con los fósiles. Los Pokémon tipo dinosaurio tienen mucho que ver con dinosaurios reales que se han estudiado”, argumenta Casas. 

En un evento como este no pueden faltar temas como la ciberseguridad, la inteligencia artificial o los drones. Daniel Casado está estudiando ingeniería electrónica, forma parte de la asociación Euskadi Drone Racing y es competidor de drones a nivel nacional. Él crea sus propios drones, con los que compite en carreras. En concreto, en la Euskal Encounter, la carrera de drones se basa en un circuito de obstáculos donde los pilotos tienen que guiar sus máquinas con el objetivo de llegar el primero –sano y salvo- a la meta. No todos los pilotos crean su propio dron, se pueden comprar, pero es conveniente que tengan conocimientos acerca del montaje de estos artilugios, ya que es muy común que se rompan fácilmente al caerse o chocarse contra algún obstáculo.  

Ya sea para jugar videojuegos o para aprender a crearlos, la Euskal Encounter es una fiesta para todos los públicos. Durante cuatro días ininterrumpidos, en los que los asistentes contarán con una zona de camping para poder descansar, el Bilbao Exhibition Centre será el escenario perfecto para desconectar del mundo real y adentrarse en el virtual. Además, la estrella del evento de este año es Opengune, una zona abierta a todo el público -que espera albergar hasta 15.000 personas- donde no será necesario haberse registrado previamente ni pagar entrada para poder disfrutar de todo lo que la informática puede ofrecer.