“¿Qué identidad deberían cultivar los colegios: la vasca, la española,
la europea o la global?“, con esa pregunta el político y filósofo estadounidense Michael Sandel (Minneapolis, 1953) logró cuestionar a las más de 500 personas que se concentraron en los tres pisos que abarca el Paraninfo de la Universidad de Deusto, en Bilbao. A mano alzada, el público debía escoger qué identidad se debe potenciar y cuál es la más importante de todas. La gran mayoría se decantó por la identidad global, pero con sus preguntas, Sandel, como si del mismísimo Sócrates se tratase, logró crear un debate y desbancar los ideales de aquellos que tímidamente se atrevían a participar.
“Es un error el pensar que podemos llevar nuestro discurso público como si fuera posible el interés neutral. Esto crea un discurso vacío y empobrecido. Cuando estos espacios públicos quedan vacíos, llegan las alternativas extremas, nacionalistas o religiosas. Desempoderar a la ciudadanía ha llevado al aumento al populismo, con discurso político intolerante. La xenofobia, el racismo, el odio a los inmigrantes, estas revueltas que estamos viendo, son la respuesta política a un fracaso político de los partidos convencionales. Para hacerle frente, debemos crear un discurso político con mayor participación ciudadana, mayor moralidad”, explicó Sandel, quien es profesor de Harvard y Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2018.
Según Sandel, el auge de los partidos populistas y de la extrema derecha se debe a que los partidos convencionales, en especial los de centro izquierda, han “abandonado” a la ciudadanía y no han sabido dar una respuesta a las “frustraciones y cuestiones legítimas” que tienen con respecto a la población extranjera y a la falta de un trabajo digno. Quejas que “hay que atender con un discurso moral revitalizado. Un discurso muy difícil, pero el más urgente que tenemos”.
Durante la conferencia, que llevaba el título El populismo, el nacionalismo y la revuelta contra las élites, el filósofo indicó que, en su opinión los políticos “no se escuchan, se gritan eslóganes y pasan los unos de los otros cuando eso no es una deliberación democrática y lo que hay que hacer es escuchar más a quien no estamos de acuerdo con ellos”. Actualmente, aseguró, “el pensamiento y los valores del mercado dominan todos los valores de la vida y definen el discurso político y la vida cívica. Así, nos hemos convertido en sociedades de mercado”.
Michael Sandel es conocido por lograr llevar la reflexión a un público global, planteando cuestiones éticas en debates abiertos y públicos, en los que promueve el diálogo entre la audiencia. En Brasil, dirigió un debate sobre la corrupción y la ética de la vida cotidiana que alcanzó una audiencia televisiva de 19 millones, y en su conferencia en Seúl 14.000 personas acudieron a oírle hablar. Tras abarrotar el paraninfo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid, ha colapsado el paranifo de la Universidad de Deusto de Bilbao.
Sus escritos sobre justicia, ética, democracia y mercados han sido traducidos a 29 idiomas, y su legendario curso “Justicia” -el primero en Harvard gratuitamente en línea- es seguido por decenas de millones de personas. Entre sus obras más leídas figuran: Lo que el dinero no puede comprar: Los límites morales del mercado, Justicia. ¿Hacemos lo que debemos?, y Contra la perfección. La ética en la era de la ingeniería genética.