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Los sindicatos critican a Sagardui por su “campaña de desprestigio” contra los profesionales de Osakidetza

Una manifestación en defensa de Osakidetza celebrada en Donostia en enero

elDiario.es Euskadi / Europa Press

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Los sindicatos vascos se han sumado este jueves a las críticas de los partidos de la oposición a la consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui, que reflexionó sobre la necesidad de un “cambio cultural” en la Sanidad pública y que deslizó que sería necesaria una mayor “movilidad” a la hora de acudir al ambulatorio por la falta de personal. SATSE, el Sindicato Médico de Euskadi y LAB han criticado el “deterioro” de la Sanidad pública y han exigido a la consejera que abandone la “estrategia de desmantelamiento”.

SATSE Euskadi ha pedido al Departamento de Salud que aumente el número de enfermeras para hacer frente al “deterioro” de la Atención Primaria y ha advertido de que “lo que antes era un problema puntual de verano, se ha convertido en un problema habitual durante todo el año” por la falta de profesionales. En un comunicado, recogido por Europa Press, SATSE Euskadi ha demandado a Salud que adopte “medidas urgentes para frenar el deterioro” de la Atención Primaria, y, para ello, propone “prestigiar el ámbito aumentando el número de enfermeras y dotarlas de mayor responsabilidad, siempre que estas nuevas competencias se desarrollen garantizando la seguridad jurídica y el debido reconocimiento”.

El sindicato, que lleva años denunciando el “lamentable estado” en el que se encuentra la Atención Primaria, ha dicho que lo que antes era un problema “puntual en verano, se ha ido extendiendo a navidad y semana santa, por lo que durante al menos cuatro meses al año los centros no funcionan en su horario habitual”. En la actualidad, ha denunciado Amaia Mayor, portavoz del sindicato, “es habitual que en los centros de salud no esté trabajando la totalidad de la plantilla y cuando faltan profesionales no se sustituyen”. “El sindicato de Enfermería advierte de esta situación año tras año, pero desde Osakidetza siguen sin adoptar soluciones”, ha censurado. En ese sentido, ha insistido en que “la falta de profesionales en atención primaria es algo que viene de lejos, es un problema estructural que comenzó mucho antes de la pandemia” y, según ha advertido, “si no se toman medidas la situación se va a agravar en los próximos años, ya que hasta 2027 se van a jubilar 1.089 profesionales de la Atención Primaria”.

En la misma línea, ha denunciado que “esto ha traído a que se tomen 'medidas organizativas' que no se negocian, porque dicen que es un ámbito que corresponde a la administración”. No obstante, ha recordado, a instancias de SATSE tienen en este sentido una sentencia por vulneración del derecho fundamental a la negociación colectiva. Para hacer frente a esta situación, ha recordado, Osakidetza ha decidido agrupar a profesionales, matronas, médicos de familia y pediatras en las cabeceras de las UAP (Unidades de Atención Primaria) “haciendo desplazarse tanto a los profesionales como a la ciudadanía a otras localidades”.

“Campaña de desprestigio”

El Sindicato Médico de Euskadi (SME), por su parte, ha expresado su “profunda indignación” por la “campaña de desprestigio” a los profesionales médicos por parte del Departamento de Salud del Gobierno vasco. Además, ha criticado la reorganización de los servicios anunciada por la consejera Gotzone Sagardui con “medidas paliativas que no conducen a nada”, y ha exigido se centre en buscar soluciones, en vez de aplicar medidas paliativas que “busque, de verdad, soluciones para garantizar la Atención Primaria y el Sistema de Salud Público ”de calidad“. En un comunicado que recoge Europa Press, el SME ha lamentado las declaraciones realizadas en los últimos días por Sagardui, la directora general de Osakidetza y la Subdirectora de Atención Primaria, porque, ”en vez de reconocer la labor ingente del personal facultativo y potenciar la figura del colectivo médico“, se asiste ”con asombro y enfado a una campaña de desprestigio de los profesionales de cara a la ciudadanía“.

En este sentido, se ha referido a las manifestaciones de las responsables de Salud sobre que “se están ofertando 3.000 euros en horario de 8.00 a 15.00 horas o que hay MIR que han terminado su formación y se toman unos meses sabáticos o se van a una ONG”. En resumen, cree que se les pretende presentar “como unos hippies que no quieren trabajar ni siquiera por un dineral”. “Cada cual tiene sus inquietudes personales y su derecho a decidir cuándo y cómo quiere comenzar su trayectoria profesional. Es algo que todo el mundo debería respetar”, ha añadido. Además, el sindicato médico ha destacado que el salario medio bruto de los vascos ronda los 2.278 euros al mes, y considera que, “para una persona que se ha pasado 10 años de su vida formándose y capacitándose para poder ejercer su profesión y cuya máxima responsabilidad es cuidar de la salud y vida de la población, 700 euros de diferencia no parecen una barbaridad”.

El SME ha asegurado que, “en los servicios de atención inicial al paciente, sobre todo en la Atención Primaria, las condiciones de trabajo son pésimas”. “En la mayoría de los centros están, sistemáticamente, a falta de dos o tres facultativos. Es decir, que hay plazas de gente que se ha jubilado, que está de baja o ausente por otros motivos, que no se cubren”, ha apuntado. Por ello, ha explicado que el personal médico “se ve obligado a trabajar el doble para poder atender a los pacientes, bajo mucha presión y con riesgo de cometer errores médicos, a veces de gran trascendencia y consecuencias graves”. En esta situación, ha indicado que “pensar en conciliar la vida familiar en estas circunstancias es una utopía”.

“Si a esto añadimos, que en la mayoría de países europeos el salario bruto del personal médico es mayor de 120.000 euros anuales, la a priori 'atractiva oferta de Osakidetza, ya no resulta una bicoca. Prueba de ello es que en los últimos 10 años se han fugado a Europa unos 20.000 profesionales médicos del conjunto de comunidades”, ha manifestado. Asimismo, ha señalado que, “en el Estado español se invierte tiempo y dinero en la formación MIR y, luego, ese talento se lo llevan el resto de países europeos”. “Es decir, aquí invertimos en el producto, pero los beneficios se los lleva Europa. ¡Menudo negocio!”, ha criticado.

“Falta sistemática de previsión”

El Consejo de Colegios de Médicos del País Vasco (CCMPV) teme que los profesionales de Enfermería “colonicen” su función en connivencia con el Gobierno vasco. Además, ha responsabilizado a la Administración de la situación actual de la sanidad al incurrir en “una falta sistemática de previsión”, y ha propuesto, para paliar la falta de médicos, que se elimine la precariedad, se prolonguen los contratos y se revisen los perfiles lingüísticos.

En un comunicado, el CCMPV ha mostrado su discrepancia con las medidas anunciadas por la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, para paliar la escasez de especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria y en Pediatría dentro de la Atención Primaria. En su opinión, el problema de la falta de profesionales “no radica ni en la mala planificación docente ni en los números clausus, sino en una prolongada y sistemática falta de previsión de los responsables sanitarios ante una situación” sobre la que se lleva alertando “desde hace años”.

El órgano colegiado de médicos ha insistido en que “no hacen falta más facultades ni más estudiantes de Medicina”, ya que el número de egresados “sería suficiente para cubrir las necesidades de médicas y médicos siempre que las plazas MIR que se ofertan anualmente se planificaran en función de la demanda real de profesionales en todas y cada una de las especialidades”. Por otro lado, sí comparte con la consejera su idea de “un MIR restrictivo”. “No es de recibo que todos los años quede sin cubrir un número importante de plazas de Medicina Familiar y Comunitaria, y que la solución que se ha dado en la última edición haya sido la de admitir a más médicos extracomunitarios que, después de formarse, regresarán mayoritariamente a sus países, con lo que la falta de especialistas en el Estado seguirá siendo prácticamente la misma”, ha remarcado.

Ante ello, cree que “sería más aconsejable bajar o, incluso, eliminar la nota de corte, de forma que todas las plazas ofertadas quedaran cubiertas en cada una de las convocatorias”. “Cada vez se hace más evidente la urgencia de formar a tantos médicos como sea posible y, para ello, también es indispensable contar con el número suficiente tutores”, ha señalado. En este sentido, cree que la Administración vasca “debe hacer todo cuanto está en su mano para dotar al sistema de Formación Sanitaria Especializada de cuantos docentes necesite”. De esta forma, le ha emplazado a que “facilite y reconozca su labor, tanto profesional como económicamente, tal como se comprometió a hacer hace ya diez años a través de un Decreto cuyo desarrollo los tutores vascos han exigido infructuosamente en innumerables ocasiones”.

“Desmantelamiento”

El sindicato ELA ha denunciado la “apuesta inequívoca” del Gobierno vasco por el “desmantelamiento” de Osakidetza tras las palabras de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, sobre la reorganización del Servicio vasco de Salud y que, a su juicio, son de una “máxima gravedad”. En un comunicado, la central sindical se ha referido a las declaraciones en las que la consejera afirmaba que la escasez de médicos de familia apunta a un horizonte de mayor movilidad de la ciudadanía para recibir atención y planteaba que este cambio cultural también conllevará “consultorios atendidos por personal de enfermería y centros cerrados en periodos vacacionales”.

A su juicio, lo que la consejera de Salud calificaba de cambio cultural, es, en realidad, “un desmantelamiento del sistema sanitario público, una precarización del servicio sanitario que se ofrece a la ciudadanía y también de las condiciones laborales de la plantilla”. ELA cree que se está ante un “nuevo paso” en la privatización de los servicios públicos y en el crecimiento del negocio de los seguros de salud privados. El sindicato ha asegurado que las declaraciones realizadas por la consejera de Salud “son de máxima gravedad”, pero “no son nuevas para ELA”, ya que reflejan esa “voluntad inequívoca del Gobierno Vasco de desmantelar la Atención Primaria y precarizar el resto de niveles asistenciales”. “Y todo ello en el camino del la privatización, del ataque a los servicios públicos y del negocio de los seguros sanitarios privados. En un ejercicio de absoluta demagogia, la consejera calificaba de cambio cultural su proyecto de seguir aplicando recortes en la sanidad pública y seguir precarizando tanto la atención sanitaria que se ofrece a la ciudadanía, como las condiciones laborales de sus trabajadores”, ha asegurado. ELA ha afirmado que “lo que antes se contaba a medias, ahora se dice claramente, utilizando excusas que son directamente falsas o que responden a situaciones derivadas de las decisiones políticas adoptadas, consciente e intencionadamente”.

“Estrategia de desmantelamiento”

LAB, mientras tanto, ha exigido al Gobierno vasco un “cambio cultural” y que abandone la “estrategia de desmantelamiento” de la Atención Primaria. El sindicato ha censurado que “gestores de la sanidad pública, enfermos de hospitalcentrismo, que llevan décadas menospreciando y vaciando de recursos a la atención primaria, pidan ahora un cambio cultural a la gente para que asuma que sus médicos de familia y pediatras estén cada vez más lejos”. En un comunicado que recoge Europa Press, LAB ha considerado “sumamente graves” las declaraciones realizadas este miércoles por la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que “ponen en cuestión el actual modelo de atención primaria”, planteando como un “cambio cultural” los desplazamientos que deberán asumir los usuarios como consecuencia de “los recortes y ataques a la sanidad pública de siempre y que, en esta ocasión, alejarán a los médicos de familia y pediatras de sus pacientes”.

LAB ha advertido que “la supuesta falta de profesionales es un problema generado por la altísima precariedad laboral sufrida por los profesionales de Osakidetza”, y, en este caso particular, por “la nefasta política de contratación de médicos de familia y pediatras” y por “la falta de inversión en atención primaria, muy por debajo de lo que destina la Unión Europea”. Para el sindicado, no es admisible que “gestores de la sanidad pública, enfermos de hospitalcentrismo, que llevan décadas menospreciando y vaciando de recursos a la atención primaria, pidan ahora un cambio cultural a la gente para que asuma que sus médicos de familia y pediatras estén cada vez más lejos”.

A su entender, es “más que evidente que el cambio de cultura lo debe hacer el Departamento de Sanidad y abandonar el hospitalcentrismo y la arrogancia que le lleva a vender como soluciones, lo que en realidad son medidas lesivas para los derechos de la población”. En ese sentido, ha considerado urgente que la Atención Primaria “reciba la partida económica suficiente para fortalecerla”, porque, “sin aumentar la inversión, no habrá mejora en la atención primaria”. Sin embargo, ha denunciado que, “en vez de anunciar inversiones y planes de actuación, el gobierno del PNV y PSOE nos anuncia recortes en los horarios y cada vez más dificultades para acceder a un médico o médica familiar o pediatra”. “Es increíble que la consejera se atreva a hablar de falta de profesionales en una institución con un 55% de temporalidad”, ha reprochado a Sagardui, para señalar que “cada vez es más evidente que el Gobierno de Urkullu plantea un modelo sanitario a la baja con una atención primaria basada en la beneficiencia y no en los derechos de los ciudadanos a la salud”.

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