Pradales se estrena en el Parlamento Vasco con la oposición cuestionando su “liderazgo” institucional
A pocos días de que se cumplan cien desde la constitución del nuevo Gobierno vasco, Imanol Pradales, el nuevo lehendakari del PNV, se ha estrenado este viernes en una sesión de control en el Parlamento Vasco. La Cámara llevaba siete meses y medio sin abrir la posibilidad de que la oposición preguntase a los miembros del Ejecutivo. Pradales, que ha desayunado en la cafetería del Parlamento en lo que ya constituye un gran cambio simbólico respecto de la etapa anterior de Iñigo Urkullu, ha tenido que escuchar a las primeras de cambio de las dos principales fuerzas de la oposición, de EH Bildu y PP, que no posee “liderazgo” institucional, según han coincidido Pello Otxandiano y Javier de Andrés. También lo ha escuchado de boca de Vox, aunque en términos mucho más gruesos. En una réplica en la que se ha ido creciendo, tanto en tono como en confianza, ha avisado que como jefe del Gobierno vasco no piensa dar “un minuto” de propaganda a la ultraderecha en la legislatura y ha defendido combatir sus propuestas. “¡No lo conseguirán! ¡No lo conseguirán!”, ha clamado. Sumar no ha preguntado nada al lehendakari.
Pradales, con una mochila al hombro, ha llegado caminando al Parlamento acompañado de Mikel Iriondo, su gran colaborador en la Presidencia vasca, Ion Muñoa, Peru Salaburu y Aitziber Díez. Después del café, ha arrancado la sesión de control. El PNV había preparado una pregunta para que el lehendakari pudiera exponer su visión de la nueva legislatura. La ha formulado Mikel Arruabarrena ante la ausencia del nuevo portavoz, Joseba Díez Antxustegi, que completaba este viernes su periplo en las Juntas Generales de Álava para centrarse en la política autonómica. El lehendakari ha manifestado que empieza su relación con el poder legislativo con “mucha responsabilidad” aunque también consciente de que es “un gran honor”. Ha prometido atender a las preguntas de la oposición “con claridad y concreción” y ha aprovechado para marcar perfil europeísta y recalcar que tiene mucha “ambición” como gobernante.
Pello Otxandiano, jefe de la oposición, ha arrancado con una felicitación a Pradales. Le ha dado la enhorabuena por haber firmado con su homóloga de Navarra, María Chivite, un artículo conjunto en prensa en defensa del régimen foral de financiación. “Es una iniciativa ejemplar”, ha señalado. Le ha invitado a que incida ahora en buscar colaboración con Iparralde. “Tenemos que ganar visión de país”, ha implorado Otxandiano, cuyas notas las tenía en una tableta. “Falta liderazgo institucional”, ha insistido y ha citado como ejemplos las incoherencias sobre la conexión de alta velocidad con Navarra o en materias como política fiscal. EH Bildu desea también que el PNV asuma los postulados de su organización en Gipuzkoa, que “extienda” al conjunto de Euskadi los acuerdos alcanzados sobre el derecho a decidir y superación del Estatuto. En la bancada del PNV, la dirigente María Eugenia Arrizabalaga, sentada en la fila de atrás de Pradales, seguía estas palabras con media sonrisa. “Este Gobierno aplica perspectiva de país”, ha replicado Pradales. Por momentos, ha parecido imitar el estilo de Urkullu al hacer una larga enumeración de las cosas que ya ha hecho en estos tres meses. Comparte con él algunos asesores.
El PP ha llevado a lo económico esa supuesta falta de “liderazgo”. Javier de Andrés ha mostrado una panoplia de indicadores sobre autónomos, inversión y PIB que no le convencen. Son los mismos que ha venido repitiendo en las últimas semanas. Pradales le ha cuestionado el 'cherry picking' y ha mostrado otros datos más favorables. “Euskadi crece, crea empleo de calidad y seguiremos apoyando las políticas de creación de empresa”, ha zanjado, confiando en dejar el paro en el 6% el próximo año. “No se puede fingir que todo va bien”, ha respondido De Andrés, que ya fue parlamentario en una breve etapa anterior antes de ser el último delegado del Gobierno de Mariano Rajoy.
El momento de más tensión ha llegado con la intervención de Amaia Martínez Grisaleña, la única representante de Vox y que ha afeado a Pradales que le aplique un 'cordón sanitario' y que no le invite a reuniones y foros como la mesa para el pacto sanitario. Pradales ha escuchado que no tiene “liderazgo” pero también que posee “talante antidemocrático”, que es “un líder de dudoso nivel” y, en lo personal, que tiene “menos apellidos vascos” que ella misma y que “es español porque lo pone en el DNI”. Vox le ha llegado a espetar que “coquetea” con los herederos de ETA y que el PNV lleva años beneficiándose política de ese terrorismo. “Aún tienen muchos kilos de nueces que pagar”, ha continuado. “No es el lehendakari de todos los vascos, pero lo grave es que ni siquiera lo pretende”, ha cerrado.
“Su partido representa lo que como lehendakari trato de combatir: la intransigencia”, ha replicado con dureza Pradales, íntegramente en castellano aunque durante la jornada ha alternado ambos idiomas oficiales. “Respeto a todas las personas que han votado a su formación, pero ni comparto ni defiendo las ideas de su partido. No merece ni un minuto más de nuestro tiempo. Sólo tratan de imponer sus ideas”, ha concluido. Las siguientes preguntas de Vox, sobre inseguridad y sobre el nuevo Estatuto, las ha derivado a los consejeros Bingen Zupiria y María Ubarretxena.
En medio de este fuego cruzado, el PSE-EE ha preparado también una pregunta para lucimiento del nuevo vicelehendakari socialista, Mikel Torres. “Los socialistas volvemos a estar en este Gobierno para seguir trasformando Euskadi”, ha solemnizado el también consejero de Economía, Trabajo y Empleo, que ha defendido la “impronta socialista” no solamente en las cinco carteras que gestionan sino en todas las áreas. De hecho, ha demandado cambios “estructurales” por ejemplo en Sanidad, un departamento del PNV. El consejero del ramo, Alberto Martínez, ha sido el único junto con Amaia Barredo que no ha acudido a la sesión.
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