La mesa creada por el Gobierno de Imanol Pradales con oposición, sindicatos, universidades, colegios profesionales y otra treintena de agentes sociales con el ánimo de explorar, de cara a marzo de 2025, un pacto vasco para la mejora de la Sanidad pública ha alumbrado este miércoles un acuerdo en torno al “diagnóstico”. El consejero de Salud, Alberto Martínez, tras una reunión en el palacio de congresos Europa de Vitoria, ha logrado concitar en torno a un documento muy retocado con respecto al primer borrador los apoyos de todos los presentes salvo el sindicato ESK, lo que incluye el visto bueno -al menos momentáneo- de la principal fuerza de la oposición, EH Bildu.
“Estamos muy satisfechos”, se ha felicitado Martínez ante los medios de comunicación. Ha dado las gracias a todos los actores “por el tono” y por el “esfuerzo” en ser constructivos. “Lo agradezco especialmente porque optar por construir es algo más complejo”, ha manifestado. El consejero asume que el texto alumbrado es “crítico y exigente” y que le exigirá “cambios organizativos”. El sí más simbólico para Martínez es de EH Bildu, que acumula en el Parlamento trienios de oposición frontal. La coalición abertzale ha visto incorporadas al “diagnóstico” final algunas aportaciones.
El texto, por ejemplo, es ahora mucho más claro en tono a la privatización de la Sanidad en Euskadi en tres aspectos. Uno: “El ejercicio de puestos de responsabilidad en el sistema público de salud y la actividad profesional simultánea en el ámbito privado podría implicar un conflicto de intereses que precisa de análisis detenido”. Dos: “En los últimos años se observa un incremento de la concertación. De la misma forma, en la década 2013-2023 el aseguramiento individual privado se ha incrementado un 50% aproximadamente”. De hecho, se recuerda que Iñigo Urkullu elevó un 9% la partida de externalizaciones en sus últimos presupuestos, los de 2024, de 228,8 a 249,7 millones de euros. Y tres: se ha rectificado el análisis sobre las ambulancias externalizadas para eliminar la responsabilización que se hacía de los problemas en el servicio a los trabajadores y para señalar expresamente las deficiencias de la principal adjudicataria, Grup La Pau.
“El diagnóstico sobre la situación de Osakidetza ha mejorado sustancialmente gracias a la inclusión de las aportaciones de EH Bildu. Terminemos con la privatización”, ha señalado antes incluso de la celebración de la reunión la segunda de la coalición en el Parlamento Vasco, Nerea Kortajarena. Rebeka Ubera se ha expresado en términos similares dentro del foro. La formación buscará insistir en ello este jueves en la Cámara con una propuesta para iniciar la publificación del servicio de ambulancias. Pero, por el momento, el Ejecutivo de PNV y PSE-EE no parece dispuesto a firmar una resolución conjunta.
El sindicato abertzale LAB también da el visto bueno al “diagnóstico”, aunque con un voto particular por considerar “insuficientes” algunas posturas. Sin embargo, entiende que también hay “importantes adaptaciones” en lo tocante a la privatización, al igual que en materia de personal y contratación, como “rebajar la temporalidad a la mínima expresión”. Fuentes de Sumar han indicado que admiten que ha habido cambios aunque siguen viendo “ambiguo” el “diagnóstico”. Entienden que la clave estará en la fase posterior de medidas y en qué se plantee para hacer frente a las externalizaciones.
El diagnóstico coincide con la presentación de los presupuestos de 2025. Son los más altos de la historia de Euskadi y también con Salud como el área más inversora. Sin embargo, el peso relativo conforme al gasto total baja por quinto año consecutivo y siete departamentos crecen en proporción más que Salud. Preguntado por si deseaba más recursos, Martínez ha señalado que tanto como gastar mucho es relevante “ser eficientes” con el disponible.
elDiario.es/Euskadi
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