La dirección de Mercedes-Benz Vitoria ha reducido su objetivo de producción de furgonetas para este año a 141.001 unidades, 7.599 vehículos menos –un 5,1%– que los proyectados en el mes de abril. La rebaja está provocada por los problemas de suministro en su red de proveedores de componentes y por la “inestabilidad y volatilidad” en el mercado de la automoción provocados por la COVID-19, recoge Europa Press.
La cúpula directiva alavesa se ha reunido este jueves con los miembros del Comité de Empresa para trasladarles esta problemática y plantear un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) “por causas productivas y organizativas de 30 días hasta fin de año debido a las carencias en el suministro de componentes”, han indicado fuentes sindicales. El ERTE se haría efectivo solo en el caso de que la producción tuviera que pararse de nuevo por falta de piezas. En ese sentido, el miembro del Comité de Empresa Roberto Pastor (CC.OO.) ha afirmado que “aún disponemos de un periodo de ocho días en los que podría pararse la fabricación antes de que se empezara a aplicar el ERTE”.
Por otro lado, la dirección de Mercedes-Benz Vitoria ha decidido reducir en media hora la jornada de trabajo del turno de noche en el área de montaje final, que pasará de ocho a siete horas y media a partir del próximo lunes 5 de julio. El objetivo de esta medida es conseguir alcanzar el volumen diario de producción comprometido.
En la actualidad, los terrenos que rodean la planta de producción de Mercedes-Benz ya albergan “unos 4.700 vehículos sin poder ser acabados por falta de suministros, a los que se podrían sumar otro millar en la semana entrante”, según fuentes sindicales. La planta alavesa de Mercedes-Benz retomó el pasado lunes la fabricación de furgonetas tras haber permanecido parada entre el 21 y el 25 de junio por la falta de semiconductores. Por el momento, la plantilla “no tendrá que volver a parar la semana que viene gracias a que la empresa cuenta ya con los componentes necesarios para mantener la producción durante siete días”, ha señalado Roberto Pastor.
La próxima semana empresa y sindicatos se volverán a reunir en fecha por determinar, aunque se espera que sea sobre el jueves, para conocer en detalle la situación de la capacidad productiva. Esta reunión volverá a repetirse un día de cada una de las siguientes semanas para comprobar la evolución de la fabricación. El acuerdo sobre el ERTE ha sido consensuado con los sindicatos CC.OO., UGT, Ekintza y PIM, que suman 17 de los 31 miembros del Comité de Empresa. ELA y ESK analizarán próximamente la propuesta y actas y decidirán si se unen al acuerdo.
Por su parte, el sindicato LAB ha hecho público esta tarde un comunicado en el que rechaza este ERTE preventivo, que “da una flexilibidad absoluta a la empresa y hace pagar a la plantilla el problema de suministro que alega, sin garantizar el empleo”. “Rechazamos también la actitud de estos sindicatos que aceptan ciegamente el ERTE y lo firman cuando hay una producción prevista de más de 141.000 unidades”, ha concluido.
elDiario.es/Euskadi
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