Las centrales ELA, LAB, UGT y CCOO además de las corporativas Satse y SME, es decir, una amplísima mayoría sindical, han convocado una huelga en el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) para los días 18 y 19 de mayo, a poco más de una semana de las elecciones municipales y forales. Es la culminación de una cadena de protestas y movilizaciones que vienen produciéndose desde hace meses y parte del diagnóstico de que la Sanidad pública también en Euskadi vive una “grave situación” sin que exista un marco real de negociación entre el área de Salud dirigida por la consejera Gotzone Sagardui y la parte social.
Entienden los convocantes que las movilizaciones previas han sido “multitudinarias” y que son una “muestra de hartazgo de la plantilla y de la ciudadanía”. “Pocas veces hemos visto a tanta gente en la calle en defensa de la Sanidad pública, pero Osakidetza ha optado por mantenerse sorda y muda ante el clamor social”, entienden las seis organizaciones. Además, en estos meses han aflorado movimientos a nivel local en Tolosa, Bidasoa, Vitoria, Barakaldo o Bilbao, entre otros puntos, y la preocupación por el estado de Osakidetza se ha quintuplicado desde antes de la pandemia, según el último Sociómetro del propio Gobierno vasco.
Los seis sindicatos aprecian un “desmantelamiento” en Osakidetza, particularmente en Atención Primaria. No les vale el “mantra” de que no hay personal disponible para contratar y recuerdan que el pasado verano la consejera ya adelantó que tocaba pensar en una “nueva cultura” que implicaría desplazamientos más largos para ser atendido, consultorios sin médicos y reducciones horarias. Las centrales insisten en que ya están dando esos “cierres y recortes” y ponen como ejemplos los cierres de los PAC de San Martín en Vitoria, Deusto en Bilbao o Zumarraga en Gipuzkoa, así como las Urgencias del hospital del centro de Vitoria, el de Santiago. “Y las jubilaciones que se van a producir en los próximos años van a empeorar esta situación”, avisan.
Los sindicatos remarcan que “casi la mitad de la plantilla es temporal”, que “hay una sobrecarga sistemática de trabajo en todas las categorías” y que las carteleras o turnos sufren constantes cambios. Entretanto, el diálogo en los foros de negociación está roto, “sigue absolutamente bloqueado”. Creen que Osakidetza adopta “decisiones unilaterales” sin negociar en ningún caso con la representación.
La plataforma de la huelga tiene nueve puntos. Entre otros se habla de “recuperación del poder adquisitivo perdido desde 2010”, la negociación de la celebración de elecciones sindicales -hace ya una década que no las hay en la principal empresa pública vasca- o reducir ratios en los ambulatorios. “Los problemas de nuestra Sanidad pública son estructurales y anteriores a la pandemia. Requieren de soluciones inmediatas y de calado. Exigimos a Osakidetza y al Departamento de Salud voluntad política para, más allá de la propaganda, convertir la Sanidad pública en una verdadera prioridad”, concluyen.
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