
Un recurso de ESK busca que haya juicio por las denuncias de filtraciones en las oposiciones de Osakidetza de 2018

El sindicato ESK ha recurrido el archivo de la investigación penal de las denuncias de filtraciones en las oposiciones médicas celebradas en 2018 en el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). La causa se cerró en diciembre sin que se hallaran siquiera indicios para la celebración de un juicio y después de años con el sumario totalmente parado en el juzgado de instrucción, por donde pasaron hasta cuatro magistradas. El dato lo ha dado en una rueda de prensa el consejero de Salud, Alberto Martínez, aunque Osakidetza nunca se pudo personar en el procedimiento. LAB, el otro sindicato denunciante de irregularidades, también ha dado el paso, según publicó ya este periódico, mientras que no consta que la acusación pública, la Fiscalía, haya dado ese paso.
Martínez ha ofrecido una rueda de prensa sobre las próximas convocatorias de empleo en Osakidetza. En ella, ha hecho un comentario sobre la celebrada en 2018 (conocida oficialmente como OPE 16-17, por los años de las plazas vacantes que se sacaron). En la docena de especialidades en las que hubo sospechas de irregularidades, la Justicia paró de modo cautelar la asignación de plazas. Ahora, Martínez ha indicado a los afectados que se llegará en esa adjudicación “hasta donde permita” la Justicia, ya que técnicamente podría haber una resolución de la Audiencia Provincial que volviera a reabrir esta causa. Se buscaría, al menos, ofrecer un “destino provisional” a quienes sacaron las mejores notas hace ya seis años.
A preguntas de los periodistas, no ha concretado cómo ha tenido conocimiento del recurso y de que lo había interpuesto ESK, ya que solamente las partes personadas acceden a las actuaciones judiciales. “Sinceramente lo desconozco. Me imagino que el que me lo ha dicho lo sabrá”, ha bromeado. Fuentes de ESK, de su lado, confirman su recurso, como también LAB recuerda lo que ya explicó en su día, cuando se conoció el cierre de la causa.
El titular que quería ofrecer Martínez este martes es que “el Gobierno vasco estabiliza más de 11.000 plazas en Osakidetza”. En marzo de 2025 ya estarán adjudicadas todas las plazas de ese gran paquete, “la mayor oferta de empleo público de la historia” del Servicio Vasco de Salud. Esto deja una eventualidad del 10,72%. El responsable de Salud ha asegurado que la eventualidad bajará ya del 8,5%, como marca la normativa europea y estatal, con las nuevas convocatorias, aunque admite que podría aún quedarse en el 9,2%.
En abril “como fecha tope”, por ejemplo, llegará la convocatoria ya conocida de “plazas de difícil cobertura” para atención primaria en busca de paliar la escasez de facultativos de familia y de pediatría, particularmente en zonas menos pobladas, aunque también se buscan psiquiatras (de adultos e infantiles). Se ha hablado de “ubicaciones muy distantes” de los grandes núcleos de población y se ha citado Ataun, Igorre, Trucíos o la Llanada Alavesa, pero también Arrasate-Mondragón o Bergara, así como Oyón, que está pegada a Logroño. Igualmente, habrá nuevas ofertas para turnos de tarde y “en todos los PAC”, “independientemente de su ubicación”.
Serán un “mínimo” de 200 puestos, aunque podrían ser más si hubiere más vacantes. Esta OPE está ya prevista en los presupuestos de 2025. El sistema de asignación de plazas se hará “por concurso y sin examen”. La expectativa es que los destinos se asignen en junio, de cara a cubrir la difícil época estival, que habitualmente implica recortes horarios por acumulación de vacaciones y vacantes.
El “reto” del consejero
Después hay una “previsión” de convocar 4.245 plazas con un sistema “más ágil” a más tardar en “diciembre de 2025”. Antes, en cambio toca definir el “decreto de puestos funcionales”, con puestos sanitarios y no sanitarios -con empleos nuevos como “analista de datos”-, en palabras del titular de Salud. “Euskadi berria, Osakidetza berria”, ha remachado Martínez haciendo un juego de palabras con el lema del lehendakari, Imanol Pradales.
Martínez se ha empeñado en insistir en su compromiso por “fortalecer” lo público. Ha dicho “respetar” el derecho de la ciudadanía a manifestarse y a protesta pero, ante las primeras convocatorias desde que accedió al cargo, ha dado a entender que no hay razones para hacerlo. De hecho, ha sugerido que quizás haya “motivaciones” no “propiamente sanitarias” detrás de esas manifestaciones. Muy vehemente, ha retado a los periodistas: “Miren en Europa qué servicio público tiene unas listas de espera como las nuestras. ¡Compruébenlo! [...] Pido a la gente que sea consciente de lo que tenemos. [Somos] El Gobierno de Europa que menos dedica a la asistencia privada. Les reto como periodistas a que lo comprueben”. Como dato, ha indicado que la espera quirúrgica está ya en 52 días y con tendencia a la baja con menos derivaciones, a punto de llegar a los 48 de referencia en 2019, justo antes de la llegada de la COVID-19 que condicionó todo el modelo asistencial.
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