El Labi se ha reunido esta semana para poner fin a la (tercera) emergencia sanitaria y acabar con todas las restricciones que eran de su competencia y quedaban en vigor. Desde el lunes, ya solo quedarán en pie los aforos y la prohibición de comer en los recintos deportivos y la obligatoriedad de portar mascarilla en espacios interiores. También relacionado con la salud, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha dirigido a los sindicatos sanitarios y a los partidos de la oposición que dan voz a sus reclamaciones. “No es momento para una huelga, lo es para seguir garantizando la atención”, les ha espetado. Y, mientras tanto, se sigue agrandando la brecha entre los dos sectores que conforman Eusko Alkartasuna: se ha suspendido de afiliación a cinco líderes críticos y los afiliados críticos piden “independencia” de EH Bildu y limitar la coalición a “elecciones concretas”. Pronto se celebrará un congreso clave. También figuran entre las imágenes más destacadas de la semana una pintada homófoba en una ikastola de Vitoria y las elecciones sindicales de la Ertzaintza, en las que ha triunfado Erne.