El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha mantenido este miércoles en el Parlamento Vasco una reunión a puerta cerrada con representantes de PNV, PSE-EE y EH Bildu para exponerles los puntos clave de la nueva ley educativa, presentada este martes y que inicia ahora su tramitación parlamentaria. Es una más de las reuniones de seguimiento del pacto alcanzado en abril de 2022 y la discreción ha sido la nota dominante. Sin embargo, la novedad es que en el primer encuentro tras el anuncio de la redacción definitiva del articulado la mesa ha perdido ya a una de sus cuatro patas, ya que el acuerdo de bases para la reforma educativa lo suscribieron los partidos del Gobierno, nacionalistas y socialistas, y las dos principales fuerzas de la oposición, abertzales y también Elkarrekin Podemos-IU.
La salida de Elkarrekin Podemos-IU era la más previsible. La formación encabezada por Miren Gorrotxategi había amagado con hacerlo casi con cada paso dado por Bildarratz en el último año en forma de borrador de la ley o normativa complementaria. Antes de la cita, en rueda de prensa, ya habían dejado claro que presentarán una enmienda de totalidad a la ley y que se desmarcan completamente de ella, ya que entienden que vulnera el espíritu del pacto, particularmente porque no prima la red pública.
EH Bildu e incluso los socialistas, socios de coalición, se han mostrado críticos también con algunos puntos de la ley del PNV pero, al tiempo, han dejado la puerta abierta a “subsanar” sus discrepancias en el trámite que ahora se abre en la Cámara hasta perfilar la redacción definitiva. En el encuentro el PSE-EE ha enviado a María Jesús San José, exconsejera y que hasta ahora no había tenido protagonismo. En las futuras negociaciones participará también el coordinador del partido, Ekain Rico. Por parte de EH Bildu ha estado Ikoitz Arrese, portavoz en la comisión de Educación, aunque el pacto educativo ha mostrado el gran peso orgánico que empieza a adquirir el dirigente Pello Otxandiano. Ha completado la mesa como portavoz del PNV Leixuri Arrizabalaga.
Por otro lado, uno de los sindicatos referenciales en la red pública, Steilas, ha criticado también el “espíritu privatizador” del proyecto de Bildarratz. Entiende que “esta ley se ha realizado a espaldas de la comunidad educativa”, que “nace sin consenso social, con gran parte de la comunidad educativa en contra y sin recoger las reivindicaciones históricas”. Por ejemplo, indican que “sigue sin dar pasos concretos para luchar contra la segregación, en parte porque no toma ninguna medida real para hacer que la escuela pública vasca sea el eje central del sistema educativo, pero también porque fomenta la competición entre centros”.
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