Después de que el pasado 1 de julio el nuevo gobierno municipal dirigido por José Luis Martínez-Almeida impusiera una moratoria sobre el protocolo de multas de Madrid Central y convirtiera a Madrid en la primera gran ciudad europea en dar marcha atrás a una medida de limitación de emisiones contaminantes, es el Ayuntamiento de Bilbao, en concreto su concejal de Movilidad y Sostenibilidad Alfonso Gil (PSE-EE), el que ha defendido el sistema de un Área de Prioridad Residencial (APR) para su ciudad en el caso de que la salud de los ciudadanos se viese comprometida.
“Si la salud de los bilbaínos se viera comprometida, que nadie tenga ninguna duda de que habrá un Bilbao Central”, ha indicado Gil este miércoles, haciendo referencia a esta medida que limitaba la entrada de vehículos en el centro de Madrid y que es objeto de polémica política. Sin embargo, ha destacado que se trata de una situación que actualmente “no se da”. Además, en la villa ya opera una limitación prácticamente general de circular a no más de 30 kilómetros por hora en el casco urbano.
El concejal de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao ha realizado estas declaraciones durante una comparecencia solicitada por EH Bildu, después de los resultados negativos con respecto a la calidad del aire captados por el medidor de aire del monte Arraiz en varios días del pasado mes de julio. En concreto, dicho medidor detectó una calidad de aire “mala” el 12 de julio y “parcialmente mala” los días 11, 13 y 16 de ese mismo mes. Sin embargo, la legislación vigente señala que para considerar que se trata de una situación estructural deben repetirse estos episodios más de 35 veces al año. En este caso, solo se han registrado las tres veces citadas durante los meses transcurridos de 2019, como se ha explicado en la comparecencia.
“No hay que esperar para tomar medidas”
Julen Rekondo, especialista medioambiental y ganador del Premio Nacional de Medio Ambiente de 1998, ha señalado a eldiarionorte.es que “no hay que esperar a que la calidad del aire empeore” para tomar medidas para reducir al mínimo la circulación de vehículos privados. Ha destacado que diariamente entran 150.000 vehículos a Bilbao -provenientes de otros pueblos o ciudades de la zona-, algo que considera terrible.
“Soy partidario de restringir el vehículo privado por todas las ciudades, incluida Bilbao. Mejoraría la ciudad desde un punto de vista medioambiental, desde la contaminación del aire, hasta la del ruido, etc. La ciudad es para las personas, no para los coches. Habría que hacer aparcamientos disuasorios fuera de las ciudades y entrar a la ciudad utilizando el transporte público, que los vehículos que entrasen fuesen para provisiones de tiendas y bares y todos ellos eléctricos. Hay que ir en esa dirección”, ha indicado Rekondo.
El BBK Live, el causante de la contaminación del aire
Según los datos facilitados por el área dirigida por Gil, el resto de los medidores de aire ubicados en diferentes puntos de la ciudad han detectado resultados “buenos o muy buenos” acerca de su calidad en esa fecha. Por ello, han sacado la conclusión de que se trató de un episodio no generalizado ligado a una actividad determinada que se llevó a cabo en las cercanías del monte Arraiz, en concreto el festival de música BBK Live, que tuvo lugar durante esos días de julio.
Entre los causantes de ese pico de mala calidad del aire en dicha zona, han destacado las labores de montaje y desmontaje del festival, y su propio entorno, que reúne a decenas de miles de personas, junto al hecho de que hizo calor y no llovió en esas jornadas. Por ello, y para darle solución a esta situación, el Ayuntamiento ha instado al promotor de este evento a que en las próximas ediciones humedezca y riegue tanto las pistas donde se celebran los conciertos como la zona de acampada de los asistentes.
Durante la comparecencia en comisión municipal, los grupos que forman la oposición al gobierno municipal que está conformado por el PNV y el PSE han exigido que se informe a la ciudadanía acerca de la calidad del aire. Han señalado que no buscan “alarmar” si no que consideran que la ciudadanía “tiene derecho a conocer ese dato”. No obstante, Gil ha precisado que se trata de una información que suele presentar el Gobierno vasco y que el Ayuntamiento “no quiere duplicar actividades”.