Socios tradicionales de BM y Super Amara buscan ahora el arraigo a Euskadi con una alternativa que frene la venta a Carrefour

La posibilidad de que el grupo Uvesco, propietario de los supermercados BM y Super Amara, acabe absorbido por Carrefour está cada vez más cerca, y socios tradicionales de la empresa se están organizando para buscar alternativas que permitan presentar una oferta que impida acabar en manos de la competencia. Poco más de dos años después de que PAI Partners se hiciera con el control mayoritario de la empresa, el fondo francés quiere rentabilizar su inversión y vender su parte al mejor postor, y entre los posibles compradores figura el gigante Carrefour como el mejor posicionado.

La alternativa a esa venta estaría liderada por el actual presidente, José Ramón Fernández Barrena, miembro de la familia fundadora de Uvesco. Aunque oficialmente la empresa no lo confirma ni tampoco lo desmiente, fuentes cercanas al grupo confirman esta búsqueda de alternativas que pretendería, sobre todo, arraigar BM a Euskadi ante el temor de que se diluya en el grupo francés. En este proceso entra en juego el Gobierno vasco, que podría formar parte del accionariado de la empresa a través del fondo Finkatuz, cuya finalidad es precisamente amarrar empresas vascas a Euskadi, y que tiene un fondo acumulado de más de 200 millones de euros.

La propia portavoz del Gobierno vasco, María Ubarretxena, confirmaba en la rueda de prensa tras el consejo de Gobierno del pasado martes que existen “conversaciones discretas” para apoyar al grupo Uvesco o a otras operaciones como la de Talgo, aunque no ofrecía más detalles porque deben ser “discretos, por ahora, por lo menos”, señalaba. En este sentido, se limitaba insistir en que “las conversaciones están en marcha” y que trabajan “con discreción y seriedad” porque el Ejecutivo está dispuesto a apoyar estos proyectos, aunque recordaba que es precisa “la colaboración público-privada”. Es decir, incidía que la condición para la entrada de Finkatuz en cualquier empresa es la existencia de un proyecto y un socio industrial fuerte. Eso es lo que le llevó a la entrada en ITP, la última de las tres empresas en las que participa el Ejecutivo autónomo después de entrar Kaiku y CAF. Y en la búsqueda de ese socio es en lo que está los accionistas que pertenecen al núcleo local y familiar de la empresa.

La entrada del fondo PAI Partners se buscó en un momento en el que Uvesco necesitaban una inyección de capital fuerte para poder continuar con la expansión en Madrid, que tuvo su momento cumbre el pasado mes de febrero con la compra de la cadena Super Hiber. Con esta operación sumó 31 supermercados, más un proyecto en marcha, ubicados en la Comunidad de Madrid y un equipo de aproximadamente 800 personas. Con ello, BM pasó a tener 79 supermercados en la zona centro, donde se encuentra desde el año 2017 tras la adquisición de la cadena Gigante, y donde dispone también de una plataforma logística, ubicada en Arroyomolinos.

Para consolidar esta expansión, Uvesco necesitaba del empuje financiero que le proporcionó PAI Partners. Los fondos de inversión se han convertido en compañeros de viaje de las empresas vascas en los últimos años, especialmente por las restricciones que existen por parte del Banco Central Europeo a que las entidades financieras tomen participaciones empresariales. Tras hacerse con el control de la empresa, PAI Partners ni siquiera cambió al equipo gestor, y mantuvo en la presidencia a José Ramón Fernández Barrena. Pero el fondo hace su labor: invierte el dinero y deja el accionariado de la empresa en el momento en que mejor puede rentabilizar su inversión. En el caso de Uvesco, ha decidido que ese momento es ahora. El grupo factura 1.072 millones de euros, según el último dato publicado al cierre de su ejercicio fiscal 2023, lo que representa un 8,8% más que en 2022. Tiene en plantilla más de 6.000 personas, de las que más de 4.000 están en Euskadi. De ahí la importancia de que tiene que PAI Partners escoja bien a quien vende su participación mayoritaria.

Además del Gobierno vasco, los socios de Uvesco están tanteando la posibilidad de que su propuesta a PAI Partners se complete con la aportación de las fundaciones de Kutxabank, como por ejemplo la Kutxa, ya que el grupo tiene la sede en Irún, que al igual que BBK dispone de un fondo para participaciones empresariales. No obstante, la oferta debe superar la que pueda llegar a hacer Carrefour. Cuando se hizo pública la intención de PAI Partners de vender su participación en la empresa, algunas fuente valoraron esta parte del capital entre 700 y 800 millones de euros.

elDiario.es/Euskadi

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