Este fin de semana, concretamente los días 16 y 17 de junio, tendrá lugar en Bilbao el XVI Congreso de la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (ANACER), cuyo programa cuenta con una ponencia sobre gestación por sustitución. Algo que ha suscitado las críticas de asociaciones feministas, que se manifestarán frente al hotel en el que se desarrollará la conferencia vestidas de 'El cuento de la criada' para denunciar “la explotación” que supone la gestación subrogada. “Asistimos asombradas ante la permisividad de que se organice un evento que aboga por la explotación de mujeres así como por la venta de bebés y quieran hacerlo pasar por una técnica de reproducción asistida más. Esta práctica ya está regulada, hay una ley estatal que lo prohíbe expresamente así como se prohíbe también la promoción comercial de la gestación por sustitución”, asegura a este periódico Nuria Orive, representante del grupo 'Las criadas. No es ficción está pasando', compuesto por organizaciones feministas y de mujeres en contra “de la compraventa de bebés”.
Según detalla Orive, su intención es realizar una concentración frente al lugar en el que se llevará a cabo la conferencia, el Hotel Barceló Nervión, el viernes desde las 20.00 hasta las 21.30 y el sábado desde las 10.00 hasta las 12.30, disfrazadas como los personajes de 'El cuento de la criada'. Se trata de una performance que llevan meses realizando para denunciar los denominados “vientres de alquiler”. Además, para evitar que eventos como este sigan realizándose, han presentado una denuncia a Fiscalía y han escrito una carta a las instituciones y partidos políticos “para que se posicionen abiertamente sobre su posición ante esta práctica ilegal”.
Desde ANACER, el doctor en Ginecología y Reproducción Asistida Guillermo Gauthier, que formará parte del congreso, indica a este periódico que que la gestación subrogada “solo es uno de los temas que se tratarán” y que, “si bien es ilegal en España y es un procedimiento que ninguna de las clínicas de ANACER practica, se puede realizar un debate al respecto”. “Reuniremos a profesionales que explicarán la práctica, algunos de ellos estarán a favor y otros en contra y se realizará un debate respetando todos los puntos de vista. Nosotros tratamos de informar y de impartir conocimiento a todos los asociados”, indica Gauthier, quien asegura que es conocedor de que la ponencia “ha causado comentarios críticos”. Cuentan con una agenda de eventos similares por toda España.
“Hablar de gestación subrogada es poner sobre la mesa la violación de los derechos humanos de las mujeres y un negocio que crece a un ritmo vertiginoso del que las clínicas de reproducción asistida no quieren quedarse al margen (...) Aunque eliminemos el componente económico sigue habiendo aspectos bioéticos muy difíciles de justificar para una finalidad que está fuera de las necesidades y derechos a proteger como sociedad. Tener hijos no es ningún derecho”, critican desde la plataforma 'Las criadas'.
El pasado marzo el debate sobre gestación subrogada en España se reavivó después de que Ana Obregón apareciera en la portada de la revista Hola con un bebé, su supuesta hija (o nieta) por gestación subrogada. La ley sobre técnicas de reproducción humana asistida siempre ha considerado nulo de pleno derecho cualquier contrato de gestación por sustitución, como lo define la norma de 2006. Sin embargo, una instrucción de la Dirección de los Registros y del Notariado permite desde 2010 la inscripción de aquellos bebés nacidos en el extranjero cuando existe una resolución judicial en el país de origen. Aunque no lo menciona explícitamente, suponía un salvoconducto para aquellas personas que decidiesen esquivar la normativa nacional a través de Estados Unidos o Canadá.
Ley Orgánica 1/2023, de 28 de febrero, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo recoge que “estas prácticas, si bien ya resultan ilegales en España, donde la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida, considera nulo el contrato por el que se convenga la gestación y expresa que la filiación será determinada por el parto, se siguen produciendo, amparándose en una regulación internacional diversa, ante lo cual se ha de reconocer normativamente esta práctica como una forma grave de violencia reproductiva, y tomar medidas en el ámbito de la prevención y de la persecución”. A pesar de la prohibición, solo entre 2010 y 2020 se registraron en este país más de 2.520 bebés nacidos por esta práctica en el extranjero.
En el caso de Euskadi, al menos dos normativas autonómicas asimilan plenamente los también denominados “vientres de alquiler” con la adopción y ya se han dado los primeros casos de funcionarios que han pedido permisos de crianza tras haber ejercido la maternidad/paternidad por esta vía, según confirman fuentes oficiales. De hecho, desde el 1 de marzo están activas las nuevas ayudas por hijos con las que Euskadi desea impulsar la natalidad y la norma general que implica el abono de 200 euros mensuales durante 1.000 días o tres años después del nacimiento, se aplica también a la adopción, a la acogida y a quienes registren un bebé gestado adquirido por subrogación.
“Lo cierto es que como con otros temas que afectan directamente a la mujer, comprobamos una vez más que el patriarcado con la ley de mercado como arma ejecutora, no legisla por las mujeres, sino contra ellas. Contra nuestra dignidad de ciudadanas de pleno derecho, mercantilizando nuestra capacidad de engendrar para doblegarse a los deseos de personas sin escrúpulos”, denuncian las asociaciones feministas, que a través de un escrito han exigido “la derogación de la instrucción 10 de 5 de octubre de 2010, de la Dirección General de los Registros y del Notariado, y la modificación del epígrafe 10.3 de la Ley sobre técnicas de reproducción humana asistida que no solo permiten la compra de bebés y la explotación reproductiva de mujeres por parte de ciudadano del estado, sino que establecen un contexto social, político y jurídico que favorece la actividad de las agencias y clínicas dedicadas al comercio de la maternidad; así como la publicidad de esta práctica y el blanqueo de la explotación reproductiva por parte de los medios de comunicación, quienes se ven amparados para presentar la subrogación como legítima en base a la mencionada normativa”.
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